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Escritos con esencia Rojiblanca

diciembre 2007 - Artículos

Desigual Trato
La revolución llegó a Valencia. Una ristra de malos resultados ha desembocado en medidas drásticas. Figuras de enorme relieve en la reciente historia del club de Mestalla han sido apartadas del equipo: Cañizares, Albelda, poco después Angulo y en un futuro más o menos mediato se especula con la salida de otros nombres.
AS y MARCA no sólo se limitan a dar estas noticias. Sus periodistas opinan, prejuzgan, juzgan, sentencian y condenan a Ronald Koeman, Josemari Bakero, Miguel Ángel Ruiz y a la directiva que preside Juan Bautista Soler.
En realidad ninguno sabemos cuáles son los verdaderos motivos, ni quiénes son los responsables directos de estas decisiones. 
El Valencia Club de Fútbol es una sociedad anónima deportiva, con sus accionistas y con sus cuadros dirigentes.
 
También son sociedades con accionistas y dirigentes los diarios deportivos MARCA y AS.
Hace una década AS cambió su participación accionarial pasando la mayoría al Grupo Prisa. Se prescindió de su director, el prestigioso Julián García Candáu, para sustituirlo por un inexperto en la dirección de un periódico, Alfredo Relaño. El éxito indudable de Relaño ahí está, a pesar de que en breve tiempo puso de patitas en la calle a numerosos periodistas que llevaban numerosos años firmando en las páginas de AS. Como es lógico no tuvo que dar explicaciones públicas de esas decisiones y el resto de los medios de comunicación tampoco entraron a analizar altas y bajas, motivos y razones, por los que profesionales de amplia trayectoria fueran expulsados de los puestos que cubrían profesionalmente desde muchos años atrás.
 
Lo del MARCA es más reciente. En estos últimos tiempos la dirección ha cambiado varias veces de responsable, hasta que, una venta mayoritaria de acciones a un nuevo propietario, ha desembocado en el nombramiento de Eduardo Inda como nuevo director. Mientras tanto hemos visto como cesaba 'la vieja guardia' encabezada por José Vicente Hernáez con periodistas de prolongado servicio a la entidad; después vino la 'purga' de Elías Israel con Matallana, Miguélez y algún otro.
Nadie juzgó y mucho menos sentenció a los posibles culpables de estos hechos, aunque sí hubo rumores en los restringidos círculos de expertos, algunos verdaderamente escandalosos.
 
Cada empresa toma sus decisiones y el tiempo da y quita razones. Que el AS no funcionaba con García Candáu estaba fuera de toda duda. Los números lo atestiguan. Que el MARCA tampoco conseguía con el dúo Saucedo - Moratalla mantener su supremacía de años atrás tampoco era un secreto. 
 
Los lectores de MARCA y AS nunca han tenido explicación ni la tendrán de la adopción de esas medidas, probablemente necesarias, que tomaron los dirigentes de ambos diarios.
¡Ah! pero los profesionales de estos periódicos, y prácticamente los de los demás medios de comunicación, exigen explicaciones y, sin tenerlas, condenan a quienes consideran responsables, acertadamente o no, de unas decisiones empresariales privadas.
El trato es manifiestamente desigual, afirmo.
¿GENERACIÓN SABINA?

Hace unos días leí en el Mundo Deportivo, edición Atleti, por supuesto, una columna firmada por su director adjunto, Andrés Astruells y titulada ‘Generación Sabina' y Luis, en la que escribía sobre la oportunidad de que Luis Aragonés convocase a Bojan para la Eurocopa, algunas incongruencias cometidas por técnicos importantes de nuestra liga y el riesgo mediático que representaría seleccionar a la joven promesa barcelonista y dejar en la estacada a Raúl.

Pero lo que me llamó la atención sobremanera fue el siguiente párrafo: Por fortuna, me dicen, que la presión mediática irá a menos porque las nuevas hornadas de jóvenes periodistas madrileños son del Atlético y socialistas. Debe ser la ‘generación Sabina' que irrumpe con fuerza tras muchas décadas de madridismo oficial e intocable.

