Abrazados a la Miseria

El Blog de Severino Lorences

Sobre mi blog

Todo escritor es también el primer lector de una obra siempre destinada a otros. Nadie escribe para sí mismo. Asumiré, por tanto, la hipótesis de que estas páginas van a ser visitadas. Es mi blog, pero también el de cualquiera que lo abra. Lo titularé como mi próximo libro: “Abrazados a la miseria”.

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Con la venia

1.-(Epílogo.) Escribí "El Rojo y el Blanco" para que lo que pensábamos muchos viera la luz pública. Y no se trataba sólo, ni principalmente, de que una parte de la afición al balompié, harta de tanta leyenda blanca, de toda esa inflación denominada "Real Madrid", protestase con voz audible, sino de ofrecer, por contraste, otro modo de contemplar el fútbol.

Pues bien, la única parte de la obra que interesó a los pocos medios informativos que se hicieron eco de su existencia resultó ser la del antimadridismo, quizá porque halagaba la vanidad merengue (¿qué os voy a contar?, ya conocéis la monserga: "¡Nos envidian; nos aborrecen; cuán importantes somos!"), o tal vez por que le presuponían un aire de rareza freaky. Pues bien en "El Rojo y el Blanco" había un epígrafe titulado "Épica para Goliat" que no ha envejecido. Creo recordar que la víspera del último Racing – Real Madrid, un periódico tituló: "Duelo de colosos" (¡sic!), y la victoria del conjunto de Capello en el Bernabéu contra el enorme Mallorca, aquel 3 a 1 que le daba el campeonato, fue calificada de épica, cómo no.

No acabo de ver por ningún sitio la hazaña del Real en la liga 2006-2007. Se quedó antes que nadie sin obligaciones competitivas (cayó pronto en la Champions y en la Copa), tuvo mejor salud que sus adversarios (Barcelona o Valencia, por ejemplo) y ganó (o no perdió) dos o tres partidos sobre la hora, mientras que al Barça un par de rivales le empataron también en el descuento, cuando iba por delante en el marcador. En Zaragoza, por ejemplo, el Madrid tenía que vencer y no pudo, pero le dieron otra oportunidad, como a la rubia del chiste. En la racha ulterior, se enfrentó a equipos peor clasificados que prefirieron reservar a varios de sus mejores hombres (pienso en el Español) a fin de acudir a otros compromisos más importantes (la final de la UEFA). De sus adversarios, el Barça, que consiguió los mismos puntos, jugó cinco meses y medio sin Eto’o, cuatro y medio sin Messi, prácticamente toda la temporada sin Edmilson o Belleti y al final, para colmo, perdió a Márquez, que tanto contribuye a su equilibrio defensivo.

En cuanto al Sevilla, nunca creyó en sus posibilidades. Club pequeño, se dejó deslumbrar por el engañoso brillo de los trofeos menores. Pobre invitado a la mesa de los ricos, se puso ciego de entremeses y perdió la gana de comer.

2.-(Ninguneo.) Pero en "El Rojo y el Blanco" las peores cosas no se decían precisamente del Real Madrid o, para ser más precisos, de "lo" Real Madrid. La diatriba contra Gil o contra los periódicos, mucho más virulenta, fue ignorada.

Los hechos en el deporte de masas son ya de una delgadez fantasmal; hasta tal punto que uno tiene la sensación de que podrían llegar a desaparecer por completo; han quedado reducidos a ese mínimo denominador común imprescindible que representan la competición y el score, cuya evidencia —los partidos se disputan y hay un resultado— aún no ha habido modo de desmentir o negar. Y por eso no sorprende que algunas de las cosas que son vox populi nunca formen parte de la actualidad, que es la parte o faceta de lo real que trasciende gracias a los medios de comunicación (de ahí que en buena medida éstos contribuyan a configurarla; para empezar, seleccionan sus ingredientes). Pero si la actualidad es un trozo del presente que logra trascender, lo que no pasa por el cedazo de los medios de comunicación no existe, aunque suceda (o no sucede, aunque exista), al menos para la opinión pública, y por tanto resulta social y políticamente ineficaz, pues cualquier acción que pudiera ser emprendida con arreglo a los hechos revelados (a lo que se va sabiendo) exigiría no sólo que mucha gente los conociese, que fueran de algún modo vox populi, sino que el instante de la revelación tuviese carácter público.

En la fábula del rey desnudo, los cortesanos lo ven sin ropa, pero, como el soberano insiste en que está vestido, cada cual teme incurrir en su ira, si le lleva la contraria, y, como los demás tampoco se hacen cargo del escandaloso hecho, llega incluso a creer que la desnudez regia es fruto de su propia imaginación. "Veo visiones; tal vez esté loco; disimularé, no me vayan a incapacitar mis herederos", piensa para sí. Pero cuando alguien se atreve a declarar en voz alta (en público): "¡El rey está desnudo!", la vox populi deja de ser algo que pertenece al fuero interno de los individuos o un murmullo cuchicheado por unos pocos, y se convierte en certidumbre pública y por ello en principio de acción.

Si nos referimos a la esfera del deporte, y dentro de ella al mundillo del fútbol español, yo no hallo un caso igual de ninguneo que la situación del Atleti. Del club del Manzanares se habla, mucho o poco, pero se habla. Ahora bien, todo cuanto se dice es mentira, peor aún: consiste en una cháchara petulante, sentimentaloide, plagada de bulos y eslóganes y huera de todo sentido común, cuyo propósito no es únicamente rellenar el silencio con algo mil veces peor (lo cual acontece con el deporte en general, que hoy es poco más que otra forma del ruido) sino ignorar o desvirtuar los hechos de manera sistemática.

3.-(Cauta toma de conciencia de que el rey está en paños menores.) La Asamblea de Peñas del Atleti, refiriéndose a la temporada recién concluida, dixit: "Ha sido un fracaso a nivel deportivo. Pedimos que la planificación de la siguiente se haga como le corresponde a un club centenario como es nuestro Atlético y que estemos en lo más alto de una vez por todas y luchemos por todos los títulos, con una plantilla amplia y cualificada, ya que la afición se encargará de poner su granito de arena, animando al equipo como siempre lo ha hecho. Tanto la plantilla como el cuerpo técnico no han estado a la altura, siendo obligación de los estamentos directivos que les exijan un grado de compromiso y profesionalidad y que vuelen por los valores que siempre ha tenido este club".

O sea: "Con la venia, señor conde. Nosotros sólo queríamos sugerir, con todos los respetos y sin que vuecencia lo tome a mal, ¡mano dura con el servicio!". ¡De modo que este año el Atleti ha fracasado en lo deportivo! Dicho así, parece como si en los ejercicios precedentes hubiera correteado a sus anchas por senderos de gloria y que en lo económico y en lo social las cosas presentasen un cariz más halagüeño. La plantilla no ha dado la talla (quizá no fuese tan buena como se propaló), tampoco el mister. ¿Y la afición? ¿Ha dado la talla la afición? ¿Y la directiva, que lleva 20 años en el machito? ¿Y los tarados de la prensa deportiva? ¿Han cumplido ellos? Me temo que sí, que todos estuvieron formidables.

Las masas de seguidores del Madrid y del Atleti son idiotas. La del Madrid no sabe ni ganar ni perder y atribuye éxitos y fracasos a factores peregrinos; la del Atlético olvidó hace mucho lo que es ganar y le da lo mismo perder. La primera no es exigente, es niñata; la segunda, cínica. A la primera la idiotizó la abundancia; a la segunda, la miseria; a las dos, unos medios de comunicación que entierran los hechos bajo toneladas de sandeces.

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