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Escritos con esencia Rojiblanca
EL LENGUAJE DE LOS SÍMBOLOS

Desde que el ser humano tomó conciencia de pertenecer a un colectivo significado, buscó modos y formas de manifestar esa característica. Los clanes, tribus, familias, cofradías, clubes y organizaciones de todo tipo, crearon estandartes, banderas, escudos, uniformes, insignias, canciones... que les identificaran como miembros de ese grupo  diferente de los demás.

Es conveniente y deseable respetarlos  todos, pero no hasta el punto de aceptar como propios los que son ajenos y mucho menos si pertenecen a un grupo adverso.

La cena que tradicionalmente celebra una peña periodística en el Asador Donostiarra ha servido para desatar una polémica por mor de la foto publicada en los medios de comunicación en la que se ve a los presidentes de la Real Federación Española de Fútbol enfundado en la camiseta del Real Madrid y al rojiblanco Cerezo mostrándola extendida con su nombre y el número uno.

No pasaría de ser una broma de alguno de los comensales si el hecho no hubiera tenido repercusión mediática. La premeditación está clara ya que ambas camisetas llevan impreso el nombre de los presidentes. Tampoco cabe la disculpa de que no tenían conciencia de la presencia de un fotógrafo, porque la imagen no muestra un grupo alrededor de una bien servida mesa sino que evidentemente posan para retratarse ante un objetivo fotográfico.

 A todo símbolo hay que tenerle un respeto, de acuerdo. Ambos presidentes podrían haber aceptado el obsequio, agradecerlo y volver prudentemente a guardarlo.

Tal vez, superado el periodo de los postres, el nivel eufórico alcanzado por los comensales estuviese a punto de llegar a la entonación del ‘Asturias patria querida'.

El señor Villar dirige desde hace muchos años la Federación. Todos conocemos su histórica adscripción al club de San Mamés. Es lógico que todo aficionado al fútbol sea simpatizante (o algo más) de un club determinado. Todos lo aceptamos siempre y cuando no se demuestre favoritismo alguno. Lo de la mujer del César y todo eso.

A mediados de julio de 1926 fue elegido Antonio Bernabéu de Yeste (sí, hermano mayor de don Santiago) presidente de la RFEF. Su primer gesto al tomar posesión del cargo fue darse de baja como socio del Real Madrid. Era un gesto simbólico de su oficial neutralidad como presidente federativo. Esa neutralidad es la que debe aparentar un presidente de la Federación.

Pero don Ángel María ha tenido mucha suerte. Sus potenciales enemigos han hecho más hincapié en la presencia de Cerezo. Por lo visto vende más. Salir en defensa de Cerezo, como han hecho De la Morena, Manolete y demás periodistas de cámara de la actual directiva rojiblanca, ha salvado a Villar de los ataques inmisericordes que hubiese desatado su acción en otro momento.

Por cierto, la entrevista del conductor de ‘El Larguero' al presidente rojiblanco es lamentable. Por la ignorancia de ambos sobre la historia atlética, por el tono de coña empleado, por las menciones jocosas del museo atlético...

A veces no deja de sorprenderme cómo pueden autotitularse de simpatizantes atléticos personajes mediáticos que utilizan al club para hacer mofa y escarnio de sus vicisitudes. Ellos sabrán por qué.

Del comunicado oficial del presidente más vale no hablar. Sólo le faltó añadir que había bebido más de la cuenta y no sabía lo que hacía.   

Pero Cerezo debe ser que muchísimos seguidores rojiblancos no se pondrían la camiseta del rival merengón ni en el grado máximo de borrachera.    

Calidad rojiblanca 2008

No he estado enfermo ni de vacaciones. Simplemente me molestaba tener que escribir repetidamente lo mismo, tanto si se conseguían victorias como derrotas. Un Atleti sin apenas juego del bueno, con enormes errores defensivos y, lo que es peor, sin que se vislumbre ningún síntoma de mejora, se pasea por los campos españoles.

Cuando un equipo es inferior a otro en el plano técnico, para superarlo debe hacer un esfuerzo mayor en el derroche físico. Ello produce un desgaste que en algún momento pasa factura. Eso es lo que ha sucedido.

Desde hace tiempo, directivos, técnicos y los propios jugadores de la plantilla rojiblanca hablan y repiten hasta la saciedad que con la CALIDAD de este equipo se pueden alcanzar grandes metas. ¿Se lo creen todos ellos o son simples palabras?.
El presidente Cerezo no se cansa de propagar que luchamos por los tres títulos (?) y que esta plantilla está preparada para ello por la enorme CALIDAD que encierra. Hace tiempo confirmé que Cerezo sabe de fútbol lo justito.
El consejero-delegado, el que no ve los partidos de su club, y recorre kilómetros derrochando gasolina por la M-30 mientras escucha a Pavarotti ¿cómo puede opinar sobre el juego atlético? Tampoco Calan es un entendido.
El entrenador, incapaz de corregir ninguno de los defectos de su equipo, dice que no son necesarios más refuerzos. Que la CALIDAD de su plantilla es magnifica. Aposté por la continuidad del mexicano. Tiene buen rollito, es agradable de trato y parece que hace piña con el vestuario, pero de fútbol...
Los jugadores, en sus manifestaciones públicas, dicen que hay que seguir trabajando, que son una piña, que si la suerte o los arbitrajes, que seguirán esforzándose para alcanzar la Champions y algún título en esta temporada, porque la plantilla tiene CALIDAD suficiente para ello.

Mayor inri tiene que sean los medios de comunicación los que propaguen esta misma teoría. Muchos de los que así opinan no han visto al Atleti en vivo en todo lo que va de temporada. Incluso los habituales cronistas de los partidos de los colchoneros no acuden al Calderón, sino que escriben cómodamente sentados anta la pantalla del televisor. El televisor es bueno como recurso de emergencia y además permite ver la repetición de jugadas o primeros planos que en el campo pasan inadvertidos. Pero el juego auténtico, el panorámico que permite analizarlo en toda su extensión, sólo se vislumbra ‘in situ'. Vean las notas que se da a los jugadores rojiblancos en los partidos.

En el Mundo Atlético la indulgencia es total. El optimismo es desbordante. Carlos Aznar y Juan Gato parecen escribir al dictado de Milinko Pantic y Luiz Pereira, colaboradores habituales del diario. Estos admirados futbolistas, que apenas se hacen entender cuando hablan nuestro idioma, escriben (o les escriben) unas crónicas encomiásticas que producen sonrojo en los entendidos lectores, que haberlos, haylos, aunque cada vez sean menos..  

Iñako Díaz-Guerra y Alberto R. Barbero escriben en función del resultado y no del juego. Sus adláteres, Manolete, Picu, Patricia... en AS y Luis Aznar o Manu Sainz en MARCA, se limitan a vender falsas ilusiones y servir de correa de transmisión de los intereses de la directiva rojiblanca. De análisis crítico, el justito.

La CALIDAD que atesora esta plantilla, maravillosamente reforzada con el dinero obtenido con el traspaso de Torres le hace aspirar a cualquier hazaña antes inalcanzable.

Esa es la máxima periodística.

Me gustaría que alguno de todos los anteriores me definiese lo que entienden por CALIDAD. No la que expresa el diccionario de la Real Academia de la Lengua, sino en el ámbito futbolístico.
Controlar la pelota, saberla proteger, pasarla al compañero mejor situado con la dirección y fuerza adecuadas, sacar el mejor partido de las jugadas a balón parado, colocarse en el terreno de juego con inteligencia, no hacer faltas absurdas ni sufrir pérdidas de balones fáciles, saber jugar de distinta forma con el resultado favorable o adverso...
Analicen a los 24 hombres de la plantilla y contéstense cuántos de ellos alcanzan el notable. Apenas tres o cuatro.

¿Se puede seguir hablando y escribiendo de la gran CALIDAD de la actual plantilla atlética?
Lo del Español, Madrid, Mallorca, Valencia no es una casualidad, pero ¿es un bache o un precipicio?.

La ilusión copera se esfumó anoche. Ya sólo queda la UEFA y obtener puesto en la Champions.

¿Otra temporada fallida? Ese parece el camino.

Los beneficios de la venta de Torres

En el mundo del fútbol español, los finales de año sirven sobre todo para que se hable de posibles fichajes en el mercado de Enero, se proclame campeón de invierno el que quede líder en la última jornada liguera del año y tomen vacaciones un colectivo privilegiado de trabajadores los cuáles, aún formando parte del mundo del espectáculo, descansan en fechas en las que los hoy en día (ya sólo) clientes disponen de más tiempo para acudir a los campos.