Desconozco el fundamento que sirve de base a esta afirmación de Astruells, pero no me puedo imaginar unas redacciones deportivas en los medios de comunicación repletas de periodistas atléticos que impongan su ideología rojiblanca a los directores de los mismos y mucho menos rompan la línea editorial imperante en cada uno de ellos.

Terminarán escribiendo o hablando de balonmano, atletismo, hípica o cualquier otro deporte minoritario. En todo caso, cubrirán la información de los entrenamientos o las declaraciones de los futbolistas y sólo los más dúctiles y astutos progresarán convirtiéndose en los De la Morena, Manolete, Carlos Martínez, Ortego, Jota Santos... del mañana.

Actualmente no nos faltan periodistas que se confiesan rojiblancos y en casi todos los casos más valdría que no lo fuesen. Repasen los nombres, porfa.

Pero me resulta mucho más preocupante lo de la ‘Generación Sabina'.

¿Quiere significar Astruells que esta nueva camada de informadores ha nacido amamantada en las ubres del cantautor de la llamada canción del Centenario?

Esa inspirada melodía acompaña una letra que rezuma ‘pupismo' por los cuatro costados. No es precisamente lo que necesita el Atleti en un futuro mediato.

Eso de ¡Qué manera de perder! ¡Qué manera de bajar! ¡Qué manera de sufrir! no puede ni debe ser el horizonte del Club Atlético de Madrid para las nuevas generaciones rojiblancas, sean periodistas, ingenieros o albañiles.

¡Pues no faltaría más!

FÚTBOL TELEVISADO

Supongo que a la mayoría de aficionados les tiene sin cuidado el canal en el que se televisen los partidos de fútbol. Lo lógico es que quieran ver el mayor número posible y al menor coste.

Dentro de estos dos parámetros, sería conveniente que supiéramos con suficiente antelación los horarios y programas para adecuar nuestros compromisos familiares, sociales o laborales con la contemplación de nuestro equipo favorito o los partidos de nuestro interés.

Pues va a ser que no.

Otro tema distinto, ajeno a la voluntad de los televidentes, es el de los derechos que tiene una u otra cadena para ofrecerlos. En su momento se firmaron unos contratos entre los clubes y las empresas mediáticas. Pues bien, que se respeten y en caso contrario, que intervenga la Justicia, con urgencia, y resuelva el contencioso cuanto antes.

Lo que los aficionados deben conocer, es que sus clubes viven, hoy en día, fundamentalmente de los ingresos que produce la venta de esos derechos y que esas cantidades supermillonarias deben ir íntegramente a las arcas de su club. Con las máximas garantías de cobro, por supuesto. En eso deben ser rigurosas las Juntas Directivas.

Otra cuestión diferente es cómo se nos sirven las imágenes y sus comentarios. Lo de las imágenes tiene su miga. Hay cadenas que lo hacen mucho mejor que otras. Me dicen que es un problema de realización. Que hay realizadores mejores y peores. Eso de elegir el plano, largo o corto, la repetición de la jugada en el momento adecuado y oportuno, el enfoque del juego o de los personajes que lo rodean y muchas otras variables que cada uno de ellos se saca de la manga. A veces la repetición de una acción sin interés, o ver en su localidad a un personaje mediático, nos hace perder una jugada decisiva.

Respecto al sonido, hace tiempo que dejé sin voz al monótono De la Casa y al insustancial Míchel. No me aportaban nada y preferí escuchar los variopintos comentarios radiofónicos.

Ahora, hay muchos partidos en los que no cabe más remedio que mantener el sonido del televisor porque nadie los retransmite por las ondas.

¡Qué horror! Generalmente es un personaje indocumentado que se hace acompañar por un par de ex futbolistas que le siguen la corriente en su narración. Supongo que la pela es la pela y no vayan a quitársela.

La mayoría de los locutores han vuelto a las cavernas. Retransmiten como si fuese por la radio en lugar de un medio audiovisual. Gritan como posesos la obtención de un gol, intentan dar emoción a jugadas muchas veces intrascendentes y nos repiten hasta la saciedad, a veces erróneamente, el desenlace de las jugadas. Pero, si las estamos viendo...

