Anestesia (10/10/2002)
Debe ser el mal del Atleti, porque nos abarca a todos: institución, equipo y afición.
En cuanto a la primera, perdió el respeto por sí misma hace ya casi 15 años. Se entregó sumisa a una bestia que se la ha ido devorando desde entonces. Y todos los demás la han ido perdiendo el respeto progresivamente, identificándola con el bicho de gran hocico y poco raciocinio. Para colmo, tuvo un año y medio brillante, en que hizo un fútbol de quilates y encima ganando, lo que alimentó una rabia atroz en los demás que hoy estamos pagando duramente. ¿O cómo os sentiríais vosotros si el más gilipollas de vuestra clase saliera con la tía más buena de vuestro curso y de repente pudiérais tenerlo en el suelo?
En cuanto al equipo, se dice de Luis que es cagón y cabezón, pero yo me pregunto si hay alguna opción mejor. Yo creo que no. Cagón, por otro lado, es un Arsenio Iglesias que viene con el "Madrid de las Estrellas" al Calderón y pone una línea de 6 defensas, contada por mis propios ojos. Cabezón es un Antic que pone a Geli en la banda izquierda y a Aguilera en la derecha, a pesar de que el primero es diestro y el segundo zurdo. ¿Cuántos jugadores ha usado ya Luis? ¿Y sistemas? Más vale el diablo por viejo...
Y sobre la afición.... ¡ay, bendita afición! Anestesiada por varios años de despropósitos deportivos continuos (sobre todo el del descenso y el primer año en segunda), anestesiada por una prensa que le otorga un jugoso premio de consolación (ser la mejor afición del mundo), anestesiada por unos equipos y aficionados visitantes que se le ríen en la cara (porque saben que -y además- cuentan con la connivencia de los de negro), anestesiada por un presidente que le lleva prometiendo el oro y el moro quince años (para luego echarla un kiki y dejarla tirada como a un trapo sucio), y finalmente, anestesiada por sí misma, con una fractura escandalosa entre sus partes y con la necesidad de sufrir y recibir de todos lados para saber que su amor por la rojiblanca es verdadero.
Sin embargo, es el momento de despertar. Empezaremos a contar desde cien, y entonces....
Aúpaleti