Está claro que ésto no es la Premier inglesa, donde siguen respetando o al menos son conscientes de quiénes son los que mantienen el chiringuito.

Pues como decía, es tiempo de revisión casi a mitad de camino y como tal el actual máximo accinista de la SAD, Miguel Ángel Gil Marín concedió una entrevista con su habitual discurso  tan aburrido como falaz.

A lo que importa para el escrito presente, que como ven se escurre entre mis manos de forma contínua, Gil Marín realizó la siguiente afirmación (aclaro que la fuente textual es el artículo publicado en la web de la Cadena Ser):

"La operación ha sido beneficiosa para las dos partes. Fernando no tiene esa presión añadida que tenía como consecuencia de ser capitán, ídolo y referencia para nosotros, las marcas comerciales y para todo el mundo, porque, quieras o no, era una carga excesivamente grande para una persona".

"Y, por otro lado, ir a un club que compite en todas las competiciones le va a venir bien", continuó el consejero delegado del Atlético, que añadió: "Y a nosotros nos ha permitido repartir el dinero de la venta en determinados jugadores donde no solamente se aporta variedad al juego, sino sobre todo se reparten responsabilidades".

De estas declaraciones uno puede extraer multitud de conclusiones pero como estamos hablando sobre la bondad de la venta de Torres expondré mi análisis:

Es posiblemente el único equipo grande del mundo que a la venta de su mejor jugador, estrella mediática, icono deportivo y sentimental la califica como algo beneficioso.
Es sencillamente demencial que alguien pueda expresarse en esos términos cuando se ha deshecho de un jugador de la casa que con 23 años está llamado a ser uno de los referentes futbolísticos mundiales en los próximos años.
En ese sentido, la venta de Torres supone un auténtico drama y dibuja bien a las claras qué clase de proyecto deportivo tienen en mente y ejecutan los actuales gestores de la SAD.

Pero, ¿ha beneficiado la venta de Torres a todos tal y como sugiere Gil Marín?.
Veamos.

Torres: es evidente que la proyección mediática del Liverpool actualmente no tiene parangón con el Atleti. El equipo inglés lleva cosechando éxitos los últimos años y luchando por títulos, muchos de los cuáles logra ganar. Se le resite la Premier, bien es cierto y más que se le va a resistir si no terminan de apuntalar puestos de centro del campo con jugadores de calidad, pero en innegable que hoy día Torres es un jugador mucho más conocido internacionalmente que hace mismamente un año.
En el terreno deportivo, donde en 23 partidos ha marcado 15 goles, ya ha igualado la marca  que consiguiera la temporada pasada, 15 en 40 partidos, y va camino de superar su mejor registro, 21 goles en 40 partidos.
Es evidente que para Fernando el cambio ha supuesto un paso adelante en su carrera, algo que muchos dábamos por hecho.

Directiva: la venta ha supuesto un respiro económico para los máximos accionistas que podrían haber cerrado el ejercicio con pérdidas muy importantes y sobre todo muy impopulares de cara a su proyecto de deconstrucción de lo que un día fué el Atleti, ya en su última fase con el protocolo de venta de los solares del Estadio del cuál nos ocuparemos en la próxima entrega.
Viendo las últimas cuentas de la SAD, advertimos 2 hechos:
- Se siguen perdiendo del orden de 30 millones de euros anualmente de explotación.
- Esas pérdidas se compensan con la venta de jugadores, de la que se obtiene un beneficio de 42 millones de euros.
Es evidente que la venta del chaval la han incluído en el ejercicio pasado, que se cerró el 30 de Junio, por lo que el periodista bien podría haber preguntado por este hecho toda vez que oficialmente el fichaje se hizo con fecha de Julio, una vez se hubieron renovado los abonos.
Así pues la venta de Torres ha permitido cerrar el balance de la SAD en positivo, como la venta de terrenos de Alcorcón (terrenos que no son aún propiedad de la SAD según parece)  sirvió el anterior ajercicio, y la mascarada del Calderón con la sociedad División Inmobiliaria les maquiló el balance de otro ejercicio pasado.
Benéfica pues la venta para la directiva.

Atleti: falta el tercer actor de este vodevil, que no es otro que el equipo.
¿Realmente ha sido benéfico para el mismo?.
Acudamos a los números y centrémonos en comparar campañas, la anterior y ésta (puesto que se argumenta que todos han salido ganando, ésto se dice en relación a otra situación, es decir si el equipo ha salido ganando es que ahora obtiene mejores resultados que cuando estaba el chaval).
A estas alturas, Jornada 17, ocupamos la 5ª posición con 31 puntos, 31 goles a favor y 19 en contra. Estamos a 10 puntos del lider y a 1 punto de la Champions.
En contraste la pasada campaña, en esta misma jornada, ocupábamos la 6ª posición, con 29 puntos, 21 goles a favor y 12 en contra. El líder se había distanciado en 8 puntos y la Champions nos rondaba un punto por encima.
Es decir, estamos donde estábamos. Y lo que es peor, el juego del equipo no invita a pensar en un cambio radical, sobre todo si como se anuncia no hay refuerzos en Enero.


Es cierto que tenemos más jugadores de renombre, pero pareciese que la confección de la plantilla se ha hecho más de cara a la portada del Marca o del As, que atendiendo las necesidades reales del sistema del entrenador.
Es sintómatico pues que el equipo de nuevo no salga beneficiado de una operción de gran calado realizado por esta directiva. Sintomático porque, en contra de lo que el coro mediático suele cacarear, parece ser una constante en su gestión.

Hablaremos de ello en la siguiente entrega, Comentario al Protocolo de Intenciones de la venta del Calderón.

Desigual Trato
La revolución llegó a Valencia. Una ristra de malos resultados ha desembocado en medidas drásticas. Figuras de enorme relieve en la reciente historia del club de Mestalla han sido apartadas del equipo: Cañizares, Albelda, poco después Angulo y en un futuro más o menos mediato se especula con la salida de otros nombres.
AS y MARCA no sólo se limitan a dar estas noticias. Sus periodistas opinan, prejuzgan, juzgan, sentencian y condenan a Ronald Koeman, Josemari Bakero, Miguel Ángel Ruiz y a la directiva que preside Juan Bautista Soler.
En realidad ninguno sabemos cuáles son los verdaderos motivos, ni quiénes son los responsables directos de estas decisiones. 
El Valencia Club de Fútbol es una sociedad anónima deportiva, con sus accionistas y con sus cuadros dirigentes.
 
También son sociedades con accionistas y dirigentes los diarios deportivos MARCA y AS.
Hace una década AS cambió su participación accionarial pasando la mayoría al Grupo Prisa. Se prescindió de su director, el prestigioso Julián García Candáu, para sustituirlo por un inexperto en la dirección de un periódico, Alfredo Relaño. El éxito indudable de Relaño ahí está, a pesar de que en breve tiempo puso de patitas en la calle a numerosos periodistas que llevaban numerosos años firmando en las páginas de AS. Como es lógico no tuvo que dar explicaciones públicas de esas decisiones y el resto de los medios de comunicación tampoco entraron a analizar altas y bajas, motivos y razones, por los que profesionales de amplia trayectoria fueran expulsados de los puestos que cubrían profesionalmente desde muchos años atrás.
 
Lo del MARCA es más reciente. En estos últimos tiempos la dirección ha cambiado varias veces de responsable, hasta que, una venta mayoritaria de acciones a un nuevo propietario, ha desembocado en el nombramiento de Eduardo Inda como nuevo director. Mientras tanto hemos visto como cesaba 'la vieja guardia' encabezada por José Vicente Hernáez con periodistas de prolongado servicio a la entidad; después vino la 'purga' de Elías Israel con Matallana, Miguélez y algún otro.
Nadie juzgó y mucho menos sentenció a los posibles culpables de estos hechos, aunque sí hubo rumores en los restringidos círculos de expertos, algunos verdaderamente escandalosos.
 
Cada empresa toma sus decisiones y el tiempo da y quita razones. Que el AS no funcionaba con García Candáu estaba fuera de toda duda. Los números lo atestiguan. Que el MARCA tampoco conseguía con el dúo Saucedo - Moratalla mantener su supremacía de años atrás tampoco era un secreto. 
 
