Abrazados a la Miseria

El Blog de Severino Lorences

Sobre mi blog

Todo escritor es también el primer lector de una obra siempre destinada a otros. Nadie escribe para sí mismo. Asumiré, por tanto, la hipótesis de que estas páginas van a ser visitadas. Es mi blog, pero también el de cualquiera que lo abra. Lo titularé como mi próximo libro: “Abrazados a la miseria”.

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Omertà locuaz

(1.- Je, je., ji, ji) Txema escribe en Señales de Humo una carta abierta a cierto comunicador de la radio, de esos que se toman demasiado en serio las cuitas de todos los clubes excepto uno: el Atleti, hacia el que observa una cosa que, disfrazada de condescendencia humorística, se parece mucho a la omertà, esa institución siciliana. (El destinatario de la carta abierta de Txema es en realidad la prensa deportiva en su conjunto y no sólo el personaje al que Txema remite su misiva, personaje que no es el único adicto a la omertá; sus colegas, también la profesan. De hecho, bastaría para hacer añicos esta ley del silencio curiosamente verborreica con que uno solo la desobedeciese.)

Toda actividad con cierta dimensión pública interesa a los medios de comunicación, que son, por así decir, los intermediarios entre los acontecimientos relevantes y la ciudadanía. Y aquí, en efecto, hay algo que no cuadra: mientras que el comunicador objeto del enojo de Txema refiere y juzga (a veces en términos muy duros) lo que hacen ciertos personajes públicos (insisto, públicos) vinculados al deporte, como Piterman, Soler, Lamikiz , Villar, etc., mira para otro lado cuando se trata de referir y juzgar lo que hacen los dos pájaros de cuenta que anidan en el Atleti desde hace 20 años, en comparación con los cuales los arriba aludidos son verdaderos filántropos y almas de la caridad. ¿De dónde provendrá ese privilegio del que disfrutan Cerezo y Gil Marín, quienes son tratados como personas estrictamente privadas, lo cual, a efectos de la opinión pública (insisto, pública), significa ‘invisibles’? Porque no me digáis que no se parecen al personaje de Wells y que no se aprovechan como él de la invisibilidad para cometer sus fechorías. (¿Cómo, si no fueran invisibles, habrían podido Gil Marín y Cerezo atravesar indemnes dos décadas de okupación y saqueo sistemático de la entidad rojiblanca?)

Las sentencias judiciales, incluso si nos atenemos únicamente a las relacionadas con la administración del Atlético de Madrid (aunque ¿quién duda, por ejemplo, de que, si el patriarca viviera aún, estaría en la cárcel, como sus amiguetes, acólitos y empleados de la "Trama Malaya"?), y los pésimos resultados deportivos son indiscutibles y abruman por su contundencia. Sin embargo, aún se discuten y no abruman a nadie. (Así, del locutor que tanto indigna a Txema, recuerdo que sólo se sulfuró contra Gil –el rebote le duraría un minuto– cuando el Atleti iba en el furgón de cola de la segunda división. Debió de intuir que el gran salto hacia atrás –de la primera a la segunda B en dos temporadas– era demasiado potente y elástico, incluso para él, tan dado al je, je y al ji, ji a costa del Atleti.)

Los detectives de las novelas policíacas, y también los que trabajan en muy reales comisarías, suelen preguntarse: Who profits from the crime? ¿Quién se beneficia del crimen? (y, consecuentemente, ¿quién practica la omertà cómplice?). Sacan tajada de la situación calamitosa del Atleti los señores Cerezo y Gil Marín, verdaderos artífices, junto con el difunto patriarca, de su ruina y desprestigio hodiernos. A los dos compinches no se les ocurriría ni por lo más remoto declarar la verdad, aunque tampoco se pueda afirmar que permanezcan calladitos. Al contrario, hablan por los codos, aunque su cháchara futurista (se han especializado en un tema: el risueño porvenir del Atleti) sea un miserable harapo que apenas cubre un esqueleto.

Desde el punto de vista institucional, el principal beneficiario del formidable estropicio que los okupas y sus secuaces han causado al Atleti es desde luego el Real Madrid, que nunca se vio en otra tan estupenda: el Atlético más débil en un siglo, dirigido por unos individuos que, en tanto que hombres públicos, son unos perfectos idiotas y, en tanto que dirigentes deportivos, unos auténticos ceros a la izquierda. Hay gente muy hábil para los negocios (turbios o no) y muy negada para lo demás.

No, nunca dos dirigentes rojiblancos cayeron tan bien en Concha Espina como los actuales, y se comprende el porqué: al madridismo le interesa que los okupas sigan sacrificándose y desviviéndose por la entidad colchonera. (Nota bene: la debilidad del Atleti tiene un valor estratégico para el Real Madrid, pero no viceversa. Esto es: al Madrid podría irle mal sin que al Atleti le fuera mejor, gran novedad que trajo la okupación y que suministra una idea exacta de la magnitud del daño infligido por los golfos al Atleti.)