Entre los comentaristas los hay de toda condición. Haber sido futbolista o entrenador de élite no significa reunir condiciones para esta función. Basta con escuchar a Míchel, Carrasco, Pedraza, Karpin, Adelardo... y un amplio etcétera.

Queda bien acercar un argentino al micrófono. Su acento y la palabrería exótica lucen mucho. Así, Valdano, Cappa, D'Alesandro o el mono Burgos, pueden lucirse en sus disertaciones, a veces de una cursilería galopante.

No digamos si los personajes maltratan nuestro idioma y desconocen nuestra historia. Aquí, además de futbolistas, se incluyen periodistas también extranjeros. Los hay parcos, lacónicos, superexpresivos, verborreicos, graciosillos e incluso un superpayaso en La Sexta a quien se presenta como un crack. Ni sabe de fútbol, ni le importa manifestar su desconocimiento. A final de mes pasará por caja y ¡a vivir del tiqui - taca!

¿Serán más baratos los extranjeros o no se encuentran suficientes nacionales con capacidad para desarrollar esa función?

No creo que en ningún país del mundo se dé un caso parecido. Comenzó en su momento el Canal Plus con Robinson y todos siguieron a rueda hasta rozar en muchos casos el ridículo.

El fútbol no es un circo, aunque algunos así quieran presentarlo. Es un deporte, un espectáculo y la pasión de millones de seguidores que se merecen un respeto.
MEMORIA HISTÓRICA

 La reciente aprobación de la Ley de Memoria Histórica ha provocado grandes polémicas en nuestra sociedad.

¿Qué es la memoria histórica? Pues el recuerdo que cada persona tiene de los hechos pasados.

Supongo, espero, deseo, que quienes nos recuerden el pasado más o menos reciente, lo hagan con mayor fidelidad y rigor que la que muestran los espacios mediáticos deportivos. 

En la portada del MARCA de hoy (6 de Diciembre) aparece la gran foto del fenomenal Paco Gento. En la parte inferior izquierda un texto: Su eterno suplente, Manolín Bueno, fue el primero en felicitarle ¡Pero el club no le invitó al homenaje! Al lado una foto de Manuel Martínez Canales, el antiguo medio volante del Athletic y de la Selección española que fugazmente jugó en el Real Madrid a mediados de los cincuenta. Por si quedaba la más mínima duda, en la página seis se amplía la noticia de la ausencia de Manolín Bueno en el homenaje a Gento y se reproduce la foto a mayor tamaño de Manuel Martínez Canales con la camiseta madridista. 

Hace pocos días jugábamos contra Suecia un partido de gran importancia para clasificarnos para la fase final de la Eurocopa '08.

Ese mismo día, y con la firma de Miguel Ángel Lara, aparecía en la página seis del MARCA un artículo con grandes titulares ‘Ningún equipo sueco ha jugado en el Bernabéu',  falsedad rotunda, puesto que el Nörrkoping actuó y por partida doble en las Bodas de Oro del Real Madrid en 1952 y ante este equipo sueco jugó su primer partido en Madrid el gran Alfredo Di Stéfano. Un año después  jugó el Goteborg y posteriormente lo han hecho el Malmö, el Degerfords y el Orgryte. Por lo menos cinco equipos suecos han actuado en el coso de la Castellana.

Para culminar su crónica, nos relata que el primer partido que nuestra selección jugó en dicho campo fue un España - Francia en 1955 que terminó con el resultado de 1-3. Pues bien, el resultado fue de 1-2 y anteriormente se había jugado en ese escenario dos veces contra Portugal y una frente a Italia, Suiza, Irlanda, Argentina, Alemania y Turquía. Luego el de Francia (1955) no era el primero sino el noveno y con rivales de cierta nombradía, en dicho terreno de juego. 

