en

Este blog

Sindicación

Archivo

Actualidad

Atleti de Simeone, Capítulo 3 (o “Progresa Adecuadamente”)

El Atleti salió en Anoeta con sus mejores jugadores, controló un partido en el que no jugó de maravilla pero desde luego jugó, y terminó metiendo cuatro goles, algunos para recordar.


Llegaba el Atleti a San Sebastián, y eso a uno siempre le hace pensar en unas cuantas cosas. La primera, en que uno nunca ha ido al fútbol en San Sebastián, lo que le da mucha rabia. Uno tiene la sensación de que, tras esos sucesos horribles que aún se recuerdan en el Calderón para vergüenza de todos, ir a San Sebastián a ver al Atleti conlleva el riesgo de acabar con la madre mentada. Probablemente no sea así y sobre todo en días de tamborrada, dirán los donostiarras, venga Vd conmigo y verá como no sólo no le dicen nada sino que le invito yo a vino y gin tonic y se vuelve Vd a casa tan contento; esto es, por cierto, lo que le dice uno a sus amigos donostiarras respecto al Calderón, por más que se pase luego el partido mirando de reojo que no haya cerca un exaltado pasado de anís que meta la pata, que de todo hay.

Uno, por cosas de la edad, pasó su infancia y primera adolescencia sintiendo una gran simpatía por la Real Sociedad, sin duda por aquello de que el equipo le había amargado la vida al otro equipo grande de la capital gracias a aquel gol de Zamora en el Molinón que celebró medio Madrid como si fuera propio. La Real de entonces tenía jugadores rocosos y finos, tenía a López Ufarte, Zamora, Arconada, Satrústegui y Perico Alonso, y uno se acuerda muy bien de esa alineación poblada de bigotes y pantalones cortitos que marcaba goles de córner en Atocha y no perdía casi nunca. Se acuerda del fichaje de Peio Uralde y de aquella final de Zaragoza en la que el fondo de la Real cantó en la previa del partido un gol de la selección sub-21 de Yugoslavia, creo recordar, algo que no acertaban a explicar bien los seguidores donostiarras con los que se hablaba en los bares tras el partido. Recuerda el fichaje de López Ufarte y ese Atleti de Menotti y Alemao que metió un 0-4 en sábado lluvioso, y aquél penalti fallado en un partido contra el odioso vecino del norte en el partido de vuelta. Y también recuerda cómo se fue envenenando la relación con la Real aún más que con otros equipos, los gritos, los insultos y la contaminación definitiva del fútbol como uno lo entiende.

El resultado es que, por unas cosas y otras, por ignorancia propia y exaltación ajena, uno no ha ido nunca al fútbol a Anoeta, ni siquiera el rugby. Así que, casi para llevar la contraria y también por puro egoísmo, para comprobar las cosas en primera persona y no opinar de lo que no ha vivido, por pasar el fin de semana comiendo anchoas a la sartén y pantxineta, uno hace un voto público: ir en breve, fechas mediante, a ver al Atleti en San Sebastián.
___

Llegaba el Atleti a Anoeta y se jugaba más de lo que parecía. Simeone se jugaba el convencer a los más escépticos y a los más reticentes, se jugaba la imagen de entrenador conservador o audaz y miles de preguntas sobre si prefiere atacar quince veces y marcar un gol o meter quince goles en un único ataque. Algunos pensamos que quizás Simeone optaría por un equipo más defensivo fuera de casa, por quitar a algunos de los jugadores más creativos y optar por la guerrilla y la emboscada en vez de la iniciativa lejos del Calderón. En Málaga mostró un equipo de espera y destrucción, de menos fútbol y más músculo militar, de más raza y agresividad y menos reflexión. En Madrid, contra el Villarreal, el equipo cambió sin perder la presión arriba y los apoyos, pero buscando la jugada y no la carrera cuando se recuperaba el balón. Contra la Real, tercer partido y segunda salida, se esperaba aclarar si Simeone busca la alternancia entre dos modelos o bien apuesta definitivamente por uno.

