Abrazados a la Miseria

El Blog de Severino Lorences

Sobre mi blog

Todo escritor es también el primer lector de una obra siempre destinada a otros. Nadie escribe para sí mismo. Asumiré, por tanto, la hipótesis de que estas páginas van a ser visitadas. Es mi blog, pero también el de cualquiera que lo abra. Lo titularé como mi próximo libro: “Abrazados a la miseria”.

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Bandidos y desbandadas

I.- (La cucaracha.)

"Quizá no hemos sabido explicarle a Agüero qué significa irse al Madrid". Al margen del cariño que le profesemos a Torres, esa frase oscila entre la cursilada y el embuste piadosillo. Que le digan a Agüero: ¿Che qué te parecería jugar en Racing? (Racing, para quien no lo sepa o no caiga es el otro equipo de Avellaneda, el "archienemigo" de Independiente.) Agüero sabe muy bien lo que significa irse al Madrid: cambiar una camiseta perdedora por otra ganadora, y no le importa dejar al Atleti en la estacada porque a muy pocos atléticos les importa que su club se arrastre sobre el bajo vientre. De modo que Agüero no abandona el Independiente por el Racing, ni el Barça para fichar por el Madrid (como hizo Figo), sino que cambia una sombra o broma de club por otro poderoso y pujante. Y lo que ha percibido Agüero en todos estos años de militancia colchonera (en los que también ofició de forofo, sin que nadie lo azuzara; una vez dijo: "¿Ha perdido el Madrid? Que se joda."), es que Gil Marín y Cerezo no quieren un Atleti competitivo y, lo que es peor, la fiel hinchada, tampoco. Convicta de su superioridad moral -que sospechosamente nadie pone en duda-, superioridad que sólo brilla más que el sol cuando el equipo pierde, el vicio no tan secreto de la hinchada consiste en preferir la derrota. Agüero no quiere ni puede adherirse a la derrota porque no tiene ninguna falsa superioridad que preservar. Él ambiciona disputar los grandes trofeos, no verlos por televisión. Él pretende llegar a mayo vivo y con aspiraciones, y no pasarse los lunes al sol desde enero. (Al sol o al relente de la noche, para gozo de chinos, indonesios y malayos.)

Y difícilmente puede haber "traición" o "defección" en el hecho de que la única estrella del Atleti se pase al Madrid, como cuando Hugo "chaqueteó" (nunca usaremos suficientes comillas o itálicas para referirnos a estas cuestiones), porque el Atleti y el Madrid no están en el mismo plano. Tampoco lo estaban ya cuando Hugo, pero aquella suave cuesta abajo rojiblanca se antoja, con el discurrir del tiempo, una cumbre virgen frente a la sima de hoy. (La amarga paradoja es que mientras el Madrid -probablemente el segundo mejor equipo del Viejo Continente y con ambiciones de desbancar al Barça- puede mejorar con Agüero, al Atleti no le sirve el Kun ni para quedar por encima del Bilbao.)

Pero muchos seguidores rojiblancos han vuelto a picar y disparan con posta gruesa contra el 10 del Atleti, el cual se acostó ídolo y se levantó inmundo insecto arrastrante, una metamorfosis que no hubiese imaginado ni el propio Kafka. (El colmo lo constituyen esas almas bellas que le vaticinan retortijones de conciencia y un indeleble estigma de Judas, cuando no leen en las rayas de su mano una inminente fractura de tibia y peroné.)

Tan infalibles en su aborrecimiento como la proverbial escopeta de feria, los hinchas auxilian a los okupas, quienes están deseando que el Madrid compre a Agüero porque han constatado que, si éste cruza la calle, los forofos transferirán su impotente rabia al futbolista y se olvidarán de los auténticos tejedores de la maraña en la que está atrapado el Atleti. (El caso de Raúl ya fue muy ilustrativo; jamás el aborrecimiento recayó en quienes se lo regalaron al Madrid, sino que lo recibió compacto, en masa, el propio deportista, cuya carrera ha ido desde entonces de tumbo en tumbo, como nadie ignora, incapaz el niño que quería ser Marina de levantar cabeza y hacerse un nombre en esto del balompié.)

Que se vaya Agüero es una contrariedad que induce en los seguidores del Atleti una suave melancolía (¡ay!), pero que se mude al Bernabéu es una desgracia ciclópea, una calamidad incalculable, que nos deja transidos de furor. A un atlético de corazón yo le pido cabeza, pero es inútil; no sabemos ni cabrearnos.