Animado por esta hazaña mediática y el triunfo ante Suecia, el mismo M.A. Lara nos regala otra joya un día después: Suecia no perdía 3-0 desde hacía 28 años. Los escandinavos sólo han perdido once veces en su historia por tres o más goles, una de ellas la final de su Mundial. Quiero suponer que se quedaría íntimamente satisfecho con su artículo. Pues bien, en el palmarés de la selección sueca figuran nada menos que 46 derrotas por tres o más goles de diferencia y la última no se remonta a 28 años sino al pasado 2006, cuando perdió por 3-0 ante Alemania, cinco meses después de hacerlo, también por 3-0, ante los irlandeses. Por cierto, España ganó a Suecia por 4-0 en Vigo en el año 1998.

Pero todo puede explicarse echando una ojeada a la colección dedicada a los ‘Tesoros del Real Madrid'. Más de cincuenta errores, algunos de gran magnitud, he encontrado hasta ahora. ¿Sabían ustedes que el Madrid se enfrentó al Vasco en el estreno del estadio de Maracaná el 8 de febrero de 1961? Lo de Uruguay y el gol de Ghiggia que creó el palabro maracanazo en 1950, ¿les suena de algo? Con ese conocimiento histórico todo se puede dar por bueno. 

Ayer mismo (5 -12-07) el ínclito profeta de fallidos fichajes, Roberto Gómez, afirmaba en su columna con el título Gento, el más grande:   ...La Galerna del Cantábrico ha sido el mejor jugador en la historia del Real Madrid. Repito: el mejor.

La credibilidad de este personaje es incuestionable y cobra por ello un salario. 

Su rival, el diario AS, también nos ofrece a menudo ‘joyas históricas'.

Con motivo del partido de España contra los norirlandeses dedica el 21 de noviembre pasado dos de sus páginas a los internacionales que Canarias ha aportado a nuestra selección. Varias fotos no se corresponden con sus personajes y algunos datos de los jugadores están equivocados.

Pero mayor inri tiene el artículo que firma el día 27 el delegado de AS en Andalucía, Carlos Cariño. Lo titula El Decano y ciertos ‘piratillas'. Este curioso personaje que cada vez que toca un tema histórico, generalmente del Betis o del Sevilla, demuestra una ignorancia supina sobre su devenir, nos sorprende con unas líneas que no aclaran nada del tema que pretende tratar, pero en las que destaca: uno tiene la impresión de que a ciertos sectores o personajillos de la vida rupestre, como de costumbre aspirantes a periodistas (¡maldita sea, qué intrusismo soportamos en nuestra profesión!) le importa tres pares de pepinos.

Escribiendo como él lo hace y contándonos batallas que nunca sucedieron como él las relata, cada vez habrá más intrusos, y en su mismo periódico, para corregir sus desmanes de periodista titulado. 

Para colmo, en la misma revista que edita la Real Federación Española de Fútbol, las falsedades históricas se multiplican. Nada tiene de extraño, cuando en el reciente escudo que adorna la camiseta de nuestra selección han colocado una cifra en la parte superior que parece el resultado de un partido antiguo de balonmano, 19  13.

Dicen que significa el año del nacimiento de la Federación (1913), cuando hace muchos años quedó patente que nuestro máximo organismo futbolístico nació en el año 1909.

No tienen nada de extraño estas manifestaciones de ignorancia, ya que la revista federativa la dirige el periodista Luis Arnaiz, que hace años nos sorprendió desde el AS con una historia por fascículos del Club Atlético de Madrid plagada de errores de envergadura.

En sus últimos números han llegado a publicar una foto de un modesto portero del Madrid de preguerra ilustrando el artículo dedicado a los internacionales canarios. Ni más ni menos que confunden a Paco Campos, la  máxima figura del Atlético-Aviación de los cuarenta, con dicho guardameta sin apenas historia.

