Ayer, lunes 6 de junio, por exhorto en el juzgado local ha sido trasladada a la Asociación Señales de Humo una demanda de conciliación con el contenido de la querella con la que amenazara Miguel Ángel Gil Marín hace varios meses contra la difusión del denominado INFORME CREMADES sobre las cuentas del Atlético de Madrid. La cita para agotar esta vía conciliatoria está prevista para el próximo martes 14 de junio. Amén de instar sanciones penales y otras medidas, la cifra reclamada en concepto de indemnización alcanza los 600.000 euros, importe que coincide curiosamente con el presunto caudal de la herencia del fallecido Jesús Gil y Gil según declararon sus herederos.
Precisamente, el legado de Jesús Gil fue analizado en el programa emitido la pasada madrugada por la cadena ANTENA 3 TV en el espacio denominado EQUIPO DE INVESTIGACIÓN y que está disponible en internet, tras salvar las presiones recibidas para impedir su emisión. Tras su difusión, esperamos que se empiece a arrojar luz sobre el misterioso empobrecimiento del finado, que siempre alardeó de haber amasado una fortuna con la gestión de sus negocios, entre los que incluía, bajo el concepto de caja única, el propio Atlético de Madrid y empresas municipales marbellíes.
El abogado que representa a Gil Marín en este caso es José Antonio Choclán, abogado vinculado desde hace varios años a la operativa jurídica de la familia Gil. El señor Choclán se presenta habitualmente como Magistrado en excedencia y defiende, entre otros, a los principales imputados de los procesamientos conocidos como “Gürtell” y “Malaya”.
Para tratar las consecuencias de la querella anunciada, hoy martes, a las 18:30 está prevista una reunión entre directivos de la Asociación Señales de Humo y abogados del bufete Cremades & Calvo Sotelo en la sede de este último en la Calle Jorge Juan, 31. Uno de los socios del citado despacho fue el redactor del informe que ha dado lugar a la querella en cuestión.
Tras la reunión, quedaremos a disposición de aquellos medios de comunicación que deseen conocer detalles de los procesos jurídicos y administrativos en curso. Estos procesos han conseguido reducir a tan sólo 3, la mitad de la cifra original, el número de miembros de la familia Gil que aún permanecen en el Consejo del Club Atlético de Madrid, SAD. La última baja se alcanzó tras el reciente cese de Myriam Gil Marín, secretaria y mano derecha del fallecido Jesús Gil y Gil.
Esta Asociación persigue devolver la dignidad al Club Atlético de Madrid e intentará encauzar la indignación provocada por los gestores para mostrar el rechazo de la afición a la corrupción de la que son paradigma. Los últimos capítulos se han escrito en la defensa de los derechos constitucionales de información, libertad de expresión y de crítica que son tradicionalmente cercenados dentro del Estadio Vicente Calderón con la retirada de pancartas que en modo alguno resultan ilícitas y mucho menos ilegales. La familia Gil ahora también pretende limitar dichos derechos fuera del estadio con la adopción de medidas como la que en este comunicado se detalla, que no persiguen ni mucho menos fines resarcitorios de los daños supuestamente infligidos al Club o a sus rectores, sino que lo que buscan es que esta Asociación y sus directivos callen para siempre y no continúen denunciando las tropelías que un año tras otro vienen cometiendo aquéllos, que son los que verdaderamente están produciendo un daño irreparable al Club Atlético de Madrid.