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Las Perlas del Foro de Señales de Humo

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El Foro de Señales de Humo, a lo largo de su historia en múltiples formatos, siempre ha sido sinónimo, entre otras cosas, de calidad en los escritos de sus participantes. Aquí se ofrece el histórico de aquellos escritos que merecieron el "¡¡A Columnas!!" por parte del resto de foristas.

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Amores que matan

"Es un muerto de hambre y un pesetero mercenario que se marcha porque no quiere al Atleti, lo único que le importa es el dinero". ¿Cuántas veces hemos oído estas palabras salir de la boca del individuo que nos preside desde hace casi 15 años? Infinitas.

Gil ha sido, sin duda, el dirigente futbolero que más ha hecho por el sostenimiento del INEM en los últimos años. Entrenadores, miembros del cuerpo técnico, jugadores de más o menos relumbrón, barrenderos del club… todos han pasado por el juicio sumarísimo del sátrapa de Marbella y muchos de ellos han sido ejecutados al amanecer por no amar lo suficiente al Atlético de Madrid. Algo en lo que nadie puede superar al señor Gil, por supuesto. Es casi tan insuperable en esta disciplina como dando pelotazos inmobiliarios.

 


 

Toda esta introducción viene al caso para recordar a un traidor pesetero. Un Judas Iscariote que padecimos en el banquillo del Calderón durante tres largas temporadas. Se trata del innombrable Radomir Antic.

Este agente del maligno llegó a un desmoralizado Atlético de Madrid en junio de 1995. El equipo acababa de salvarse del descenso de puro milagro y había que empezar de cero. La tarea principal, desde luego, era motivar a la plantilla, pero también había que modernizar las estructuras del club, que estaban bastante obsoletas y tenían una estructura demasiado piramidal, con Gil en la cúspide.

El traidor Antic, cogió a este equipo hundido, lo reforzó con fichajes sensatos, como Milinko Pantic, y llevó al Atleti a ganar la Liga y la Copa del Rey en la misma temporada, un "doblete" legendario que nadie había conseguido hasta entonces en la larga historia del club.

Sin embargo, Antic no se durmió en los laureles. Tuve la gran suerte de poder seguir de cerca la era del yugoslavo en el banquillo colchonero y pude comprobar todos sus esfuerzos por transformar al conjunto del Manzanares en un grande del fútbol mundial. Fichó a los mejores técnicos y fisioterapeutas, dio una gran importancia a la preparación física de los jugadores, intentó crear una estructura eficaz para gestionar la cantera, peinó hasta el fondo los mercados en busca de fichajes (como Vieri)… Todo para convertir al Atlético en una institución perfectamente engrasada con un solo objetivo: codearse con los más grandes.

Y lo consiguió. En sus 3 temporadas, el nombre del Atleti y la camiseta rojiblanca helaban la sangre de los aficionados de media Europa. Los monstruos sagrados del fútbol español y continental debían sudar la gota gorda para poder derrotarnos. Igualito que ahora. También tuvo sus errores, por supuesto. Su soberbia le enemistó con gran parte del vestuario e hizo algunos fichajes desafortunados. Aún así, su balance es netamente positivo

Con un traidor anticolchonero como él a los mandos de la parte deportiva del club ganamos una Liga y una Copa, llegábamos bastante lejos en competiciones europeas y conseguíamos acabar en la parte alta de la tabla en mayo. Desde luego, se mereció la puñalada trapera de Gil cuando fichó a Arrigo Sacchi.

Lo que vino después, todos lo conocemos. Sacchi demostró que sus ideas estaban muy bien a finales de los 80 con Van Basten, Gullit y Rijkaard de corto, pero que en los 90, estaban totalmente desfasadas. Al final, Gil tuvo que llamar al bombero Antic para apagar el fuego.

Lo consiguió y el presidente se lo agradeció con justicia: dándole la patada en el trasero en la final de Copa y trayendo a Ranieri, que terminó de hundir el trabajo del serbio, que tuvo que regresar para intentar salvar lo insalvable. Entonces, el alcalde de Marbella le despidió con cajas destempladas, como debe hacerse con los traidores.

Resumiendo, con el traidor Antic que sólo miraba por su dinero y nada por el Atlético los indios conseguíamos tener aterrorizados al Ajax, al Borussia, al Barça, al Real Madrid…

Mientras que con una persona que quiere al club como nadie las pasamos canutas contra equipos con el bagaje futbolístico del Levante, el Tenerife, el Murcia, el Eibar o el Recreativo de Huelva.

Sí, decididamente, hay amores que matan.

Posted: nov 30 2000, 12:00 por SDHEditor
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