Por su interés reproducimos el siguiente artículo de Rubén Uría publicado en Eurosport.
El editorial de
Eduardo Inda sobre el caos del Atlético de Madrid no puede ni debe caer en saco roto. El director de "Marca" sostiene esto:
"A los que me exigen mano dura con Gil Marín, yo les pido pruebas".
La frase provoca estupefacción primero y acarrea cierta discriminación
después. No deja de sorprender que el director del diario de más tirada
en España haga pública esa confesión. Hasta la fecha, el periodismo
consistía justo en todo lo contrario:
El trabajo del periodista se basaba en encontrar las pruebas y después ofrecérselas a sus ávidos lectores. En
cambio, en su editorial, Inda solicita a los lectores de "Marca" que le
faciliten pruebas contra Gil Marín. Una petición que anima a los
seguidores del Atlético a encontrar, buscar y mandarle las pruebas. El
tema tiene cierta miga, porque cuando se trató de denunciar las
presuntas irregularidades de Ramón Calderón en el Real Madrid, nadie
pidió
"el comodín del público". En asuntos merengues,
"Marca" estuvo presto y dispuesto a la hora de cumplir con su trabajo
para encontrar, buscar y publicar esas pruebas. No tiene demasiado
sentido que el director de un medio de comunicación busque y publique
pruebas cuando se trate del Real Madrid y que, en cambio, pida que la
investigación corra a cargo del lector cuando las denuncias son en
rojiblanco. No está el patio para pedirle horas extra a los lectores y
más en un caso donde se produciría un agravio comparativo. No suele ser
recomendable que existan lectores con un trato de ciudadanos de
primera y otros, menos numerosos, que reciban un trato informativo
propio de ciudadanos de segunda.
Dice Eduardo Inda: "De
los actuales mandatarios he de puntualizar que salvo a Enrique Cerezo
porque de momento y hasta que se demuestre lo contrario, el Atlético le
ha costado un ojo de la cara. Hasta ese incorruptible justo y
brillantísimo fiscal que se llama Carlos Castresana le salvó
parcialmente de la quema. 'Cerezo no tiene nada que ver con el saqueo
del club ni con las operaciones cruzadas de Marbella". Negro
sobre blanco, resulta que la realidad es muy tozuda con Cerezo.
Refresquemos la memoria: Primero, cabe significar que a Cerezo no le
votó la masa social del Atlético porque no se convocaron las elecciones
al club, tal y como estipulaba claramente la ley. Segundo, Cerezo, al
que Inda "salva", figura en la sentencia del Tribunal Supremo como
"cooperador necesario" de Gil padre en un delito apropiación indebida de
un club al que llegó sin poner ni un sólo euro. El auto del juez,
textual, era el siguiente: "(...) De esta manera Jesús Gil
llegaba a ser propietario del 95% de las acciones, sin haber hecho él o
Enrique Cerezo la aportación efectiva de 1.300.000.000 ptas. por un lado
y de 650.255.200 ptas. por otro, correspondientes a tal desembolso...". Otra para el fardo, Don Eduardo: "El
17 de Noviembre de 1992, Enrique Cerezo Torres, que no tenía acción
alguna del Atlético de Madrid, suscribió con Jesús Gil un contrato por
el que este último acusado vendía al primero, por veinte millones de
pesetas, 23.507 acciones que representan el 9,46% del capital, lo que
arroja un precio por acción de 850.- ptas, mientras que los 3.174 socios
que sí desembolsaron el importe de las acciones abonaron por cada
acción, cinco meses antes, ocho mil trescientas pesetas (8.300.-ptas)".
Es curioso, porque Inda asegura que "salva" a Cerezo hasta que no se
demuestre lo contrario porque el Atlético le ha costado un ojo de la
cara. Bueno, pues el Supremo dijo lo contrario: Fue Cerezo el que le
costó un ojo de la cara a los socios del Atleti, porque ellos sí
pusieron su dinerito y el cooperador de Gil, no. En cuanto a Castresana,
es verdad como apunta Inda que "salvó parcialmente" a Cerezo. Pero
tampoco es menos cierto que su frase textual fue la siguiente: "Enrique
Cerezo me dijo que tenía una finca de 800 hectáreas en San Martín De La
Vega, que él era inocente y que cómo podíamos arreglar su situación. Él
no tiene nada que ver con la cuestión del saqueo, pero sí con la
transformación en Sociedad Anónima". Hablando en plata, que Cerezo no saqueó el club, pero sí se apropió de él y salió impune al ser un delito prescrito.
En cualquier caso, el editorial de Inda reclama pruebas contra la gestión de Gil Marín. Desde este humilde vatel, ahí van unas cuantas:
Cuando el Atlético se clasificó para Champions, Gil Marín cobró una
prima que fue el triple que la del Kun Agüero según Intereconomía; en
2003 dijo que su familia vendería el club por 48 millones de euros y no
tendría ni una acción en una entrevista en El País, pero ocho años
después ni vendieron ni se fueron; su gestión arroja una deuda que la
oposición cifra en 500 millones de euros brutos; El Atlético, hasta
1986, 8 Ligas. El Gilatlético, en 25 años, 1 Liga; Gil Marín se
auto-impone un sueldo de 1.350.000 euros año y gana "sólo" 17 veces más
que el Presidente del Gobierno; Hacienda tiene embargados el 50% de los
derechos de jugadores en traspasos y el club tiene abiertas múltiples
inspecciones; y para acudir a una Junta General de Accionistas del
Atlético de Madrid SAD, "sólo" hay que reunir un paquete de unas 2.906
acciones. La sentencia del "Caso Negritos" tampoco es moco de pavo.
Resulta plausible que el director de "Marca",
el diario deportivo más prestigioso de este país, esté predispuesto a
denunciar lo que ocurre en el Atlético. A bote pronto, la salud del
Atlético de Madrid quedaría muy agradecida si a ese editorial se le
sumara una cascada de consultas con Señales de Humo, Colchonero.com, Infierno Rojiblanco, Salvemos el Calderón o Pobre Atleti,
colectivos que han luchado contra el "gilismo" en soledad y sin altavoz
mediático. Nadie mejor que ellos para aportar datos, pruebas,
sentencias judiciales y fechas clave acerca de la gestión de Gil Marín.
Hace 24 años que la oposición espera una prensa que abandone su postura
"durmiente" y tome cartas en el asunto. Tampoco estaría de más escuchar
las voces de miles de personas que suelen manifiestan en el Manzanares,
en la Puerta Cero - sin violencia y con civismo- y que suspiran por
tener quién les escuche, porque llevan años siendo ignorados de manera
sorprendente. Estos aficionados, sin duda, merecen un premio "Marca Leyenda".
Rubén Uría / Eurosport en TWITTER y en FACEBOOK
URL de la noticia: http://es.eurosport.yahoo.com/futbol/ruben-uria/article/20437/