Abrazados a la Miseria

El Blog de Severino Lorences

Sobre mi blog

Todo escritor es también el primer lector de una obra siempre destinada a otros. Nadie escribe para sí mismo. Asumiré, por tanto, la hipótesis de que estas páginas van a ser visitadas. Es mi blog, pero también el de cualquiera que lo abra. Lo titularé como mi próximo libro: “Abrazados a la miseria”.

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Baraca

(DRAE: "En Marruecos, don divino atribuido a los jefes o morabitos".)

Agüero cazó un obsequio de Hildebrand (que debería apodarse como la cabra más loca de Heidi) y el Atleti se quedó con los tres puntos. A la vista de lo sucedido en el primer tiempo, cuesta creer que el Valencia no vaya último; y a la vista de lo acaecido en la segunda parte, lo inverosímil es el puesto que ocupa el Atleti. El match consistió en la agonía de dos agonizantes: un tostón lento como un funeral de Estado, con las dos aficiones agarradas a sus escapularios y al borde del jamacuco, también llamado sinflús (dos términos del argot de la calle que significan ‘síncope’, aunque el jamacuco esté más próximo a la alferecía).

El Atleti, mientras les dura el frescor a los del medio, empuja algo, y, si el balón lo traslada Simao hacia la jungla donde viven Agüero y Forlán, parece como que juega. Lejanos ya los festines goleadores, el cuadro del Manzanares se diría estabilizado en torno a una cierta capacidad de resistir o de sufrir. Está mal, pero otros están peor. O lo que es lo mismo: el Atleti es el tuerto con una nube en el ojo sano, cuando muchos de los otros ya venden cupones.

El Valencia, sin ir más lejos. Su motor de ayer, Baraja, ¿a quién no le recordó una tartana de ejes chirriantes en lastimero tránsito por un barrizal? (¡Cómo sería la cosa que salió el recién llegado y juvenil Banega y parecía un general en jefe!) No entiendo que Koeman no alinee a Zigic, cuya mole produce huecos y siembra la inquietud en las zagas rivales, ni la extravagancia de colocar a Arizmendi en un lateral.

Sobre las cabezonerías de Aguirre tampoco me extenderé: para poner a Reyes de interior diestro es mejor dejarlo en el banquillo y jugar con diez. La titularidad de Maxi es un regalo del coach y la de Abbiati, dos. Prescindir de Maniche cuando la alternativa es Santana constituye una temeridad, y no multar a Eller por su manía de arrimar la cebolleta en los marcajes, una dejadez de funciones. Aunque mientras le dure la flor al "Vasco"… En fin, el domingo se verá si la baraca de Aguirre es superior a la de Schuster. Claro que a los merengues pudiera bastarles con Muñiz. Ellos lo llamarán fortuna, pero tiene otro nombre.

Comentarios

leivinha ha opinado:

Discrepo amigo Severino sobre la titularidad de Abbiati, al que considero buen portero, atrevido en las salidas y con mando en su área. Una excelente parada suya evitó el gol del Valencia.

# enero 18, 2008 9:52

supercolchonero ha opinado:

Desgraciadamente lo veo como Severino. Ni Reyes, ni Maxi aportan casi nada. Eller hace falta cada vez que salta a disputar un balón. Cléber no parece brasileño. La falta de calidad en los hombres de atrás es pavorosa e incluso Forlán no se encuentra en su mejor momento.

# enero 21, 2008 8:41