 

II.- Parada de famosos

Creo haber escrito que lo único respetable de una opinión es la mandíbula del que la profiere. Y si nos decepciona Torres por sus quites a los destructivos okupas y recelamos que se esté trabajando el regreso, para cuando decida honrar al Atleti con su vejez, ¿qué pensar de toda esa banda de celebridades que han obsequiado en las últimas fechas a la opinión pública con su catálogo de jeremiadas, estupideces y cinismos? Así, Juan Luis Cano lloriquea: "Papa, por qué me hiciste del Atleti", y esboza quejumbrosos reproches, más que críticas, y ello no sin disculparse. Como intuye que algo de lo que puede decir quizá arrugue el entrecejo de los okupas, se justifica: "He dado tantas veces la cara por este club". Tú qué vas a dar. Tú te has relacionado con los okupas durante infinito tiempo, y ahora has decidido o comprendido, más vale tarde que nunca, que ya no te pueden pedir (o quizá dar) más, y por eso te alejas del coro oficial de patrañas y gansadas del que fuiste voz notoria. Afirma el señor Cano que se va porque está harto de "las milongas" del club. ¿¡Milongas los embustes, las golfadas, las tomaduras de pelo, las estafas, los enjuagues, los delitos!? Al parecer lo que más incomoda al señor Cano es esa pequeña diferencia entre lo prometido en julio y lo otorgado en septiembre. Pero también es un penetrante analista: "Luego llegó el declive ¿Cuándo empezó? Creo que todos los atléticos, e incluso quienes no lo son, lo saben". O sea, a buen entendedor... ¡Caramba! very polite el nene y de los rápidos en percatarse de los problemas. Los que no son del Atleti por supuesto que se han enterado y desde el primer día, pero muchos de los que lo son aún viven de espaldas a la realidad porque hay aficionados conspicuos como éste que se atienen al mandamiento no mentarás el nombre de los chorizos en vano y que han estrechado ad nauseam la sucia diestra de los bribones. A la pregunta "¿Cuándo empezó?" se responde con un nombre: "Cuando vino Gil", pedazo de gallina clueca. "Por cierto, es triste también comprobar que el Kun lo bueno de verdad sólo lo tiene en los pies. Le doy las gracias por estos años y que le vaya bien. O mal, que el destino casi siempre es caprichoso".  Hay que meterse un poco con Agüero, que es lo facilón y lo cobarde; nada más descansado que remar a favor de la corriente.

Pero en seguida llega y hace bueno al señor Cano el director de cine Díaz Yanes, quien para revestir su declaración de colchonerío trascendental, se pone la camiseta a rayas. Él tampoco es "sospechoso". He aquí su perla: "De cinco años a esta parte no se han hecho bien las cosas" (¡sic!). ¡Hombre!, robaron un club y se bajó a Segunda, por citar dos nonadas ocurridas fuera del último lustro.

No obstante, como los récords están para ser batidos, pronto supera tan prometedoras marcas Pancho Varona: "Yo siempre digo que cuando más feliz me hace el Atlético es en julio y agosto". Debe de ser que el tinto de verano se le sube a la cabeza no bien huele la gaseosa. "A mí la directiva siempre me ha tratado muy bien, me encargaron el himno junto a Sabina y les estoy agradecido (es innecesario que lo jures). Quizá existe un cansancio de ellos con la gente y de la gente con ellos. La solución podría ser un cambio (¡sic!). Los directivos actuales podrían marcharse y lo harían por la puerta grande" (¡sic!). Un párrafo digno de la más selecta antología de la memez, que estalla de ridículo cuando se piensa que no hay puerta lo bastante grande para que salgan del club los okupas junto con su ingente botín.

"No entiendo cómo los dirigentes no se han cansado (para este cansino todo se reduce a una cuestión de fatiga) y se han ido. Son muchas cosas las que tienen que aguantar. Deben de estar exhaustos de que cada día los pongan a parir constantemente". ¡Oh sí, están hundidos en la miseria, profundas arrugas les cruzan la frente; no tienen fuerzas ni para acariciar las cabezas de sus perros; sólo ánimos y dedos para contar billetes.

"Quién no aspira a jugar en el Madrid o en el Barcelona. En ese aspecto tenemos que aceptar que somos el tercero detrás de ellos" (¡sic!). Ya te gustaría para un día de fiesta que el Atleti fuese el tercero de algo, mamarracho. "En calidad (¡sic!) y cantidad de seguidores somos mejores que Villarreal, Sevilla o Valencia".  Completamente de acuerdo: entre la afición rojiblanca abundan los gilipánfilos de calidad extra.

Pero a este concurso por ver quién expectora la mayor idiotez y camufla mejor un esqueleto con la ayuda de un harapo, no tarda en apuntarse el próximo director del Instituto Cervantes de Nueva York, si no lo evita el sentido común, el periodista Javier Rioyo. "Para mí el Atleti es un equipo que siempre intenta ir hacia arriba. No es un equipo predestinado a la derrota, pero a veces no sé muy bien lo que le pasa (¡sic!). Casi siempre monta un buen equipo (¡sic!), con buenas individualidades (¡sic!) y luego no termina de funcionar. La culpa entera tampoco se puede achacar al entrenador ni a la directiva (¡sic!). Da la sensación de que le persigue un espíritu, algo muy superior (¡sic!). O sea, no está predestinado, pero está predestinado.