Los lectores de MARCA y AS nunca han tenido explicación ni la tendrán de la adopción de esas medidas, probablemente necesarias, que tomaron los dirigentes de ambos diarios.
¡Ah! pero los profesionales de estos periódicos, y prácticamente los de los demás medios de comunicación, exigen explicaciones y, sin tenerlas, condenan a quienes consideran responsables, acertadamente o no, de unas decisiones empresariales privadas.
El trato es manifiestamente desigual, afirmo.
¿GENERACIÓN SABINA?

Hace unos días leí en el Mundo Deportivo, edición Atleti, por supuesto, una columna firmada por su director adjunto, Andrés Astruells y titulada ‘Generación Sabina' y Luis, en la que escribía sobre la oportunidad de que Luis Aragonés convocase a Bojan para la Eurocopa, algunas incongruencias cometidas por técnicos importantes de nuestra liga y el riesgo mediático que representaría seleccionar a la joven promesa barcelonista y dejar en la estacada a Raúl.

Pero lo que me llamó la atención sobremanera fue el siguiente párrafo: Por fortuna, me dicen, que la presión mediática irá a menos porque las nuevas hornadas de jóvenes periodistas madrileños son del Atlético y socialistas. Debe ser la ‘generación Sabina' que irrumpe con fuerza tras muchas décadas de madridismo oficial e intocable.

Desconozco el fundamento que sirve de base a esta afirmación de Astruells, pero no me puedo imaginar unas redacciones deportivas en los medios de comunicación repletas de periodistas atléticos que impongan su ideología rojiblanca a los directores de los mismos y mucho menos rompan la línea editorial imperante en cada uno de ellos.

Terminarán escribiendo o hablando de balonmano, atletismo, hípica o cualquier otro deporte minoritario. En todo caso, cubrirán la información de los entrenamientos o las declaraciones de los futbolistas y sólo los más dúctiles y astutos progresarán convirtiéndose en los De la Morena, Manolete, Carlos Martínez, Ortego, Jota Santos... del mañana.

Actualmente no nos faltan periodistas que se confiesan rojiblancos y en casi todos los casos más valdría que no lo fuesen. Repasen los nombres, porfa.

Pero me resulta mucho más preocupante lo de la ‘Generación Sabina'.

¿Quiere significar Astruells que esta nueva camada de informadores ha nacido amamantada en las ubres del cantautor de la llamada canción del Centenario?

Esa inspirada melodía acompaña una letra que rezuma ‘pupismo' por los cuatro costados. No es precisamente lo que necesita el Atleti en un futuro mediato.

Eso de ¡Qué manera de perder! ¡Qué manera de bajar! ¡Qué manera de sufrir! no puede ni debe ser el horizonte del Club Atlético de Madrid para las nuevas generaciones rojiblancas, sean periodistas, ingenieros o albañiles.

¡Pues no faltaría más!

FÚTBOL TELEVISADO

Supongo que a la mayoría de aficionados les tiene sin cuidado el canal en el que se televisen los partidos de fútbol. Lo lógico es que quieran ver el mayor número posible y al menor coste.

Dentro de estos dos parámetros, sería conveniente que supiéramos con suficiente antelación los horarios y programas para adecuar nuestros compromisos familiares, sociales o laborales con la contemplación de nuestro equipo favorito o los partidos de nuestro interés.

Pues va a ser que no.

Otro tema distinto, ajeno a la voluntad de los televidentes, es el de los derechos que tiene una u otra cadena para ofrecerlos. En su momento se firmaron unos contratos entre los clubes y las empresas mediáticas. Pues bien, que se respeten y en caso contrario, que intervenga la Justicia, con urgencia, y resuelva el contencioso cuanto antes.

Lo que los aficionados deben conocer, es que sus clubes viven, hoy en día, fundamentalmente de los ingresos que produce la venta de esos derechos y que esas cantidades supermillonarias deben ir íntegramente a las arcas de su club. Con las máximas garantías de cobro, por supuesto. En eso deben ser rigurosas las Juntas Directivas.

Otra cuestión diferente es cómo se nos sirven las imágenes y sus comentarios. Lo de las imágenes tiene su miga. Hay cadenas que lo hacen mucho mejor que otras. Me dicen que es un problema de realización. Que hay realizadores mejores y peores. Eso de elegir el plano, largo o corto, la repetición de la jugada en el momento adecuado y oportuno, el enfoque del juego o de los personajes que lo rodean y muchas otras variables que cada uno de ellos se saca de la manga. A veces la repetición de una acción sin interés, o ver en su localidad a un personaje mediático, nos hace perder una jugada decisiva.

Respecto al sonido, hace tiempo que dejé sin voz al monótono De la Casa y al insustancial Míchel. No me aportaban nada y preferí escuchar los variopintos comentarios radiofónicos.

Ahora, hay muchos partidos en los que no cabe más remedio que mantener el sonido del televisor porque nadie los retransmite por las ondas.

¡Qué horror! Generalmente es un personaje indocumentado que se hace acompañar por un par de ex futbolistas que le siguen la corriente en su narración. Supongo que la pela es la pela y no vayan a quitársela.

La mayoría de los locutores han vuelto a las cavernas. Retransmiten como si fuese por la radio en lugar de un medio audiovisual. Gritan como posesos la obtención de un gol, intentan dar emoción a jugadas muchas veces intrascendentes y nos repiten hasta la saciedad, a veces erróneamente, el desenlace de las jugadas. Pero, si las estamos viendo...

Entre los comentaristas los hay de toda condición. Haber sido futbolista o entrenador de élite no significa reunir condiciones para esta función. Basta con escuchar a Míchel, Carrasco, Pedraza, Karpin, Adelardo... y un amplio etcétera.

Queda bien acercar un argentino al micrófono. Su acento y la palabrería exótica lucen mucho. Así, Valdano, Cappa, D'Alesandro o el mono Burgos, pueden lucirse en sus disertaciones, a veces de una cursilería galopante.

No digamos si los personajes maltratan nuestro idioma y desconocen nuestra historia. Aquí, además de futbolistas, se incluyen periodistas también extranjeros. Los hay parcos, lacónicos, superexpresivos, verborreicos, graciosillos e incluso un superpayaso en La Sexta a quien se presenta como un crack. Ni sabe de fútbol, ni le importa manifestar su desconocimiento. A final de mes pasará por caja y ¡a vivir del tiqui - taca!

¿Serán más baratos los extranjeros o no se encuentran suficientes nacionales con capacidad para desarrollar esa función?

No creo que en ningún país del mundo se dé un caso parecido. Comenzó en su momento el Canal Plus con Robinson y todos siguieron a rueda hasta rozar en muchos casos el ridículo.

El fútbol no es un circo, aunque algunos así quieran presentarlo. Es un deporte, un espectáculo y la pasión de millones de seguidores que se merecen un respeto.
MEMORIA HISTÓRICA

 La reciente aprobación de la Ley de Memoria Histórica ha provocado grandes polémicas en nuestra sociedad.

¿Qué es la memoria histórica? Pues el recuerdo que cada persona tiene de los hechos pasados.

Supongo, espero, deseo, que quienes nos recuerden el pasado más o menos reciente, lo hagan con mayor fidelidad y rigor que la que muestran los espacios mediáticos deportivos. 

En la portada del MARCA de hoy (6 de Diciembre) aparece la gran foto del fenomenal Paco Gento. En la parte inferior izquierda un texto: Su eterno suplente, Manolín Bueno, fue el primero en felicitarle ¡Pero el club no le invitó al homenaje! Al lado una foto de Manuel Martínez Canales, el antiguo medio volante del Athletic y de la Selección española que fugazmente jugó en el Real Madrid a mediados de los cincuenta. Por si quedaba la más mínima duda, en la página seis se amplía la noticia de la ausencia de Manolín Bueno en el homenaje a Gento y se reproduce la foto a mayor tamaño de Manuel Martínez Canales con la camiseta madridista. 

Hace pocos días jugábamos contra Suecia un partido de gran importancia para clasificarnos para la fase final de la Eurocopa '08.

Ese mismo día, y con la firma de Miguel Ángel Lara, aparecía en la página seis del MARCA un artículo con grandes titulares ‘Ningún equipo sueco ha jugado en el Bernabéu',  falsedad rotunda, puesto que el Nörrkoping actuó y por partida doble en las Bodas de Oro del Real Madrid en 1952 y ante este equipo sueco jugó su primer partido en Madrid el gran Alfredo Di Stéfano. Un año después  jugó el Goteborg y posteriormente lo han hecho el Malmö, el Degerfords y el Orgryte. Por lo menos cinco equipos suecos han actuado en el coso de la Castellana.