El equipo que salió en San Sebastián despejo dudas, y el partido que hizo las escondió casi definitivamente. Sin hacer un partido brillante, el Atleti ganó cómodamente y goleó a la Real, sembrando otras dudas entre la afición: ¿por qué no han jugado con esta intensidad los jugadores hasta ahora? ¿Es solamente un tema de motivación y trabajo psicológico del cuerpo técnico o es que los jugadores tienen la cara de cemento armado? ¿Fue Manzano incapaz de hacer entender a jugadores profesionales que parte de esta profesión consiste en correr? ¿Han cobrado los jugadores gracias al traspaso de Reyes y por eso ahora están ahora dispuestos a sudar y llegar a la ducha con motivos para usar el jabón? Sea por lo que sea, el equipo ha cambiado y lo ha hecho para bien. Es frecuente ver presión más allá del centro del campo, ayudas a los compañeros, repliegues al galope buscando la posición perdida. Sea por lo que sea, el Atleti de Simeone parece un equipo, algo que sólo pareció el Atleti de Manzano en los primeros partidos de la temporada.

Salió el Atleti al campo y lo hizo con Arda, Diego, Adrián y Falcao, los cuatro jugadores llamados a crear el fútbol de ataque y las ocasiones. Entre esta grata noticia y el comentario sobre los mediocentros, es inevitable volver a preguntarse por qué el Atleti lleva pantalones rojos casi en cada desplazamiento. La teoría dice que es para evitar confusiones entre los rivales que llevan alguna prenda azul y la práctica, que si los árbitros son capaces de confundir a la Real de ayer, con pantalón blanco, y a un Atleti rojiblanco y con pantalón azul, el problema excede el daltonismo y entra directamente en la esfera de la idiocia.

Ausente Tiago, que por ahora parecía el elegido por Simeone para jugar por delante de la defensa, jugaron Gabi y Mario. Gabi, de nuevo impreciso en algunos pases, volvió a ocupar todo el territorio que se le encomendó, estuvo bien colocado y sostuvo a la parte más creativa del medio campo a empujones y carreras. Mario, por fin peinado de manera aceptable, no aportó tanto. Frío como es, su perfil parece menos adecuado para el fútbol agresivo de Simeone que Assunçao. Previsible como es, quedó en evidencia cuando salió Koke y, en diez minutos, dejó detalles suficientes como para reclamar su titularidad en cuanto haya ocasión. Eso sí, la misión de Gabi y Mario fue hecha más fácil gracias al esfuerzo de Diego y Arda, jugadores de pellizco y floritura que están dejando claro que si toca trabajar, hacer apoyos, cubrir al compañero que perdió el sitio y hacer kilómetros, ahí están los primeros. Fruto del compromiso de estos y del deseo del resto de estar a la altura, quedó patente una de las asignaturas pendientes de este Atleti renovado: las tarjetas amarillas, demasiado numerosas sobre todo entre los centrocampistas. El resultado posible es la pérdida de jugadores por cumplir ciclo con excesiva frecuencia, lo que facilitará las rotaciones y pruebas de jugadores en puestos de compañeros, pero privará al equipo de jugadores claves en mal momento.

Simeone, en tres semanas, parece haber visto lo que Manzano nunca entendió: que el equipo, por tener una mitad atacante con talento imprescindible para hacer goles, necesitaba un refuerzo atrás. Simeone ha empezado a construir el equipo de atrás hacia delante con indudable criterio de ojeador de toros bravos, dotando de una base suficiente a la desmesurada cúpula atacante y evitar así la derrota por desequilibrio y cómica caída. Desde la llegada de Simeone, al Atleti no le hacen goles y el sistema defensivo empieza en Falcao, que presiona y corre y empieza a poner en problemas al rival desde su primer toque, facilitando la vida del resto. Godín, cada vez más centrado tras un final de época Manzano digno de Benny Hill, defiende más arriba y cuando sale tras su par, siempre hay una cobertura de un compañero. Miranda aguanta el sitio, aunque nos pese por lo que esto supone a la hora de ver a Domínguez progresar en su carrera y Filipe Luis Filipe, incapaz de ser agresivo y peleón, al menos ve en sus compañeros de línea un ejemplo.

