Abrazados a la Miseria

El Blog de Severino Lorences

Sobre mi blog

Todo escritor es también el primer lector de una obra siempre destinada a otros. Nadie escribe para sí mismo. Asumiré, por tanto, la hipótesis de que estas páginas van a ser visitadas. Es mi blog, pero también el de cualquiera que lo abra. Lo titularé como mi próximo libro: “Abrazados a la miseria”.

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¿Qué preferís?

Los males del Atleti son una industria de la que viven (y muy bien por cierto) una serie de personas e instituciones: Gil Marín, el Real Madrid, la prensa del ramo… Y no hay noticia colchonera fausta que no sea el preludio de varias nefastas. Algunas de las buenas incluso ya nacen con un aspecto deplorable y en ellas se insinúa inequívoca la calamidad. Así, la renovación de Torres. A nadie le ha pasado desapercibido el hecho (sin precedentes en el fútbol de hoy) de que a un jugador se le suba la ficha y, a la vez, se le baje la cláusula de rescisión del contrato. Es un contrasentido tan llamativamente grosero que, por fuerza, debería haber suscitado alguna pregunta interesante, algún comentario suspicaz o irónico. Pero como en los medios de comunicación deportivos sólo trabaja el personal más vago, obtuso y pancista que os podáis imaginar, el club ha podido difundir sin impedimentos la burda especie de que se trata de un gesto de confianza hacia el capitán rojiblanco. ¡Hace falta cara dura! Si tanto confían en Torres y tanto lo quieren, ¿por qué no le rebajan la cláusula hasta un simbólico? y ¿por qué no le hacen un contrato vitalicio?

Pero lo bueno de tener como presidente a Cerezo es que siempre se va de la lengua (hábito irreprimible que le contagió el Difunto). Y hete aquí que el magnate del cine le explica impunemente a uno de esos profesionales de las ondas que nunca pasarán de becarios en su primer día de prácticas que, valiendo el "Niño" sobre el papel 90 millones, no había ningún club que se atreviese a comprarlo. Y el entrevistador, con lágrimas en los ojos ante la gran perogrullada, reveladora de una confianza a toda prueba, tolera que el otro reboce cínicamente la mísera verdad en loas al rubio delantero y votos para que eche raíces en la institución.

La temporada venidera un equipo con los delanteros algo talluditos y fondos suficientes (no señalo a nadie) puede agenciarse al dúo Torres-Agüero por 76 millones. ¿Que es mucho parné? Pues hay clubes que se están gastando veintitantos kilos en cada centrocampista obrero y central que adquieren (algunos de ellos ancianos o cojos; no digo más).

De manera que, si este ejercicio las cosas funcionan, la alegría se transformará en amargura por la pérdida de los jóvenes astros, y, si no funcionan, seguiremos criándolos para la próxima feria. ¿Qué preferís?

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