Abrazados a la Miseria

El Blog de Severino Lorences

Sobre mi blog

Todo escritor es también el primer lector de una obra siempre destinada a otros. Nadie escribe para sí mismo. Asumiré, por tanto, la hipótesis de que estas páginas van a ser visitadas. Es mi blog, pero también el de cualquiera que lo abra. Lo titularé como mi próximo libro: “Abrazados a la miseria”.

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Taquigrafías (V) (Mejor así)

Mejor así porque es preferible perder en el último minuto que empatar o ganar por culpa del árbitro. Por cierto: debemos a Gil Marín y Cerezo otro hito en la historia del club que okupan: el de perder robando. (Doy mi palabra de que jamás presencié algo semejante en un Atleti-Madrid.) De hecho, el gran nivelador del encuentro fue Clos, el trencilla. Gracias a él hubo partido en la segunda mitad. No es que el Madrid practicara un fútbol de alta escuela durante el primer periodo; es que la zaga del Atleti consiste en unos muñecos de plástico dispuestos en línea, como los dummies que, en los entrenamientos, forman la barrera con la que se ensayan los golpes francos.

Perea e Heitinga se sobraron y bastaron para hundir a su equipo. Del holandés se dice que juega lesionado (peor aún: que vino lesionado). Pero es un mal defensa, como todo el mundo pudo comprobar cuando Van Nistelrooy, de espaldas a la portería rival, dominó el esférico con un movimiento que auguraba el giro veloz y el chut. Heitinga le dejó hacer. Los defensas del Madrid, en cambio, siempre interpusieron la bota, la rodilla, el codo, la pierna; nunca permitieron que sus oponentes dispararan con comodidad.

El único jugador del Atleti que estuvo a la altura táctica del Madrid fue Assunçao. El Madrid es un buen conjunto sin grandes figuras; homogéneo y adiestrado (por Capello), no tiene jugadores tontos ni tristes. El Atleti tiene un tonto de capirote: Perea y más de un triste (Pernía, por ejemplo, es un representante conspicuo de la raza de los tristes.)

Aunque mucha gente cree que la garra es un buen sucedáneo de la clase y del vigor, un equipo que puede poner en liza a Van der Vaart y a Drenthe durante los postreros 15 minutos, cuando el adversario únicamente puede echar mano de Luis García o De las Cuevas, cuenta con bastante ventaja. Sin embargo, la perenne alineación del zurdo catalán prueba que Aguirre es un entrenador de idea fija (sólo tiene una y copiada de Rikjaard: alinear a los interiores en la banda opuesta a la aconsejable por su condición de diestros o zocatos). El "Vasco" vive de espaldas al dios de los pequeños detalles y éste se venga haciéndolo víctima de sus diabluras.

Ya sé que es pedirle la Luna a un futbolista que viaja en vez de entrenar y que no ha tenido tiempo aún ni para hacerse los análisis de la pretemporada, pero el admirable Agüero, el exhausto Agüero, ha de concentrarse más cuando dispara o cuando da el último centro. Sus regates e incursiones nivelaron la contienda, pero sus errores en la asistencia y en el tiro también contribuyeron a que los blancos salieran indemnes del choque.

Tan feliz estaba el once local con el empate que se fue a celebrarlo un minuto. Quizá los futbolistas rojiblancos no podían ya con su alma y la igualada les sabía a victoria. O tal vez son así de inconscientes. Ya en Barcelona extrañó que accedieran a intercambiar las elásticas con sus vapuleadores culés en paz y armonía. Es el signo de los tiempos y lo es en este caso por partida doble: a casi todos los futbolistas de hoy les encantan las gansadas sobre el césped y los del Atleti, por ende, trabajan para una institución subnormal.

Comentarios

Pereira ha opinado:

Cmo siempre Severino en el clavo.

# octubre 22, 2008 2:27

supercolchonero ha opinado:

Hay más malos y tontos en este equipo y el problema no es capaz de resolverlo el entrenador después de dos largas temporadas. ¿No se da cuenta o traga con lo que tiene?

Un abrazo

# octubre 26, 2008 11:33