Abrazados a la Miseria

El Blog de Severino Lorences

Sobre mi blog

Todo escritor es también el primer lector de una obra siempre destinada a otros. Nadie escribe para sí mismo. Asumiré, por tanto, la hipótesis de que estas páginas van a ser visitadas. Es mi blog, pero también el de cualquiera que lo abra. Lo titularé como mi próximo libro: “Abrazados a la miseria”.

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¡Que viene, que viene, uh, uh!

Ha sido muy revelador ver a Gil Marín repitiendo con idénticas palabras las mismas consignas que difunden los pseudoinformadores que le profesan una lealtad perruna (casi todos, aunque va habiendo bajas). Principalmente las consignas son dos: la del gran esfuerzo que el club habría realizado en materia de fichajes y la de las risueñas perspectivas que se abren ante el Atleti este ejercicio. Ahora bien, el esfuerzo, según los portavoces del club, siempre ha sido grande, incluso enorme (el Difunto solía presumir de que se estaba arruinando por el Atleti; su vástago miente como él, pero es un bocazas de corte más rutinario, casi funcionarial).

Y todas las pretemporadas la ilusión brota y crece incontenible. Sin embargo esta vez percibo un runrún de fondo (¿les castañetean los dientes?), pues ni los más triunfalistas las tienen todas consigo. El once colchonero no funciona y estamos a dos semanas de que empiece el campeonato. ¡Que viene, que viene, uh, uh!

Y no funciona porque adolece de los mismos males que el año pasado. Aseguran que no hay dinero para un hombre de clase en la medular, pero pudo y debió haberlo. ¿Cómo? Declarando transferibles a: Kezman, Luccin, Gabi, Perea, Petrov y Galleti… (sobre todo al búlgaro y al serbio, que no tienen enmienda; son ya hombres hechos y derechos y se les ha visto el cartón). Sobre Kezman me dijo un aficionado del Atleti cuando lo pretendíamos: "¿Por qué no traen a Gudjhonsen? Tampoco actúa mucho en el Chelsea y es un futbolista muy interesante: técnico, nada vedette, inteligente…". Pues no, prefirieron al farruco porque los farrucos parecen jugadores de carácter y acaso costaba algo menos que el islandés.

Yo hubiese invertido en Alves y en Raúl García, y buscado un par de jóvenes en Brasil. Me parece prometedora la contratación de Agüero (toco madera para que no se lesione y entre con buen pie en la competición) y tampoco tengo nada que oponer a los pases gratuitos de Costinha y Zé Castro. Pero ¿qué van a solucionar? Nada o muy poco. Si acaso Costinha barrerá alguno de los despistes de Luccin, de Perea, de Valera…

Pero las adquisiciones de Seitaridis, Pernía y Mista no me convencen en absoluto. (Acaba de explicar el presidente del Valencia: "No traspaso a Ayala al Villarreal porque es un rival directo". En cambio, Soler nos ha vendido a Mista. Una de dos: o no cree que el Atleti sea un rival directo del cuadro che, o juzga que Mista es una castaña pilonga.)

De manera que la otra novedad de esta canícula: Gil Marín en el primer plano (¿os habéis dado cuenta de que ha mandado al banquillo a Cerezo, que antes era el cara dura titular?), puede que esté relacionada con un intento de tapar las grietas en la moral de los mamarrachos a los que se les ha debido de fundir el ordenador con tanta expectativa de éxito nugatoria.

No quisiera despedirme por hoy sin aludir a dos asuntos: uno trivial; el otro, serio. Empezaré por este último. Un club bien organizado y sensible para con las necesidades deportivas de sus equipos no hubiese accedido a competir en Riazor, máxime después del absurdo viaje a Shangai. Ya sé que el Milán y el Nacional también se prestaron a disputar el torneo coruñés. Pero los errores ajenos no exoneran de los propios. Y si en China el Atleti sobrevivió a un campo leproso, no tuvo la misma suerte en La Coruña. Las lesiones de Seitaridis y de Miguel (terrible esta última) aún flotan aciagas sobre el mal desempeño del equipo. Ya sé que a veces los percances ocurren de todos modos, pero obran con irresponsabilidad los que arriesgan la salud de los jugadores en semejantes huertas. Objetaréis que el Atleti se debía a un contrato. Pero los contratos tienen cláusulas. ¿Por qué no colocar una en la que se especifique que, si el césped no está en condiciones, el partido no se celebra? ¡Chapuceros!

El trivial es la definitiva incorporación de Jurado a la disciplina rojiblanca en régimen de cedido. Sí, porque el Atleti no puede alinearlo contra el Madrid, ni traspasarlo a quien se le antoje, y el Real lo recuperará (si tiene a bien, o sea: si triunfa) por seis cochinos milloncejos. Pero que no se diga que el Atleti ha claudicado al admitir nuevas condiciones (¡en una negociación ya cerrada!), porque Gil Marín ha puesto una en verdad tremenda: que los merengues participen en el Segundo Memoerial ("o erial de memos") en honor de papá. ¡Uf!, tiene que haber sido muy duro para Antonio Calderón pasar por las horcas caudinas.

Insisto: ¡Chapuceros!

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