Abrazados a la Miseria

El Blog de Severino Lorences

Sobre mi blog

Todo escritor es también el primer lector de una obra siempre destinada a otros. Nadie escribe para sí mismo. Asumiré, por tanto, la hipótesis de que estas páginas van a ser visitadas. Es mi blog, pero también el de cualquiera que lo abra. Lo titularé como mi próximo libro: “Abrazados a la miseria”.

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La solemnidad de los bobos

He aquí otra vez el efecto doppler del triunfalismo. Fijaos en que hace sólo una semana las expectativas rutilaban como los muslos de una miss. Hoy en cambio vuelve la pomposa y aburrida ceremonia de dar rienda suelta a un mosqueo más fingido que veraz. Toca llevarse las manos a la cabeza y azuzar a la masa para que pisotee a los jugadores y al entrenador, esos bellacos que cobran un dineral por caerse. En realidad, se trata de sintonizar lo antes posible con la parte menos reflexiva de la afición (la más numerosa), al objeto de que no se percate de la estafa de la que ha sido víctima por enésima vez, fraude al cual han coadyuvado por activa y por pasiva los bufones de la prensa especializada, sin los cuales no sería posible este cansino dejá vu. (Descontados el déficit mental severo de los desinformadores y su propensión al auto-embuste, la complicidad consciente de los mass media en el desaguisado es innegable.)

Y, cómo no, al frente de la manifestación, el presi. Al igual que antaño Gil, Cerezo está pero que muy enfadado, pues no se explica lo inexplicable (que consulte y le haremos un croquis). Él y su socio se sacrifican y desviven por el club, derrochan buena voluntad, pierden tiempo y dinero, etc., etc. O sea, los padres del ridículo son otros. Pero la autocrítica tampoco es el fuerte de los comunicadores, algunos de los cuales siguen insistiendo en el que el Atleti posee indiscutiblemente (¡oh sí!) un gran plantel, con muchos nombres cotizados (Mista, Jurado, Galleti, Pernía, Perea, Valera, Gabi…¡Uf, qué cracks!) Se trata creo yo de acendrar los siguientes tópicos: los jugadores son siempre vagos e irresponsables; el entrenador, cobarde e incompetente y los okupas, dos individuos muy trabajadores y capaces pero sorprendidos, como la afición, en su buena fe por una banda de niñatos. Los cheerleaders y los dirigentes se desgañitan y desloman, pero los futbolistas y el mister no están a la altura del esfuerzo realizado por la institución. Ergo: los jugadores valen (que yo sé mucho de fútbol) y los que los contrataron, cumplieron con creces, pero en el vestuario hay un complot para que nada funcione.

"Ahora se va a ver quién tiene ambición y quién no", proclama Cerezo. (Caramba, ¿no es un poquito tarde?) Pero en el tono conminatorio de Cerezo se insinúa que los futbolistas no quieren ganar los partidos o pasan porque no sienten la camiseta (¡qué curioso!, como el 90% de sus predecesores. Y el otro 10% debería estar bajo sospecha, ¿o ya nadie guarda memoria de cómo abandonaron la entidad los muy amantes del escudo Simeone y Kiko? Simeone nos dejó por la pasta del Lazio y Kiko a duras penas logró escapar injuriado por los ultras.)

"¡Hace falta un goleador!", proclama uno de los borderline que más chillan en los naufragios para no perder su sitio en el bote salvavidas (mientras intenta, eso sí, que sus patronos sigan incólumes. Porque Cerezo y Gil Marín, contraviniendo toda ética marinera y deportiva, son los primeros en saltar del proyecto que se hunde para subirse a otro recién botado). De pronto falta un artillero, aunque hasta ayer lo que faltaba era un mediapunta que abasteciese de balones al "Niño" y al "Kun" y mañana faltarán dos centrales, tres medios, un guardameta y dos arietes. Lo de costumbre.

De modo que el primer ¡sálvese quien pueda! lo ha gritado Cerezo. El que por la mañana no renunciaba a nada, por la tarde renunció a todo. En apenas unas horas, la fe ciega en el éxito (vamos seguro a la Champions, quizá como campeones de Liga, y, lo que es mejor aun, el Madrid a la puñetera UEFA) se agrietó y dio paso al plañir oportunista de todos los finales de temporada. Los perros, no bien deponen (DRAE, octava acepción del verbo deponer: "exonerar el vientre"), se apartan de sus excrementos; de un modo análogo, los dos mandamases del Atleti se desentienden de sus actos y declinan toda responsabilidad. Y así, por las mismas fechas en que los canadienses ajustan cuentas con sus focas, los verdaderos culpables del bochorno, travestidos de fiscales de la Audiencia Nacional, imputan a los componentes de equipo rojiblanco desidia, falta de coraje y desapego. Abierta la veda, ésta sólo se cerrará cuando el marketig invente los hitos de la próxima chaladura, justo hacia las postrimerías del campeonato, para que la gente no tenga tiempo de incendiar el Calderón con sus protestas.

(Penúltima payasada.) Acuerdo entre los Atlético Villains y los Cleveland Cavaliers, con el propósito de exportar la imagen del Atleti a los EEUU, un país que adora a los derrotados. ¡Pero si Gil Marín y Cerezo no valen ni para de hacer del Coyote en un anuncio del Correcaminos! Yo los pondría en el draft, pero no creo que me lo permitiesen.

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