En el número anterior se hacía una comparación de los jugadores extranjeros que Real Madrid y FC Barcelona habían alineado en nuestra historia liguera. Se mezclaban churras con merinas y se daba como foráneos a ciudadanos españoles que circunstancialmente habían nacido fuera de nuestras fronteras o en territorios que estaban bajo dominio español cuando se produjo su nacimiento. El responsable del artículo firma con el nombre de Víctor Rodríguez Patón, quizás el mismo que durante varios meses publicó en la revista Forza Atleti unos capítulos de la historia rojiblanca cuajados de graves errores, pero, sobre todo, desprovistos del espíritu que durante cien años ha animado a esta decaída institución. Un pretencioso ignorante más.

Sólo he reflejado hechos recientes y no de forma exhaustiva, porque temas de este jaez hay para llenar un libro muy gordo. 

Si todo esto representa la memoria histórica de nuestro fútbol, ¡por favor! que busquen otros personajes para refrescarnos los hechos de nuestro pasado más o menos reciente.

Así sea.

¿CONTINÚA EL ESPECTÁCULO?

El pasado dos de diciembre, el rojiblanco José Antonio Abellán (sí, el del Tirachinas que quiere ser presidente del Atleti), se expresaba crudamente, con respecto a Ramón Calderón, en su ya habitual espacio del diario MARCA.

He esperado varios días para ver la reacción de sus congéneres y no ha sucedido nada, bueno, salvo una intervención del presidente madridista en El Larguero, donde de nuevo mete la pata al compararse innecesariamente con Santiago Bernabéu.

Con el título de ‘Comienza el espectáculo', Abellán desgrana una serie de juicios de valor sobre el comportamiento del actual presidente merengue.

Entre ellos escribe: ...se ha dilapidado parte del patrimonio madridista con la adquisición de jugadores carísimos y la venta barata de jugadores propios y se ha intentado, burdamente, enmascararlo todo comprando a periodistas babosos con un fondo de reptiles muy generoso.

Amigo Abellán, eso no es un COMIENZO, sino una CONTINUACIÓN.

Nuestro Seve Lorences lo reflejaba recientemente en su blog, al recordar la carta que a principios de los años sesenta, le dirigió Saporta a Bernabéu en la que mencionaba una posible reducción de gastos, entre ellos las ayudas a periodistas, y cuyo monto representaba más que el coste de la sección merengue de baloncesto.

Cuentan las lenguas viperinas que junto a dicha carta aparecía una hoja en la que escrita a tinta estaba la relación de plumíferos y las cantidades percibidas por cada uno. Algunos de ellos llegarían con el tiempo a figurar como directores en publicaciones de primer nivel.

Las cantidades fijas se cobraban mensualmente en una tienda de pianos sita en la Carrera de San Jerónimo y cuya encargada era la madre de don Raimundo. Las variables se percibían en un sobre a nombre de cada periodista en la recepción del hotel en que se alojaba cada uno de ellos cuando acompañaban al equipo blanco.

La hoja de marras (sin valor probatorio alguno) desapareció hace tiempo de los papeles de Bernabéu que conserva en Calpe el amigo de don Santiago que los heredó. 

Mientras redacto estas líneas, escucho el telediario de las ocho de la mañana en ‘la primera'. Una voz femenina desgrana el texto que sin duda le ha proporcionado el equipo deportivo de su redacción. Habla del homenaje a Gento. Primero le define como centrocampista zurdo y a renglón seguido musita que el ariete hizo el saque de honor.

Pues no. Gento fue un magnífico extremo izquierda, pero ni centrocampista ni ariete. Habrá que revisar la Memoria Histórica. 

Según Abellán existen, por tanto, ‘periodistas babosos' que cobran de un generoso fondo de reptiles. ¿Desde cuándo? ¿Sólo del Real Madrid? ¿En billetes o en especie?

Hace muchos años le relaté a mi padre el comportamiento irregular que se le adjudicaba a un compañero de colegio.

- ¿Tú lo has visto? me inquirió mi progenitor.

- No, papá.  

- Pues ten siempre en cuenta, hijo mío, que la fama, el honor de una persona, no puede ponerse en entredicho por rumores o comentarios maliciosos o perversos que no vayan acompañados de las pruebas pertinentes.

Abellán nos debe esas pruebas y sus compañeros de profesión deben exigírselas.