Para culminar su crónica, nos relata que el primer partido que nuestra selección jugó en dicho campo fue un España - Francia en 1955 que terminó con el resultado de 1-3. Pues bien, el resultado fue de 1-2 y anteriormente se había jugado en ese escenario dos veces contra Portugal y una frente a Italia, Suiza, Irlanda, Argentina, Alemania y Turquía. Luego el de Francia (1955) no era el primero sino el noveno y con rivales de cierta nombradía, en dicho terreno de juego. 

Animado por esta hazaña mediática y el triunfo ante Suecia, el mismo M.A. Lara nos regala otra joya un día después: Suecia no perdía 3-0 desde hacía 28 años. Los escandinavos sólo han perdido once veces en su historia por tres o más goles, una de ellas la final de su Mundial. Quiero suponer que se quedaría íntimamente satisfecho con su artículo. Pues bien, en el palmarés de la selección sueca figuran nada menos que 46 derrotas por tres o más goles de diferencia y la última no se remonta a 28 años sino al pasado 2006, cuando perdió por 3-0 ante Alemania, cinco meses después de hacerlo, también por 3-0, ante los irlandeses. Por cierto, España ganó a Suecia por 4-0 en Vigo en el año 1998.

Pero todo puede explicarse echando una ojeada a la colección dedicada a los ‘Tesoros del Real Madrid'. Más de cincuenta errores, algunos de gran magnitud, he encontrado hasta ahora. ¿Sabían ustedes que el Madrid se enfrentó al Vasco en el estreno del estadio de Maracaná el 8 de febrero de 1961? Lo de Uruguay y el gol de Ghiggia que creó el palabro maracanazo en 1950, ¿les suena de algo? Con ese conocimiento histórico todo se puede dar por bueno. 

Ayer mismo (5 -12-07) el ínclito profeta de fallidos fichajes, Roberto Gómez, afirmaba en su columna con el título Gento, el más grande:   ...La Galerna del Cantábrico ha sido el mejor jugador en la historia del Real Madrid. Repito: el mejor.

La credibilidad de este personaje es incuestionable y cobra por ello un salario. 

Su rival, el diario AS, también nos ofrece a menudo ‘joyas históricas'.

Con motivo del partido de España contra los norirlandeses dedica el 21 de noviembre pasado dos de sus páginas a los internacionales que Canarias ha aportado a nuestra selección. Varias fotos no se corresponden con sus personajes y algunos datos de los jugadores están equivocados.

Pero mayor inri tiene el artículo que firma el día 27 el delegado de AS en Andalucía, Carlos Cariño. Lo titula El Decano y ciertos ‘piratillas'. Este curioso personaje que cada vez que toca un tema histórico, generalmente del Betis o del Sevilla, demuestra una ignorancia supina sobre su devenir, nos sorprende con unas líneas que no aclaran nada del tema que pretende tratar, pero en las que destaca: uno tiene la impresión de que a ciertos sectores o personajillos de la vida rupestre, como de costumbre aspirantes a periodistas (¡maldita sea, qué intrusismo soportamos en nuestra profesión!) le importa tres pares de pepinos.

Escribiendo como él lo hace y contándonos batallas que nunca sucedieron como él las relata, cada vez habrá más intrusos, y en su mismo periódico, para corregir sus desmanes de periodista titulado. 

Para colmo, en la misma revista que edita la Real Federación Española de Fútbol, las falsedades históricas se multiplican. Nada tiene de extraño, cuando en el reciente escudo que adorna la camiseta de nuestra selección han colocado una cifra en la parte superior que parece el resultado de un partido antiguo de balonmano, 19  13.

Dicen que significa el año del nacimiento de la Federación (1913), cuando hace muchos años quedó patente que nuestro máximo organismo futbolístico nació en el año 1909.

No tienen nada de extraño estas manifestaciones de ignorancia, ya que la revista federativa la dirige el periodista Luis Arnaiz, que hace años nos sorprendió desde el AS con una historia por fascículos del Club Atlético de Madrid plagada de errores de envergadura.

En sus últimos números han llegado a publicar una foto de un modesto portero del Madrid de preguerra ilustrando el artículo dedicado a los internacionales canarios. Ni más ni menos que confunden a Paco Campos, la  máxima figura del Atlético-Aviación de los cuarenta, con dicho guardameta sin apenas historia.

En el número anterior se hacía una comparación de los jugadores extranjeros que Real Madrid y FC Barcelona habían alineado en nuestra historia liguera. Se mezclaban churras con merinas y se daba como foráneos a ciudadanos españoles que circunstancialmente habían nacido fuera de nuestras fronteras o en territorios que estaban bajo dominio español cuando se produjo su nacimiento. El responsable del artículo firma con el nombre de Víctor Rodríguez Patón, quizás el mismo que durante varios meses publicó en la revista Forza Atleti unos capítulos de la historia rojiblanca cuajados de graves errores, pero, sobre todo, desprovistos del espíritu que durante cien años ha animado a esta decaída institución. Un pretencioso ignorante más.

Sólo he reflejado hechos recientes y no de forma exhaustiva, porque temas de este jaez hay para llenar un libro muy gordo. 

Si todo esto representa la memoria histórica de nuestro fútbol, ¡por favor! que busquen otros personajes para refrescarnos los hechos de nuestro pasado más o menos reciente.

Así sea.

¿CONTINÚA EL ESPECTÁCULO?

El pasado dos de diciembre, el rojiblanco José Antonio Abellán (sí, el del Tirachinas que quiere ser presidente del Atleti), se expresaba crudamente, con respecto a Ramón Calderón, en su ya habitual espacio del diario MARCA.

He esperado varios días para ver la reacción de sus congéneres y no ha sucedido nada, bueno, salvo una intervención del presidente madridista en El Larguero, donde de nuevo mete la pata al compararse innecesariamente con Santiago Bernabéu.

Con el título de ‘Comienza el espectáculo', Abellán desgrana una serie de juicios de valor sobre el comportamiento del actual presidente merengue.

Entre ellos escribe: ...se ha dilapidado parte del patrimonio madridista con la adquisición de jugadores carísimos y la venta barata de jugadores propios y se ha intentado, burdamente, enmascararlo todo comprando a periodistas babosos con un fondo de reptiles muy generoso.

Amigo Abellán, eso no es un COMIENZO, sino una CONTINUACIÓN.

Nuestro Seve Lorences lo reflejaba recientemente en su blog, al recordar la carta que a principios de los años sesenta, le dirigió Saporta a Bernabéu en la que mencionaba una posible reducción de gastos, entre ellos las ayudas a periodistas, y cuyo monto representaba más que el coste de la sección merengue de baloncesto.

Cuentan las lenguas viperinas que junto a dicha carta aparecía una hoja en la que escrita a tinta estaba la relación de plumíferos y las cantidades percibidas por cada uno. Algunos de ellos llegarían con el tiempo a figurar como directores en publicaciones de primer nivel.

Las cantidades fijas se cobraban mensualmente en una tienda de pianos sita en la Carrera de San Jerónimo y cuya encargada era la madre de don Raimundo. Las variables se percibían en un sobre a nombre de cada periodista en la recepción del hotel en que se alojaba cada uno de ellos cuando acompañaban al equipo blanco.

La hoja de marras (sin valor probatorio alguno) desapareció hace tiempo de los papeles de Bernabéu que conserva en Calpe el amigo de don Santiago que los heredó. 

Mientras redacto estas líneas, escucho el telediario de las ocho de la mañana en ‘la primera'. Una voz femenina desgrana el texto que sin duda le ha proporcionado el equipo deportivo de su redacción. Habla del homenaje a Gento. Primero le define como centrocampista zurdo y a renglón seguido musita que el ariete hizo el saque de honor.

Pues no. Gento fue un magnífico extremo izquierda, pero ni centrocampista ni ariete. Habrá que revisar la Memoria Histórica. 

Según Abellán existen, por tanto, ‘periodistas babosos' que cobran de un generoso fondo de reptiles. ¿Desde cuándo? ¿Sólo del Real Madrid? ¿En billetes o en especie?

Hace muchos años le relaté a mi padre el comportamiento irregular que se le adjudicaba a un compañero de colegio.

- ¿Tú lo has visto? me inquirió mi progenitor.

- No, papá.  

- Pues ten siempre en cuenta, hijo mío, que la fama, el honor de una persona, no puede ponerse en entredicho por rumores o comentarios maliciosos o perversos que no vayan acompañados de las pruebas pertinentes.

