El Blog de Bernardo Salazar

ADEMÁS DE MALOS, TONTOS

Lamentable espectáculo el que acabo de presenciar en el Manzanares. Al margen de lo que digan los ‘sabios’, al fútbol sólo se puede jugar de dos maneras: bien y mal. Lo de hoy roza el esperpento. Creo que sobran dedos de una mano para contabilizar las jugadas de mérito que se han producido en los más cien minutos que en teoría ha durado el partido.

Me pareció que desde el principio los chicos del Getafe, esta vez no sé por qué de amarillo, se situaban mejor sobre el campo. Sin embargo, unos y otros se empeñaban en destrozar el juego con pases sin sentido, entradas a destiempo, algunas ‘gotitas’ de mala intención y una pésima puntería sobre la puerta rival. El Getafe tenía mejores oportunidades pero le fallaba la pólvora.

De pronto, un despeje aéreo lo aprovechó intencionadamente Agüero para prolongarlo de cabezazo sutil hacia Simao en el el hueco creado por el lateral derecho que había acudido al salto. El portugués aprovechó la ocasión para ofrecernos ese detalle de buen jugador que suele ofrecer en cada partido, y su internada y centro los aprovechó Forlán para marcar el gol que sería el de la victoria. Iban veinte minutos de juego y restaba mucho tiempo para el final.

os jugadores rojiblancos, en lugar de asentarse con la ventaja adquirida, volvieron al despropósito de pelear el balón, recuperarlo y volver a regalárselo a su adversario. Estos siguieron la misma tónica y desperdiciaron sus oportunidades de forma lamentable. l partido entró en una fase de ataque y contraataque donde se puso de manifiesto la escasa calidad de muchos jugadores, incapaces de dar el sentido adecuado a la circulación de la pelota. Los amarillos fallaron algún gol cantado y los colchoneros estrellaron un saque libre en el larguero por medio de Pernía. Y llegó el descanso.

a segunda parte se inició con las mismas características, pero pronto pude advertir, en el minuto cinco o seis de la reanudación, que los defensores rojiblancos comenzaban a perder el tiempo con la colaboración de los muchachitos recogepelotas. ¡Qué barbaridad! en casa, con uno a cero y todo un mundo por delante. ¿Recibieron esa consigna los chavales durante el descanso? Si es así, y supongo que lo fue, me parece intolerable.  Si los malos lo hacían rematadamente mal, los buenos demostraron que no eran listos. Unos y otros se empeñaron en ofrecer toda clase de despropósitos.

Abbiati mostró que no sabe jugar con los pies y sin embargo salvó a su equipo en dos o tres oportunidades. López hizo saber que su banda no es la derecha; los centrales que no se entienden a la hora de repartirse el trabajo y Pernía, una vez más, que está para el arrastre. Nunca me pareció válido y mucho menos seleccionable. Faltas absurdas, innecesarias, balones perdidos una y otra vez. Raúl García y Maniche corrían como gallos sin cabeza y los de arriba no terminaban de culminar una sola jugada. ¡Qué horror!

uando la calidad escasea, los jugadores deben demostrar otro tipo de virtudes. Pues tampoco.  Me pareció penalty. Penalty de tonto, otro más, pero penalty. El linier se fue sin dudarlo a la línea de puerta y Forlán, con el balón, al llamado punto fatídico. Todo se resolvió con una absurda cartulina amarilla para el Kun. Las tarjetas comenzaron a causar estragos. Una por aquí, otra por allá. Reiteradas llamadas al orden del árbitro a Carlos Peña (delegado de campo) para que los recogepelotas cumplieran con su obligación. ¡Ni por esas!

Agüero, Abbondanzieri y alguno más demostraron su escasa inteligencia futbolística y propiciaron su expulsión. Mucho peor fue lo de Reyes, que esta vez no tenía a los béticos enfrente. El entrenador, y si no la directiva, debería tomar medidas con el ex sevillista. Cosmin Contra se había tenido que poner de improvisado portero. Faltaban quince minutos y nadie, de un lado ni de otro, supo sacar ventaja de las oportunidades favorables. Se veía llegar el empate, pero entre malos y tontos fueron incapaces de marcar otro gol. El más malo y tonto resultó ser el árbitro que acertó, para desesperación de todos, al  prolongar justificadamente el sufrimiento. Por fin los tres puntos se quedaron en casa y el Atleti asciende al tercer puesto, lugar de podio que no ocupaba desde que estuvo en Segunda División. Por su juego así lo pareció.

Posted: dic 10 2007, 03:19 por bsalazar | con no comments |
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