Abrazados a la Miseria

El Blog de Severino Lorences

Sobre mi blog

Todo escritor es también el primer lector de una obra siempre destinada a otros. Nadie escribe para sí mismo. Asumiré, por tanto, la hipótesis de que estas páginas van a ser visitadas. Es mi blog, pero también el de cualquiera que lo abra. Lo titularé como mi próximo libro: “Abrazados a la miseria”.

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Calderilla

(El milagro.) Un equipo cuyo presupuesto roza o supera los 120 millones de euros elimina de la Copa a un conjunto de Segunda que lleva dos meses sin ganar un partido en la categoría de plata, ¡y lo llaman “milagro”! Aseguran que es la primera vez que el Atleti remonta un 3 a 0 en la Copa. ¿Había sido goleado antes en la ida por un rival tan flojo?

(Pureza de linaje.) Uno de los hechos escamoteados por los comentaristas que glosaron el ridículo de Huelva fue el de que más de un tercio del once de Sánchez Flores era canterano. De Gea y Domínguez caen bien porque son de los nuestros. Reyes y Jurado caen mal porque son de la acera de enfrente. De Gea salió el jueves en falso tres veces (en dos de ellas dejó la portería vacía) y sacó mal (corto y al adversario) en un par de oportunidades. En cuanto a Domínguez, nada en él anuncia una figura, pero es diligente al taponar los centros laterales, se entiende con A. López, no se coloca mal, es zurdo… ¿Está cumpliendo? Quizá, pero sin alharacas. Claro que mucha gente, acostumbrada a considerar estándar el rendimiento de Perea, ve en Domínguez un proyecto de Beckenbauer. Reyes es también zurdo y, sin ser un crack, es rápido y tiene clase. Si despabila fuera del campo, quizá le dé tiempo a coger el último tren en el campo. Y Jurado (el feble y amanerado revenant de la Quinta del Buitre) ha hecho dos partidos bastante aceptables contra el Valladolid y el Huelva. Es igual; ni Reyes ni Jurado son Camacho, un prototipo del paladín que no interviene en las batallas y que cuando lo hace deja la impresión de que ha salido otro jugador en su puesto; Camacho ya es un ídolo (como corresponde a un colchonero de pura cepa). Otro hombre que goza del favor de los amigos de la cantera es el navarrico Raúl García, que llegó de chaval y al que se le suponen los valores de la raza (pundonor, carácter, aptitudes para el liderazgo…). Pero García, incluso en sus buenos partidos (pocos, muy pocos), regala el balón demasiadas veces y no por escasez de técnica o por despiste. Su problema, de constitución y por tanto sin arreglo, es físico: nada ágil en los giros, cuando quiere reaccionar para escapar de la presión de los rivales es tarde. (Nueve de cada diez espectadores confunde la lentitud -una característica corporal- con la desidia -un rasgo del temperamento o de la psique-.) Si García pacta con este defecto suyo y desarrolla virtudes compensatorias, si es alineado en una demarcación en la que se sienta seguro, si es rodeado de compañeros veloces, entonces, a lo mejor, quién sabe…

Luego está Forlán, maldecido por unos e idolatrado por otros, cuando resulta evidente que exhibe las mismas virtudes y defectos que en temporadas anteriores: es veloz, se mueve bien y chuta, pero rifa la pelota. (No es que sea egoísta; es que le falta un tornillo; al ariete uruguayo le flaquea el criterio como a otros las piernas o los pulmones.)

(Sangre fría.) El mister, que escenificó un globo monumental después del papelón onubense y que acertó a convertir esa sonrojante derrota en un revulsivo, no estuvo feliz anteayer porque con el 4 a 0 pudo y debió reforzar el centro del campo donde el coloso del primer tiempo (Assunçao) daba señales de fatiga. ¿Qué diablos le ocurre? ¿Por qué no reacciona?, pensaron numerosos aficionados. Pues que se le acumulaban los contratiempos: el patatús de Agüero, la voltereta de Reyes, los dolores de Domínguez, el azogue o el baile de San Vito de Perea… Quizá decidió esperar a ver qué pasaba. Pero el dictamen del hincha fue sumario: no tiene ni zorra. (Sánchez Flores es otro que estuvo en el Madrid.)