Abellán nos debe esas pruebas y sus compañeros de profesión deben exigírselas.
EL FUTURO SELECCIONADOR

Luis Aragonés ha clasificado a nuestro equipo nacional para la fase final de la Eurocopa. Ha vuelto a declarar que tiene fecha de caducidad y si esta vez cumple su palabra deberemos afrontar la clasificación para el Mundial de Suráfrica, cuyos rivales ya conocemos, con un nuevo seleccionador.

 

Está pendiente de celebrarse una elección para la presidencia de nuestra federación, donde probablemente saldrá reelegido Ángel María Villar, ya que el organigrama federativo reparte los votos de tal forma que el que detenta el poder posee inmensa ventaja a la hora de emitirse los sufragios.

Por tanto será casi con toda seguridad el ex futbolista Fernando Ruiz Hierro quien apechugue con la responsabilidad del nombramiento del sustituto de Luis.

 

¿Quién es Fernando Hierro? Creo que no es necesario hacer su presentación. Todo el mundo conoce su trayectoria futbolera, donde ha sido uno de los mejores en el transcurso de los últimos decenios. Tal vez nuestro único crack a nivel internacional.

 

Pero, ¿está capacitado para tomar decisiones tan importantes?

 

En su magnífica trayectoria como futbolista, ha tenido como entrenadores a Cantatore, Toshack, Di Stéfano, Antic, Beenhakker, Floro, Valdano, Arsenio, Capello, Heynckes, Camacho, Hiddinck y Del Bosque, además de los seleccionadores Luis Suárez, Vicente Miera, Javier Clemente y José Antonio Camacho. Los hay de todo tipo y color. De todos habrá aprendido algo, en lo técnico, en lo táctico, en lo humano...

 

Sin embargo, repito, ¿está capacitado para tomar la decisión de nombrar al seleccionador?   A lo largo de nuestra historia, ha sido la junta directiva de la Federación, con su presidente a la cabeza, quien tomaba esa decisión. Ello comportaba que la responsabilidad de tal elección fuese colegiada y que el presidente fuese el máximo responsable. Ahora no será así. El fracaso, en el caso de producirse, será de Fernando Hierro.

 

En una biografía de Hierro publicada en el momento de sus mayores éxitos se escribía: Para entonces ya había dejado de estudiar - abandonó los libros en primero de BUP- y combinaba el fútbol con el trabajo en un taller mecánico, (Se refiere a cuando tenía 18 años). En la misma obra, sin duda encomiástica, responde a una encuesta sobre sus gustos personales:

-          ¿Cuál es el último libro que has leído? y ¿La última película?

-          No suelo leer. El Rey León.

-          ¿Cómo pasas el tiempo en las concentraciones?

-          Charlando, jugando a la pocha, al tute o al mus.

 

No parece tener la formación intelectual suficiente para tomar decisiones de tan alto nivel y afrontar las subsiguientes responsabilidades.

BUFONES

No me refiero en este artículo a los dos grandes guardametas, Lorenzo (Milan, Genoa e Inter) y Gianluigi (Parma y Juventus), que han llenado dos épocas en la squadra azzurra y cuyo apellido lleva dos efes.

En estas líneas voy a esbozar la moderna actividad de esos personajes chuscos, retratados por el gran Diego Velázquez o inmortalizados por Giuseppe Verdi en su ópera Rigoletto.

Hay noticia de que tanto en Grecia como en Roma gozaron del favor de los poderosos. En la Edad Media, los más importantes llegaron a alcanzar grandes riquezas e incluso títulos de nobleza. Con el Renacimiento pasaron a ser la ‘conciencia’ de los príncipes, ya que se atrevían con su graciosa palabrería a decir verdades como puños. La proliferación de esta actividad, llevó a personajes deformes, como enanos o jorobados, a buscar en ella la forma más fácil de ganarse la vida.

Después, con los Derechos Humanos emanados de la Revolución Francesa, desaparecieron afortunadamente de la circulación.

 

En la actualidad los personajes bufonescos han reaparecido invadiendo los medios de comunicación, generalmente en los programas llamados telebasura, pero también tintinean sus invisibles cascabeles en el ámbito deportivo. En algunos casos con cargos de supuesta responsabilidad, como subdirector, redactor jefe y similares.

 

No es necesario dar nombres y apellidos pues en el ánimo de todos están los insignes nombres de los robertos, tomases, manoletes...

Parece ser que muchos de ellos tienen título de periodista y algunos incluso trabajan en medios que pertenecen a empresas que se dicen progresistas.

Pues, qué bien. A golpe de progreso llevan camino de regreso a las cuevas de Atapuerca.

Todos ellos no tienen tiempo de ir al fútbol, entre el periódico, la emisora de radio, los estudios televisivos, los viajes a provincias para promocionar sus medios o visitar peñas de clubes afines... les impiden asistir al fútbol del que viven. Bueno, no del fútbol sino de lo que rodea a este maravilloso deporte. Los posibles fichajes que casi nunca aciertan, la situación interna del club, maravillosa en el suyo y terrorífica en el rival, los extraordinarios rendimientos económicos del merchandising, las campañas descalificativas de las personas que no les caen bien o las encomiásticas de quienes sí.

¡Fuera Luis! y ¡Raúl, selección! son recientes ejemplos.

 

Hace pocos meses, unos de estos ilustres informadores se retrataba en su periódico limpiando los zapatos de Ronaldo. Sonríe, se cree gracioso y no es consciente que denigra a su medio, se denigra él y denigra al director que la publica, porque demuestra nula sensibilidad hacia su profesión y su autoestima. ¡Ah, pero eso vende! Claro que sí, como los programas llamados de corazón que gozan de estimables audiencias.

El periodismo, como escribió un amigo mío, o es relato sereno, justo, atinado, o es juicio frío, análisis ponderado, crítica serena. ¿Qué parte de responsabilidad toca a los limpiabotas de futbolistas, a los monaguillos que inciensan a jefecillos o peñistas radicales, en el crecimiento de la violencia futbolera?

Estos palmeros de ultragrada, pelotas de los ‘genios’ futbolísticos, muñidores de falsas e interesadas noticias, pontifican a diestro y siniestro conformando una opinión que trasciende a jóvenes todavía por formar. Quien no se respeta a sí mismo, como el falso acordeonista que ni siquiera es capaz de mover los dedos sobre el teclado de su instrumento, no puede pedir respeto a los demás.

 

Así nos luce el pelo.

GAUDEAMUS… SED NON DEDISCAMUS
Sí, yo fui otro de los anónimos que asistieron a la reunión de atléticos llamada con acierto Gaudeamus Atleti. Gaudeamus porque nos alegramos de ser atléticos, porque nos sentimos orgullosos de nuestra historia y no tenemos la menor intención de olvidarla y no pensamos tolerar que se minimice o sencillamente se mienta sobre nuestro pasado, brillante y glorioso por más que el presente no lo corrobore.

Y digo por un lado que no queremos olvidar nuestro pasado, pero por otro a veces no tengo la completa impresión de que la mayoría del entorno rojiblanco se tome de verdad en serio esta tarea. Me da la sensación de que hablamos de historia y algunos no ven en ella más que las batallas del abuelo Cebolleta, interesantes, agradables de oír, emotivas si cabe, pero algo al fin lejano, separado de la realidad actual y cuya utilidad no llega mucho más allá de la mera anécdota.

Decía Bernardo Salazar, mi admirado don Bernardo, que uno de los grandes problemas del Atleti actual era la pérdida de la cultura de club, y ojo, estoy seguro que se refería tanto a la institución como al propio aficionado medio. La historia, sin duda, aparece como un valor importante, pero a su vez adjetivo y de una utilidad casi nula en el combate con los actuales gestores, y a su vez arruinadores, del Club Atlético de Madrid.

Y la historia, señores, y sobre todo su conocimiento, son básicos en esta tarea. Si nos ofendemos por ver al Atleti noveno en la tabla y eliminado en la Copa en octavos ante el Osasuna o el Recre, si nos abochorna hasta el extremo un 0-6, no es porque tengamos falsas ínfulas de locos megalómanos, sino porque nuestro pasado demuestra, requiere, exige, salir de esa mediocridad y, como dice Petón, “que el Atleti se ponga al paso de su historia”.

Y créanme, posiblemente sea tan eficaz en la defensa del club que Bernardo, Ildefonso, Fernando y otros más den un puñetazo en la mesa y pongan las cosas en su sitio cada vez que alguien del club o ajeno a él, no respete la realidad de nuestro pasado, que perdernos en la enésima diatriba sobre delincuentes, sobre asaltos al palco o sobre periodistas cómplices con el saqueo.