Los malhechores y los beneficiarios indirectos de sus fechorías profit from the crime, pero los administradores de la omertà locuaz son los medios de comunicación. La prensa de Madrid es madridista y trabaja, no para informar, sino para fortalecer al merengue: es el puntal más conspicuo del lobby blanco. En la prensa de Madrid laboran una docena de sujetos que presumen de colchoneros (entre ellos, el locutor de Txema), los cuales no pueden, por motivos obvios, salirse de las pautas establecidas para toda la manada. Ahora bien, ¿lo harían si no pesase sobre ellos una amenaza –me refiero a perder el favor de las audiencias– peor que la del despido fulminante? La pregunta no es retórica porque domina la sensación de que los comentaristas e ideólogos del Atleti son los peores: los más botarates, los más cínicos, los más intoxicadores, los más sumisos a la consigna de la omertà locuaz. Pues bien, la respuesta acertada es ‘no’. Y conste que no hablo de ayudar al Atleti, cometido enteramente ajeno a la labor de un periodista, sino de informar sobre el Atleti, por lo menos al mismo nivel cicatero para con la verdad de que gozan otros clubes: el Bilbao, el Betis, el Valencia… (Soy de los que firmarían el siguiente trato: todo el marketing para el Real Madrid; una migaja de información para el Atleti.)

En los años 60, una carta de Saporta a Bernabéu (documento que exhumó Bernardo Salazar para su historia del Real Madrid) probó que los periodistas de entonces figuraban en la nómina del club de Chamartín y le costaban ¡más que su sección de baloncesto! (Saporta, quizá intuyendo que podían mentir gratis, le rogaba a Bernabéu que redujese gastos.) ¿Los que ahora callan con muchas palabras (y todas necias) ante los destrozos de los okupas lo hacen de balde o a cambio de algún favor, bien, servicio o momio? Es la única circunstancia que queda por esclarecer de este vidrioso (y, sin embargo, transparente) asunto.

(2.-Estadística bribona.) El informe apareció en un periódico especializado —como los demás— en arrojar tinieblas sobre lo que sucede y en volver tarumba a un público ya medio imbécil. Aparentemente objetivo, entraña una alegre naturalización de la injusticia, del tipo "el mundo es como es, y no hay que darle más vueltas". Me he limitado a poner los (sic).

"Temporada 2003-04: el Barcelona realiza una memorable remontada en la segunda vuelta de la Liga (adelanta al Madrid, que le sacaba 18 puntos, y no alcanza al Valencia por los pelos) a pesar de sufrir 14 expulsiones (récord del club azulgrana en una Liga) y de lanzar sólo tres penaltis. Temporada 2004-05: el Barcelona conquista el título de Liga (el primero desde 1999) en dura pugna con el Madrid después de sufrir apenas dos expulsiones (su mejor cifra desde 1989) y de lanzar diez penaltis.

Entre una y otra campaña, además de perfeccionarse el juego de un equipo que se iba a convertir en poco tiempo en el mejor de Europa, el cambio drástico (sic) en los datos arbitrales coincidió con el apoyo de Laporta a Villar en las elecciones a presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) que se celebraron en el otoño de 2004. Mientras, el Madrid, gran rival del Barcelona y acusado de favores arbitrales desde hace décadas, recibió un trato de equipo vulgar (sic), como cualquier otro de Primera, y tuvo que penar, por ejemplo, con 21 expulsiones entre las temporadas 2005-06 y 2006-07.

Pero las cosas han cambiado (sic) en la Liga en curso para regocijo de los mal pensados (sic). El Madrid vuelve (sic) a recibir el trato de un equipo grande al tiempo que sus relaciones con la RFEF han mejorado tras la dimisión de Florentino Pérez, el triunfo de Ramón Calderón y el acercamiento del nuevo presidente blanco a Villar, que necesita más ayuda que nunca para ganar las próximas elecciones.

Los errores (sic) arbitrales han facilitado que el Madrid resolviera dos partidos en el Bernabéu, ante Almería y Mallorca, que en temporadas recientes habría perdido sin discusión (sic). Además, le favorecieron ocasionalmente en otros encuentros debido a este nuevo (sic) respeto (sic), que le ayuda a mantener el liderato. El Barcelona está atravesando una crisis (es tercero a cuatro puntos del líder) y eso que también ganó dos partidos en su campo con la fortuna (sic) de su lado, ante Athletic y Almería.

Ahora, los datos se han nivelado, incluso benefician al Madrid, con 3-1 en expulsiones y 2-0 en penaltis en esta Liga (2-2 y 3-3 para el Barcelona en estos apartados). El equipo azulgrana destaca en tarjetas amarillas (34-21 a su favor). Habrá que seguir la evolución de los acontecimientos (¡SIC!)

Comentarios

Javidelugo ha opinado:

Conclusión. Este tipo se ha convertido en El Padrino del fútbol español. Ahora bien, queda bien retratado como periodista y cómo persona.

Él y sus dos bufones (Ruíz y Manuel E.)componen el trío de lo que para este Grupo mediático (con muchísima influencia sobre el Madrid)debe representar el Atlético: estupidez, bobería, ingenuidad y atontamiento.

La corriente torrentiana no debe  dejar recordar que fuimos un club serio, señor, respetado en España y de tanto prestigio como el Real.

La historia desenmascará a estos canallas que viven de los escombros de lo que antaño fue un gran club de fútbol.

Saludos.

# diciembre 5, 2007 12:42

Madder ha opinado:

Impresionante lo del "informe" vamos que es normal que los arbitros traten a unos como grandes y a otros "como un equipo vulgar". Me gustaría saber quien firma eso.

# diciembre 5, 2007 8:32

marianux ha opinado:

Con escuchar la forma y el fondo de la respuesta que musitó al oyente que le increpó en su espacio por la diferencia de trato tan evidente, tan hiriente y reveladora que dispensaba a Soler frente a la que dispensaba a los que okupan el palco del Calderón, sólo con éso cualquiera puede empezar a sospechar lo que muchos lo hacíamos desde hace tiempo.

# diciembre 7, 2007 12:52