Juanfran va en párrafo aparte, por merecérselo. Juanfran, que llegó al Atleti por una millonada, debutó contra el otro equipo grande de la capital para luego desaparecer nosecuantos partidos, hasta ahora sólo había dado lugar a dudas primero, enfado después y chascarrillos en último lugar. Con Simeone, Juanfran parece cambiado, más seguro, más peleón, más metido en los partidos. Juanfran sube, baja, lo intenta y, si pierde el balón, vuelve sobre sus pasos e intenta recuperarlo, lucha y recupera su sitio. Si gestiona bien su oportunidad, tendrá la ocasión de hacerse con un puesto que en principio no era para él pero que ahora se presenta como una solución muy útil para el equipo; si gestiona bien su cabellera, nos privará de un montón de chistes fáciles.

Y para el final, los de delante. Adrián y Falcao parecen haber respondido juntos a todas las preguntas que se hacían sobre el ataque del Atleti. Adrián parece, por fin, incuestionable. Adrián es listo, solidario y joven, costó poco dinero y apunta un futuro brillante; con todas estas cosas, casi duda uno de que le haya fichado el Atleti de Madrid. Sus movimientos, diagonales, cambios de lado y ayudas hacen la vida más fácil al triunfador de la noche, Falcao.

Falcao, el de los 40 millones y la cara de desesperación durante buena parte de partidos, lleva cinco goles en dos partidos, catorce en liga. Ayer marcó un penalti con tranquilidad, un golazo de fuera de serie y un tercero de remate en el área a pase de Koke, además de hacer una pared memorable con Juanfran para que este hiciera el pase del segundo gol. Falcao, con o sin goles, ha mostrado una actitud estupenda para un delantero que podría haber estado mohíno por no recibir balones en condiciones, peleando en cada partido como si de él y sólo él dependiera el ataque del Atleti, lo que en realidad es cierto en parte. El que suscribe se alegra especialmente de que a Falcao, al que ha visto de vez en cuando desbordado por la responsabilidad y la frustración de no responder como le habría gustado a las expectativas depositadas en él, le empiecen a salir las cosas y recoja frutos de tantos kilómetros recorridos, tantos remates suicidas y tantos saltos entre centrales que le sacan dos cabezas.

El Atleti de Simeone progresa adecuadamente y ya saca varios cuerpos al triste Atleti de Manzano que cayó en Copa de manera vergonzante. Es más, el fútbol que Simeone propone no parece el cerrojazo de Racing sino más bien el fútbol aguerrido pero valiente de Estudiantes, una mezcla entre compromiso y calidad, esfuerzo y creatividad, posesión y recuperación rápida. En eso se nota que Simeone es de los nuestros, que nos conoce. Ojalá, oiga, ojalá funcione.

URL de la noticia: http://elrojoyelblanco.blogspot.com/2012/01/atleti-de-simeone-capitulo-3-o-progresa.html

Comentarios

 

rimonabantexcellence site title ha opinado:

PingBack desde  rimonabantexcellence site title

julio 17, 2013 4:45

AVISO LEGAL - Esta web pertenece a la ASDH, sin relación directa alguna con la sociedad Club Atlético de Madrid SAD. El uso de cualquier marca propiedad de la última se hace de modo nominativo y en ningún caso con fines comerciales o de intento de confusión de marcas. Así mismo SDH no se responsabiliza de las opiniones de sus colaboradores, foristas, etc...

Ofrecido por Community Server (Non-Commercial Edition) Football Supporters International Federación de Accionistas y Socios del Fútbol Español Asóciate al Atlético Club de Socios a través de Señales