Y no dudo en absoluto que todo esto sea necesario, sin duda, ya que sin estos luchadores, sin estas voces discordantes posiblemente seguiríamos oyendo que “el que no tiene un hijo drogadicto, tiene una hija prostituta” y seguirían fichando ciudadanos del Tercer Mundo a precio de crack futbolístico.

No hay duda que esa rebeldía, esa crítica, es necesaria, pero lo es tanto como respetar como se debe a nuestro comité de sabios, a nuestros guardianes de la historia, porque sin ella, sin tenerla presente en todo momento, la lucha pierde todo su sentido.

Victor Hegelman.
CUENTAMÉ
Placer.

Los árbitros son humanos y se equivocan. A veces no ven cosas increíbles y otras ven cosas que nadie puede ver. Se tragan fueras de juego, obvian manos de libro, no ven penaltis en tanto que la cabeza siga pegada al tronco… Lo del derbi del sábado nada tuvo que ver con un error humano. Daudén y su línea jugaron a ser Dios. Prevaricaron en el ejercicio de su función y dieron una sentencia injusta a sabiendas de que era injusta. Y eso anulando la primera resolución, la acertada, la que ellos mismos sabían que era acertada.

El línea (que me la suda como se llame), al igual que los jugadores madridistas, contemplaba atónito el baño que recibían los de blanco cuando zas, segundo gol en tres minutos de nada. Me cago en la leche, piensa mientras corre al centro del campo. En eso que uno, un zaguero blanco levanta el brazo y él no puede resistirse y levanta el banderín. ¿Acto reflejo? Puede. ¿Acto forofo? Quién sabe.

Le envidio. Cuantas veces habré soñado con poder hacer algo así yo mismo en un Bernabéu repleto. Decidir porque sí, porque me apetece que el gol del Madrid no ha sido gol. Ha sido otra cosa que no sé muy bien, pero gol ni de coña. Qué placer. Defender los colores de mi equipo en territorio hostil. Sacar el puño salvador allí donde Leo Franco no pudo llegar.

Yo no puedo hacer eso. No soy árbitro ni linier. Sin embargo el sábado un héroe anónimo decidió saltar por detrás de Casillas y hacer el paradón de su vida. Bravo. La envidia me corroe.

Símil.

Y algunos siguen diciendo que si el día del Huelva la mano del Kun y tal. En el foro de Pasando Revista un participante llamado Roman hizo el símil perfecto. La jugada del Kun hubiera tenido parangón con la del sábado si entonces Pérez Lima hubiese pitado mano y segundos después hubiese dicho: “Qué cojones, mejor voy a dar gol”. Eso es lo que hizo el asistente de Daudén. Asentir con la realidad y luego destruirla inventándose una nueva. La mano no se pitó nunca. Nadie cambió de opinión.

Añejo.

Hablaba Sergio Medina en uno de sus artículos de un Derbi con sabor añejo. Y la verdad es que la definición no puede venir más al caso. El sábado se me vinieron a la cabeza demasiadas imágenes del pasado, y lo hicieron como un torrente de ideas asociadas, a borbotones pero con una nitidez cristalina. Un “Cuéntame” futbolístico parecía aquello.

Se me vino a la cabeza aquel Urrestarazu de la final de Copa del 75. Aquel remate de Becerra que sacaba Uría dentro de la portería y, con el linier corriendo al medio del campo, el colegiado ordenaba seguir el juego quitándose de encima las protestas colchoneras a manotazos. O como en ese mismo partido, ya en la prórroga, anulaba un gol a Benegas por fuera de juego posicional de un Irureta caído en una esquina y totalmente fuera de la trayectoria del cuero y del espacio del arco. A cuántos equipos les habrán anulado dos goles válidos en la historia de las finales coperas. Dos goles legales necesitaron marcar los colchoneros para empatar a cero y luego perder en los penaltis. Qué mala suerte.


También me acordé de aquel Guruceta de la eliminatoria copera del 78/79 en el Bernabéu. Aquel Guruceta, presuntamente sobornable según la UEFA, que en paz descanse que más descansamos algunos con su ausencia. El gol anulado a Arteche por presunta falta en ataque cuando el zaguero rival más cercano quedaba a un metro. Recuerdo también que Guruceta tardó segundos en saber qué hacer y que levantó la mano cuando los jugadores atléticos ya estaban abrazados. Y luego, en la prórroga, el gol anulado a Leivinha, concedido en primera instancia y anulado después tras consultar al linier. Entonces, al igual que el sábado pasado, nadie supo decir la causa de la invalidación. Cuatro goles legales necesitaron marcar los colchoneros para empatar a dos y luego perder en los penaltis. Qué mala suerte.

Y también recordé el sábado las semifinales de Copa de la 79/80 y el gol anulado por Ramos Marco a Bermejo por fuera de juego posicional de Rubio… con García Remón y Benito debajo del arco. Aun sigo también sin saber porqué anuló este. Dos goles legales necesitaron marcar los colchoneros para empatar a uno y luego perder en los penaltis. Qué mala suerte.

Y así tantas veces, tantas dianas conseguidas que no subieron al marcador porque al de negro no le dio la gana. Como el que anuló García de Loza desde el centro del campo a Baltazar, aun desconozco porqué, pues el linier corría al centro del campo y De Loza nunca quiso desvelar los motivos de su decisión. Eran las semifinales de Copa de la 88/89.

Y los que me olvido.

Todos goles válidos, como el de Perea, que aun no sé porqué no valieron pero que fueron determinantes para no ganar al Madrid. Sabor añejo. Amargo y añejo.

Y solo hablo de goles anulados. Me dejo el pelotazo en la zona testicular de Ruiz que Urízar convirtió en mano y penalti; el gol de Hierro mientras Mazorra contaba los pasos de la barrera; el de Luis Enrique en la línea que concedió Urío… Pero en algún punto hay que cortar.

Sí claro, escarbando bien también sacaremos decisiones que beneficiaron al Atleti. Vamos, me cambiaba yo de sitio en el reparto cagando leches.

Regusto.

Pero también el sabor añejo tuvo un pequeño regusto dulzarrón. A lo mejor sólo me lo pareció a mí pero por momentos contemplé a un Atleti orgulloso en un derbi. Otra vez después de no sé cuanto tiempo. Un Atleti grande que salió a machacar al Madrid como ya lo hacía antaño cuando Pereira, Ayala, Leivinha, Gárate, Rubén Cano… les hacían a los blancos ponerse pálidos de terror y mirar una y otra vez al árbitro para que solucionase lo que ellos no podían ni sabían.

Volvió el Atleti de verdad, aunque seguramente solamente haya sido de paso.

Cabriolas.

Dos rácanos empates en la temporada y los que hacen cabriolas de alegría son los madridistas, mientras los atléticos salen cabreados. Vivir para ver.

¿Cambian las cosas? ¿Crece la ambición en el orbe atlético? No. Es solo el entorno blanco, que cada día se da por satisfecho con menos. Una sensación tristemente conocida a este lado del río. Ya he estado allí antes.

Dos.

Porque dicen los entendidos que el Atleti no tiene gol, pero lo cierto es que marcó dos en tres minutos. Al final dos goles de los rojiblancos y uno de los blancos. Resultado final: empate. Me suena la ecuación. Qué mala suerte.

Rectificó.

Hace un año y pico Florentino “el superior” decidió que había que repetir un partido del Madrid porque contra el Español un árbitro primero pitó penalti y luego rectificó y dio gol. En contra claro. Error técnico del árbitro, adujeron en la casa blanca.

El gran Florentino (Dios guarde a usted muchos años, S.E.) posteriormente se arrepintió en una rueda de prensa aireando el papel del recurso que ya no iba a presentar en rueda de prensa “ad hoc”. “Nos asiste la razón y con eso nos basta” dijo, mientras los hagiógrafos del lobby jaleaban a su líder.

¿Podría hacerse lo mismo desde la ribera del Manzanares con la rectificación de Daudén y su linier? ¿Porqué no?

Muchas son las veces en las que la directiva rojiblanca se ha puesto en ridídiculo, sin embargo, afortunadamente, el Madrid también fue “superior” en este asunto.

Perseguido

El Madrid lleva tres años perseguido por los árbitros, dice Roncero. Sí, igual que las quinceañeras gritonas perseguían a los Beatles. Para pedir autógrafos y hacerse fotos con los jugadores.

Luego dicen por ahí que quejarse de los árbitros es de mediocres. Se referirán a Roncero, Mijatovic, Capello, Iván Helguera… Ah, no. Si son del Madrid no es más que un justo clamor ante una patente injusticia.

