Y llegó la segunda edición del forum Gaudeamus Atleti, y con ella dos leyendas rojiblancas como Isacio Calleja y Juan Carlos Arteche, que refirieron a una sala llena hasta la bandera de aficionados atléticos de todas las edades y condiciones, que no sexos –conté una sola mujer entre los asistentes– sus experiencias en torneos europeos, esos en los que el Atleti era un habitual hasta hace una década escasa, y a los que no ha vuelto desde entonces.
Adecuadamente conducido por Raúl Ávila, en este segundo Gaudeamus Atleti pudimos recordar victorias y derrotas europeas, todas ellas trufadas de anécdotas, como la de la pastilla que provocó la pájara de nuestros jugadores en la semifinal de Copa de Europa de 1959 contra el otro equipo de la capital, que contó Calleja, o el bombardeo al área al que sometieron a Arteche y Ruiz los gigantones del Bayer Uerdingen en la semifinal de la Recopa de 1986. También vivimos algún momento emotivo como la ovación cerrada que los asistentes brindaron a Arteche desagraviándole por la ovación que se le escatimó cuando injustamente fue despedido del club por Jesús Gil.
En un ambiente caldeado –sí, hacía mucho calor– los ex jugadores colchoneros culminaron la velada varios minutos más tarde de terminar la charla entre saludos abrazos, recepción de regalos y firma de autógrafos solicitados por la concurrencia. Se habían dado un baño de amor a unos colores y se les veía felices.
Gaudeamus Atleti camina hacia su consolidación como el único forum de debate sobre la historia, la actualidad y el futuro rojiblancos de una manera inexorable. Con unos invitados de genuino pedigrí, un panel de periodistas e historiadores atléticos cuya enumeración excedería en mucho la extensión de este artículo, y una asistencia de cerca de un centenar de aficionados ávidos de conocer y compartir la memoria rojiblanca allí reivindicada, se está erigiendo en un pilar sobre el que ha de construirse el resurgir del club.
Así que si todavía no has acudido a ninguna de sus ediciones, no dudes en ir, la participación es libre y allí verás, oirás y conocerás el Atleti eterno, si ya has disfrutado de él, no te digo nada, volverás seguro.