"Económicamente, se invierte (¡sic!) muy mal (¡sic!), pero hay algo que hace pensar que ni moviendo las piezas de otra manera las cosas serían distintas (¡sic!). Por ejemplo, ¿por qué se ha contratado a Manzano?"

Porque lo decidió así el fantasma de la Ópera, que le ha tomado gusto a las travesuras a costa del Atleti; es él quien contrata a los entrenadores y a las buenas individualidades y conjunta los buenos equipos, que, empero, no terminan de funcionar. ¿Alguien le ha hecho un examen psíquico a este pájaro de cuenta? ¿Vamos a pagar con nuestros impuestos el salario de semejante fumao?

"Soy amigo de Cerezo (¡acabáramos!), y le canto la gallina (cacareas bastante mal), pero una cosa que he notado es que tiene menos poder del que debería (¡sic!). No soy partidario de este renovado (¡sic!) gilismo, aunque el hijo no sea el padre (...) Es lógico que la afición se rebele" (¡sic!). ¡Ah!, ¿pero se ha rebelado? No tenía la menor noticia. Por último, "el club está en la senda de la mediocridad".  ‘Mediocridad' funciona, en el particular diccionario de este sujetillo, como sinónimo de la nada o de la muerte. El Atleti va camino del camposanto, ruta atravesada por la senda de los sicofantes calumniadores de su situación y lameculos de los okupas. (Por ejemplo, el solista de Nacha Pop hace una aberrante defensa de Gil Marín; lo conoce muy bien y le consta que es trigo limpio.)

En fin, el líder del conjunto "El Canto del Loco" se abre sin más y no juzga para no ser juzgado; y el portero del Ciudad Real, Hombrados, cree que no se persevera en una línea lo bastante, que falta paciencia. Llevan un cuarto de siglo saqueando el club con toda meticulosidad, sin apartarse de esta línea un milímetro, y al bueno de Hombrados le parecen pocos años y zigzagueantes. ¡Y eso que él presenció en primea fila cómo liquidaban el balonmano del Atleti!

El secreto a voces es que los fatales (que no fatalistas) famosos venden a los ciegos cupones de resignación. Son gente de la pomada, con miles de amigos a los que no conviene perturbar o molestar. Están a bien con las autoridades; se deben a un público o a unas empresas cómplices de Gil y Cerezo, que han colaborado de mil maneras con ellos; de ahí que su discrepancia, si la hay, se limite a un ¡jolín!, murmurado a regañadientes. Usan su faceta de rojiblancos conocidos para hacer relaciones públicas y amasar popularidad;  pero su olfato les dice que el final de los okupas y acaso también el del club se aproximan, y algunos de ellos no quieren perder la oportunidad de disentir ma non tropo, al objeto de que nadie ose imputarles complicidad en el derribo y de adelantar a los distraídos en la siguiente cola, pues ya lo advirtió Jesús de Nazaret: "Los últimos serán los primeros". La salud tampoco vendrá de aquí.

Comentarios

Javidelugo ha opinado:

Totalmente de acuerdo. La afición vive con demasiado romaticismo (o estupidez) este negocio. Si están descontentos que no le den más dinero a los que le chorizaron el club. El viejo Atlético ya no existe. Esto es el cortijo de dos tipos que han venido a sacar tajada del prestigio que un día tuvo este club.

Respecto a Agüero, a la afición colchonera le da igual que se venda a cualquier club, pero no quiere que vaya al Madrid.

El fondo es el mismo: El Atlético de los Gil y Cerezo es una ruina que es incapaz de retener al buen jugador de turno. Denle las gracias a los del palco (la zona innoble).

No quieren ver plasmada su inferioridad en la ciudad. Lo saben pero no quieren escenificar el estercolero en qué han convertido al Atlético.

Si sirve paa que haya más críticos con los okupas, hasta quizás sea productivo.

Un apunte:

".....al Atleti no le sirve el Kun ni para quedar por encima del Bilbao.)"

En Bilbao no gusta que a su Athletic Club le llamen Bilbao sin más.

Y sinceramente creo que si en España hay un Athletic original ese es el vizcaíno. No se puede olvidar nuestro origen: nacimos cómo una sucursal del Athletic Club de Bilbao.

Para ayudar a difundir este artículo lo copiaré en algún conocido foro. Obviamente citando al autor y poniendo el enlace a este blog. Espero no lo tome a mal.

Otro tema que está relacionado con el atlético es la situación económica del fútbol español en general. Los okupas han destruido una institución, pero esto sólo puede suceder en el corrompido fútbol español. Ese es un tema tan tabú o más que los ilegítimos dueños del Atlético.

Saludos.

# junio 22, 2011 7:40