Daudén.

Daudén, ese hombre. El mismo que hace un año en Riazor fue incapaz de ver como Capdevilla daba un violento cabezazo a Valera y se aprovechaba del KO del rojiblanco para ganar el partido. En sus mismas narices. Por supuesto gol clarísimo y victoria in extremis del Depor.

Y el mismo que en el 2003 anulaba un gol en propia meta del Barça en el Calderón a la salida de un corner. Lequi, el rojiblanco más cercano del defensor blaugrana, quedaba a dos metros mínimo. Al final del choque el Atleti había conseguido un gol legal y el Barça ninguno. Resultado final: empate a cero. Me suena este entorno. Ah sí, qué mala suerte.

Triunfal

Y el Atleti no gana al Madrid en el Calderón desde 1.999. Demoledora racha. Detalles sin importancia:

- En 2.004 Moreno Delgado da la victoria al Madrid concediendo el gol más ilegal de la temporada. Obstrucción de Raúl en el área pequeña que le impide coger el balón, la jugada sigue y Helguera remata sobre la línea en clarísimo fuera de juego. Tres puntitos.
- En 2.005 Antonio López es expulsado a los cinco minutos tras penalti a Raúl. Idénticas jugadas en numerosos partidos no volvieron a suponer tarjeta roja en el resto de la temporada.
- En 2.007 aparece Daudén y ya sabemos que pasa..

Detalles sin importancia en la marcha triunfal blanca. Con buena picha bien se jode.

Estadísticas.

Las estadísticas. Oh, las estadísticas. Contamos como años de sequía colchonera de triunfos en los derbis los dos en el Infierno. También, abundando en la estupidez, podríamos decir que en esos dos años el Madrid fue incapaz de conseguir un solo punto ante el Atleti. Fíjate que ni un gol pudieron marcarnos. Podemos, asimismo decir, que desde enero de 1.999 hasta mayo de 2.003 el Madrid fue incapaz de ganar al Atleti, ni en casa ni fuera. Sin embargo, semejante estadística, tan falaz como la primera, tiene mucha menos gracia.

Campañas.

¿Estoy hablando de una campaña en contra del Atleti? ¿Veis eso? Por favor, entrañables acémilas, prestad atención cuando leéis y si no entendéis nada el silencio será vuestra mejor aportación de largo.

No, de campañas hablan otros. Esto no es más que un viaje por la historia, una historia que he vivido y una historia de la que no me sale de los cojones olvidarme.

Victor Hegelman.
Maquetar la historia
El sueño de la razón produce monstruos (Francisco de Goya y Lucientes).

En el pasado mes de mayo tuve el honor de dar una conferencia en el madrileño Casino de la calle Alcalá. Allí, ante los miembros de una prestigiosa asociación, hablé aproximadamente durante una hora sobre los orígenes del fútbol en la ciudad de Madrid. Al finalizar la ponencia, uno de los miembros más ilustres del club, un anciano que rondaba los noventa años, experto y reputado anticuario, así como mejor conocedor español actual sobre los tesoros del Museo del Prado, se acercó a mí y con aire confidencial me dijo: “Usted sabrá mucho sobre el fútbol madrileño en tiempos de Maricastaña, pero lo que no sabe es que el Atlético de Madrid debería haber bajado a Segunda tras la guerra y sin embargo le mantuvo Franco en Primera”.

Estaba de suerte. Me estaba hablando sobre mi tema, sobre una historia de la que me he hartado a leer. Amablemente y con el respeto que me merecía el interlocutor me apresté a contarle la verdad de la situación, que el Atlético Aviación jugó en Primera por la excedencia concedida al Oviedo, con Buenavista destruido, que volvería a Primera un año después, y que, con esta renuncia, el legítimo derecho deportivo a jugar en Primera correspondía al Atleti, mejor clasificado de los descendidos en el 36, y que el único que cedió su derecho fue precisamente el Atleti (entonces Athletic), accediendo a jugar una promoción de permanencia-ascenso ante Osasuna cuyo único mérito estribaba en los servicios prestados por el pueblo navarro al bando nacional en la Guerra Civil, es decir, motivos políticos y bélicos frente a los legítimos deportivos de los atléticos. Y después me adorné citando jugadores y goles de aquel partido de promoción. Pero el buen señor insistía, y me dijo que al Oviedo lo bajaron en castigo “por la revolución de Asturias años antes”, a lo que le contesté, que el Oviedo no descendió, sencillamente, sin jugadores ni estadio, “descansó” en la 39/40, guardándosele la plaza en Primera para la temporada siguiente, en la que volvió sin problemas a la máxima categoría. El ilustre anticuario me escuchaba atento. No puso ni un pero ni un reproche, sin embargo, al terminar mi “discurso” me dijo: “Tú no vivías entonces y yo sí. Y al Atleti le dejó Franco en Primera y me da igual lo que digan los libros”. Y ahí me dejó, con un palmo de narices.

Con indulgencia observé como se alejaba. Son casi noventa años y esta historia, aun sin fundamento, seguro que le ha dado mucha cancha en más de una tertulia futbolera. ¿Qué más da si es verdad o no cuando la gente quiere escucharla?

Parece que viene de antiguo pero lo cierto es que el Atlético Aviación se ha convertido aun más en la actualidad en un arma arrojadiza para aquellos que, acostumbrados a escuchar asociaciones más o menos fundadas entre el franquismo y las camisetas blancas, ven en aquel apellido “Aviación” la excusa perfecta para levantar su dedo acusador y, digamos, “desviar la atención histórica”.

Y es que son muchas las tonterías que he escuchado sobre el equipo aviador y su condición de “equipo del gobierno” que le llevó a ganar las dos ligas siguientes a la contienda civil. La última idiotez es buena, de las mejores que he oído.

Preguntaba alguien al viento de la blogosfera lo siguiente: ¿Cuál era el único equipo que viajaba en aviones, y del ejército, después de la Guerra Civil??? El tono de la cuestión entiendo que pretendía ser de sorna, descalificatorio, hiriente si cabe, pero también a su vez era vanidoso, como pronunciado por el que sabe algo que nadie espera, el descubrimiento de la pólvora ante un atónito auditorio. Evidentemente la respuesta sugerida, para no variar, era el Atlético Aviación.

Pues bien, contestemos y argumentemos después de consultar libros y voces autorizadas, y abundemos en la evangélica misión de enseñar al que no sabe. Después de la Guerra Civil Española (la del 36) el ejército español carecía de aviones de pasajeros. Lo más cercano que podía existir entonces eran las llamadas “estafetas” de Correos (aviones de transporte en realidad), las cuales podían transportar a la vez varios soldados con comodidades prácticamente nulas, pero difícilmente a la plantilla de un equipo con su correspondiente cuerpo técnico y, en su caso, directivo. Viajar en avión militar en esas condiciones por tanto hubiera sido más un castigo que un beneficio por la falta de espacio y comodidad. Además, ¿cuántos aeropuertos civiles o militares quedaban cerca de los estadios de Primera en esos años? A veces hubiera sido necesario hacer más de dos horas adicionales en autobús desde el estadio, y eso cuando existía una pista de aterrizaje cercana. Vamos, que lo de los aviones transportando al Atleti en sus desplazamientos es una soberana memez, una invención estúpida y con un respaldo histórico nulo.

El Atlético Aviación viajaba, según palabras del defensa Aparicio, en “un cómodo autobús de la Aviación… y la gasolina no nos costaba”, lo cual no era un beneficio baladí en una época en la que los equipos muchas veces viajaban como podían (en tren, en varios autos…). Estos problemas de transporte, en cualquier caso, no los tenían clubes potentes como el Valencia, el Athletic, el Barcelona o el Madrid, que, ellos sí, viajaban con unas comodidades semejantes a los aviadores.

Pero volvamos a la realidad del momento actual, de los comentaristas y opinadotes gratuitos. ¿Cuál es la diferencia entre el venerable anciano del Casino y el indocumentado preguntador sobre aviones? El primero está mayor. Así se lo han contado y ya ha visto demasiadas cosas en la vida como para profundizar en nada más, y menos en algo tan insustancial y fofo como el fútbol. ¿Para qué?

El segundo no piensa, no lee, no se informa. Ni siquiera ha oído campanas. Sólo ha visto al vecino de alguien que dice haberlas escuchado de lejos y sin embargo se lanza a hacer afirmaciones categóricas, tratando de plantar una absurda falacia en el abonado terreno de la ignorancia general. ¿Que se llamaba Aviación? Pues ya está, viajaba en aviones militares. Y ni siquiera repara en la existencia de aviones habilitados a tal fin. Pero oye, tan pancho. Hasta se llegará a creer su propia idiotez.

