TRABAJAR PARA MEJORAR LA ESTRUCTURA DEL AT. DE MADRID (14/05/2002)
Ahora que hemos regresado a la división futbolística que nos corresponde por historia y prestigio no estaría de más que comentáramos algunas ideas que puedan mejorar el esqueleto del Club, es decir su estructura. Porque si lo más llamativo del Club cara al exterior es el equipo que juega los fines de semana y la enorme afición que lo sustenta, está claro que, si no existiese un armazón directivo con un funcionamiento eficaz que lo hiciera funcionar, mal iban a ir las cosas, como, de hecho, así ha sucedido.
Durante los últimos años, especialmente desde que llegó el actual accionista mayoritario, y sobre todo desde la conversión del Club en SAD, es evidente que el funcionamiento estructural ha sido lamentable. La absoluta concentración accionarial y por tanto de poder en una persona de las características de Jesús Gil, ha supuesto un grave deterioro para el Club, tanto de imagen, como de gestión. La política de fichajes, el vaciamiento de las arcas del club en beneficio del bolsillo particular del accionista mayoritario, el baile de entrenadores, supongo que récord absoluto digno del Libro Guiness, las prácticas fraudulentas que acabaron con la intervención judicial del Club, la utilización política del At. de Madrid, la supresión de las secciones deportivas y el dejamiento de la cantera, han supuesto un desmantelamiento de la estructura de gestión transformada en una dictadura empresarial. Los resultados deportivos no han sido sino el reflejo de todo eso. Con el pico del doblete, un oasis en el desierto de la cuesta abajo del Club, el Atleti ha ido jugueteando con los puestos de descenso, (¿cómo es posible?), hasta que este se consumó.
Dos años en segunda han hecho ver la boca del lobo y unos desde fuera y otros desde dentro han conseguido mejorar algo la situación. Progresivamente se ha ido remodelando la estructura del Club y con la llegada de nuevos y poderosos empresarios al Consejo de Administración se ha llegado a un funcionamiento en diversos ámbitos de poder, el económico, en manos de Miguel Angel Gil, nombrado consejero delegado, el deportivo, cuya responsabilidad recae en Paolo Futre, y el equipo, responsabilidad del entrenador, Luis Aragonés, naturalmente todos ellos con sus respectivos grupos de colaboradores, en los que se integran antiguos jugadores: Marina, Manolo, Toni, Abel, etc. La mejoría ha sido también evidente en lo deportivo. Ya el año pasado el tándem Futre y Luis, con el apoyo de Miguel Angel Gil, hicieron un excelente trabajo, nada fácil, con la colocación de los jugadores no válidos y la contratación de otros, con la finalidad de hacer un equipo con garantías de hacernos retornar a primera y confeccionando un conjunto apto para ese objetivo. Era la primera vez en muchos años que las cosas se hacían medianamente bien. De hecho mel objetivo se ha cumplido con amplitud. Pero subsistía y subsiste el problema principal: el accionista mayoritario, con sus problemas judiciales fruto de su especial manera de entender los negocios, sus intromisiones en el trabajo de los demás, sus horteras apariciones públicas que dañan gravemente la imagen del Club, y el peligro constante de que al final, esa naciente estructura lógica de funcionamiento pueda ponerse en peligro. Parece ser que en ese sentido hay ciertos movimientos internos. Independientemente de la posibilidad, no tan improbable, de una subasta judicial de sus acciones, algunos han planteado la ampliación de capital para que los nuevos consejeros puedan aterrizar de una forma efectiva en la capacidad de decisión dentro del Club. El propio accionista mayoritario actual ha dejado entrever el abandono de la nave forzado por sus problemas judiciales, que no por gusto. En esas estamos ahora mismo, y ese es, a mi modo de ver el panorama que debemos tener presente a la hora de plantearnos hacer algo para conseguir que no se vuelvan atrás las mejoras emprendidas y resolver definitivamente la etapa más negra del Club. Está claro que en nuestras manos no está una posible ampliación del capital o una sentencia condenatoria: Pero si la colaboración y el apoyo a quienes hacen las cosas por lo menos decentemente, como es el caso del entrenador, el director deportivo y sus colaboradores. Tampoco estaría mal un acercamiento al consejo asesor que preside Gárate. Y por supuesto estar atentos a los movimientos del consejo por si hace falta un empujón desde la masa social. En cuanto al tema del accionista mayoritario hay que ver qué es lo que podemos hacer que tenga alguna mínima eficacia. Yo ya he dicho que la actuación del Frente y de los que gritan en el campo contra el piraña es contraproducente. Por un lado está desuniendo a la afición. Y por otro se consigue el efecto contrario al que se pretende: el sujeto se siente más fortalecido cuando oye que algunos pitan al Fondo Sur. Pienso que se deberían intentar otras fórmulas. Se ha propuesto en el Foro un escrito dirigido a toda la afición y por supuesto, a la opinión pública, en relación con el tema. Por ahí se abre una puerta a la acción, que, vaya mejor o peor, al menos no va a causar los efectos negativos que antes he indicado. Si se intenta esa fórmula habría que trabajar contra reloj, si es que se quiere tener listo para el partido contra el Burgos. En primer lugar debería redactarse ya, y no es fácil una redacción en la que quepa todo el mundo, porque para una mayor eficacia ese escrito debería ser firmado por un gran número de peñas e incluso gente que por su fama pueda llamar la atención, que hay mucha gente atlética en el mundo de la cultura, de la canción, etc. Que Almudena Grandes, el de Gomaespuma, Sabina, Rosendo, etc., pongan su firma al escrito le da una dimensión pública que lo amplificaría por mil. Que muchas peñas lo firmaran también sería importante. Por eso decía al principio que la redacción debería ser lo suficientemente cuidadosa para que un número amplio de gente no tuviera ningún reparo en firmar. Son algunos apuntes sobre algunas cosas que podemos hacer sobre el contexto en el que nos movemos. Naturalmente esto lo dirijo a los que tenemos las cosas más o menos claras. Con la mayoría silenciosa lo que hay que hacer es ganársela. Al final son los que suelen decidir las cosas.