(Sufridores.) La idiotez (¿y cuál no?) se ha popularizado: la gente del Atleti es sufridora. (Lo increíble del asunto es que los así motejados, al parecer, están felices con el mote; acaso crean que es otra seña de identidad.) Ahora bien, los que llaman sufridores a los aficionados colchoneros no se refieren a su lastimosa pasividad ante los okupas. (Si los aguantan es porque quizá congenien con ellos; o porque tanto “Atleti lo, lo, lo, lo” -un cántico que condensa la estupidez como pocos- les ha vaciado el cerebro de materia gris.) No, lo afirman por las alternativas dramáticas en los duelos contra el Huelva. Pero, por ventura, ¿no son sufridores los forofos de los cuadros que más encuentros decisivos disputan? El Barcelona y el Sevilla han sufrido mucho últimamente. Los culés que contemplaron cómo Iniesta clasificaba en el último suspiro al Barça frente al Chelsea en el descuento sufrieron como condenados. Los del Chelsea, viendo cómo Terry tenía en sus botas la Champions y se la donaba al Manchester, también. Y los del Manchester, a punto de ser ejecutados en sus asientos por el citado Terry, ni que decir tiene. El juego con la incertidumbre, una de las gracias del deporte, es ese sufrimiento que la muy obtusa grey de los locutores futboleros malinterpreta una vez y otra.

(Salvio.) Los vídeos muestran lo mejor de cada futbolista y ocultan lo peor. Por eso no conviene fichar por vídeo. Los vídeos de Salvio no muestran ninguna excelencia, ni con la pelota ni sin ella, lo cual es muy sospechoso. Hay videos de Agüero, de cuando actuaba en Argentina, que son un primor (goles después de varios regates que indician el fenómeno). Lo visto de Salvio sólo da para el marketing de un Pedro León o de un Álvaro Novo, aquel ocho del Mallorca que se ahogó en el Manzanares. Si es argentino, será listo y tendrá amor propio. O yes, pero Gil Marín y Cerezo se las han arreglado muy a menudo para hallar tuercebotas hasta en Brasil. Así consiguen que la plantilla esté siempre por cerrar y el trasiego de jugadores sea constante. Una vez adquirido, el futbolista ya no sirve para nada, salvo para ponerlo en el mercado otra vez.

(El arriero indecente.) De pocas cosas puede uno estar tan seguro como de que en este preciso momento Cerezo está pensando o profiriendo alguna parida, pues así como Odiseo era “fecundo en ardides”, Cerezo es la Cabra Amaltea de la memez. Uno de sus antiaforismos preferidos: “Los futbolistas juegan donde quieren”. Falso. Agüero quiere seguir jugando en el Atleti, pero no se lo permitirán Cerezo y Gil Marín. La siguiente tampoco es de nuevo cuño: un arriero compra un burro cojo; el arriero sostiene que la culpa no es suya, sino del que se lo vendió, de quien le advirtió que cojeaba o del propio burro. Cerezo puede entregarse impune al bla, bla, bla porque los representantes de la opinión pública (los periodistas deportivos) son un hatajo de asnos. Y no es difícil adivinar de qué pata cojean.

Comentarios

Javidelugo ha opinado:

Cada vez da más la sensación de que este Atlético contemporáneo se ha convertido en un equipo que como mucho sólo puede aspirar a ganar una Copa de vez en cuando.(Pero una Copa cada vez más devaluada ¿es serio que un segunda te meta tres y despues remontes cual hazaña europea ¿qué ha sido del partido único, esencia de la Copa?)

Del perfil de los Betis, Zaragoza o Espanyol. Y este año, parece que el camino a la final no es una utopía.

Quizás sea el último recuerdo que nos deje Agüero antes de ser traspasado.

Eso si la brutal irregularidad no lo impide.

La pregunta es: ¿cuántos años más de coartada obtendrían los okupas si levantasen una copa?

Ya vimos que un cuarto puesto da mucho de sí.

¿Dónde está la línea que separa la cochambrosa S.A.D. de Gil y Cerezo del viejo club de fútbol de rayas? ¿Cómo lograr identificarse con una empresa que es la viva imagen de sus dueños?

Creo que esta gentuza hará desaparecer el club antes que vender sus acciones.

# enero 18, 2010 8:30