“Toda mentira, a fuerza de ser repetida, acaba por convertirse en verdad”. Siempre he oído que esta frase (o algo parecido) era de Goebbels, pero Salazar se la atribuye a Lenin, y si don Bernardo lo dice…

Da igual el origen, pues la catadura moral de los personajes es tal para cual. Lo cierto es que la sentencia no deja de cobrar actualidad en cada día que pasa. Ya no basta con manipular el presente, sino que hay que redefinir y adaptar el futuro a las necesidades del pensamiento único. No interesa investigar los hechos, sino crearlos y repetirlos hasta la náusea, sin descanso, convertirlos en una nueva e interesada verdad oficial, y si a alguien se le ocurre venir con datos, molestarse en leer, investigar, y rebatir la nueva verdad oficial, la que tantos quieren leer, se le insulta y descalifica, a ver si desiste, si deja de molestar, de “inventarse” cosas que no interesan. Y lo conseguirán. Conseguirán molestar, aburrir a las voces discordantes, que acabarán sin ganas de hablar, de decir nada, de investigar, de leer. Al final será mejor olvidarlo todo.

Victor Hegelman.

PD. Para el que le interese, existen artículos publicados en Más allá de Orión sobre el Atlético Aviación:  http://mas-alla-de-orion.blogspot.com
y también en este mismo blog.
Un hasta pronto.

Ilustres amigos de Señales, necesito un descanso. Un paréntesis. Ha sido un placer estar con vosotros. Os prometo que volveré.

Un fuerte abrazo.

Un hasta pronto.

Necesito descansar. Necesito desconectar un poco del fútbol, y a la vez necesito ver el mundial para volver a ver fútbol y disfrutar. Necesito gastar mi tiempo libre en otras cosas. Necesito estar más con mi familia. Necesito leer más libros y dejar volar la imaginación. Necesito centrarme más en mi trabajo y hacer que la imaginación vuelva. Necesito descansar.

 

Desde aquella tarde del 31  de diciembre en la que, aburrido cual ostra perlera, creé un blog y me puse a rajar del “Primer Memorial Jesús Gil y Gil” han caído varios meses con una producción de posts casi febril. Empezó casi como una broma, una forma de matar el tiempo escribiendo sin pretender llegar a ninguna parte, pero pronto me metí hasta el cuello.

 

Siempre me pasa. Empiezo algo y trato por todos los medios de llegar al final. Pero aquí no hay final, por eso necesito hacer un paréntesis, necesito descansar, renovar las fuerzas y, sobre todo, la ilusión. No caer en la monotonía, en el tedio, en la desgana. Que el blog, que Más allá de Orión sea un reto, nunca una carga.

 

Por todo eso paro aquí. De momento. En el post ciento treinta y tantos. Parecen muchos, sin embargo me da la impresión de haberme dejado tantas cosas en el tintero… No importa demasiado. Las contaré cuando vuelva, porque volveré. Posiblemente a la vuelta del verano, al comienzo de un nuevo año futbolístico.

 

Queda cierta pena por partir, es indudable, y queda el orgullo de haber compartido con hinchas de todos los equipos, fueran simpáticos o enemigos encarnizados, queda el orgullo de haber sido linkado sin pedirlo en tantas páginas, queda el placer de haber conocido a tanta gente buena y brillante, y queda, claro que sí, la gratitud.

 

Sólo una cosa pido a todos los que amablemente han linkado este blog en sus páginas. Por favor, no eliminéis el link, porque volveré, os lo prometo, y porque no me gustaría que todos los testimonios dejados en Más allá de Orión en estos cinco meses se perdieran sin más. Al fin y al cabo constituyen un testimonio más de lo ocurrido. De todas formas no será extraño que me sigáis viendo en más de un foro (ahora podré leer con más tranquilidad…) El que quiera contactar conmigo puede escribirme a canadian@mixmail.com.

 

Y nada más. Sólo una frase del gran Groucho: “Al que llore en mi entierro no le vuelvo a invitar”.

 

Hasta pronto, amigos.

 

Victor Hegelman.

 

Tristes presentimientos de lo que ha de acontecer.

 

En el pasado mes de febrero la Plataforma Salvemos el Calderón lanzaba en un comunicado de prensa una serie de preguntas a los máximos accionistas del Club Atlético de Madrid. Conozco de primera mano el esfuerzo que tuvo que realizar el citado grupo de atléticos para sintetizar en una página una montaña de dudas sobre la “presunta” operación de desalojo del estadio colchonero.

 

Una de las cuestiones redundaba sobre la oscuridad en la que se mueve el aficionado colchonero sobre este asunto. Rezaba así:

 

¿Por qué los máximos accionistas del Club Atlético de Madrid S.A.D. niegan la voz a la totalidad de los abonados atléticos en esta relevante decisión llamada a determinar el devenir de la entidad rojiblanca, negándole la posibilidad de expresar su posicionamiento acerca de la conveniencia o no de la venta del estadio Vicente Calderón en un más que pertinente referéndum?”

 

Sin respuesta, ni aquí ni en ningún punto. A día de hoy ninguna de las incógnitas presentadas en aquel documento han sido resueltas al aficionado colchonero. Todo lo contrario. Las tinieblas, la nebulosa, el lodo, el fango, no sólo no desaparecen sino que cubren todo. Y la verdad, casi da miedo esperar a que se aclare el panorama, pues la realidad, tétrica realidad atlética, amenaza con superar los más oscuros presagios. Y es que las calamidades, no por ser esperadas, son menos calamidades.

 

Llevábamos un tiempo sin mayores noticias sobre el estadio, nuestro estadio, un aparente compás de espera esperando no sé qué. Y llegamos a hoy, el día en el que se empieza a levantar la alfombra dejando ver las múltiples porquerías acumuladas. El As descubre ufano en la mañana que Gallardón “acepta ceder al club rojiblanco la propiedad de La Peineta con tal de que se vaya a jugar allí”. La noticia no tiene pinta de ser un bulo. Es lo que tiene la propaganda. Cuando quiere desviar, desvía, y cuando se le ordena informar, informa.

 

Y en efecto, la nueva es real y es confirmada por Cerezo en pocas horas. Sostiene el empresario del cine: "Efectivamente estamos en conversaciones con el Ayuntamiento para presentar nuestro proyecto, que implica el cambio de estadio y nosotros creemos que, si el estadio olímpico (La Peineta) es como tiene que ser y como va a ser, será un buen estadio, con gran capacidad y con una situación prácticamente inmejorable dentro de la Comunidad de Madrid", añadiendo que el estadio Vicente Calderón realmente está muy mal ubicado y, por las circunstancias de todo el problema de la M-30, no es fácil estar allí”, esperando que el acuerdo se cierre “antes de agosto”.

 

Alucinante no es. Las situaciones alucinantes se caracterizan por el factor sorpresa, y aquí hay más bien poco. Esto es deplorable y vergonzante, ni más ni menos dentro de la línea de gestión habitual del club.

 

Porque deplorable es (o al menos me parece) ver cómo se ningunea y se prescinde de la opinión de los abonados y aficionados colchoneros en un asunto tan importante como es la propia casa. ¿Para qué reparten ustedes acciones entre los abonados si su voz y su voto se la pasan por el mismísimo forro? Y todo ello con la mirada complacida y cómplice del Alcalde de los madrileños, no lo olvidemos.

 

Caen las cortinas de humo: Campamento, fichajes… Ya no hay tiempo para la distracción. Hay que cerrar el acuerdo. Es bueno. Porque resulta que ahora el Calderón está mal situado y la Peineta bien. Acojonante. Porque es un estadio de setenta mil plazas para una afición que no llena cincuenta y cinco mil porque está hasta las pelotas. Porque hay que sanear la “deuda histórica”. ¿Qué parte de esa deuda histórica es anterior a 1.987, el año de su irrupción? Más histórico es el Calderón que su deuda y ya vemos lo que les importa.

 

Y sobre todo, hay que cerrar el acuerdo de la Peineta ya porque no se contempla que opinen los abonados, esos pobres desgraciados. Si ha funcionado la política de hechos consumados durante diecinueve años, ¿porqué cambiar?

 

Algunos me dirán que ya veré, que es buena la venta del Calderón, que con el dinero que se reciba el club se va a convertir (volver a convertir, añado yo) en un grande… No me preocupa el dinero, me preocupan las manos.

 

Victor Hegelman. 

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