La mejor noticia (04/07/2003)
Pues fijaos que a mí la más resaltable novedad periodística del día no me parece esa entrevista de Manuel Esteban donde tanto preguntas como respuestas podrían haber salido de la mente -ya tan caduca- de Jesús Gil. En los estertores de todos los poderosos, tanto más cuanto más tiranos, aparece siempre, desesperada y grotesca, la última mueca propagandística. ¿Os acordáis de aquel ministro iraquí de no sé qué, asegurando ante las cámaras de todo el mundo con sonrisa impoluta que la victoria de su pueblo y su caudillo estaban próximas, mientras allá al fondo casi podían atisbarse las sombras de los tanques aliados entrando libremente en la ciudad?
Tampoco me lo parece esa declaración de Santos Campano quejándose de haber sido objeto de engaño por parte de la AA. No. Hay que reconocer que este señor fue nombrado en público por Gil, a propósito de la decepción que le supuso saberle en su contra. Y esto, sin ningún lugar a dudas, puede ser interpretado por el pobrecito como un más que probable peligro de amanecer cualquier día con la cabeza de su caballo preferido desangrándose en sus sábanas de raso -gracias, Bacharach-.
Pero sí me lo parece, en cambio, ese modesto articulito de Vicente Carreño en el As, titulado "Una salida digna", donde por primera vez en un diario deportivo madrileño, que yo sepa, se afirma que la única solución a la actual situación del Atleti es la venta del Club -eso sí, consumada de manera ordenada e incruenta- por parte de su dueño. Lo cual y en relación con ello, nos lleva a constatar una verdad incuestionable: que la AA ha pasado a ser, por mor de la oferta realizada, una verdadera alternativa de poder. Estaba claro.
Aceptemos, pues, que esta guerra no va a durar dos días, que Gil nunca va a reconocer, ni siquiera con sentencia firme de por medio, lo pernicioso que ha sido para el Club y que, como haría cualquiera, intentará no sólo recuperar el dinero que ha puesto, sino conseguir la mayor cantidad posible por su venta. Así que aún tendremos que asistir a refriegas, fragores y cuchilladas. Pero en lo tocante a las actuaciones concretas, sugiero sigamos el modelo de conducta de Alfonso Camba en el sentido de plantear abiertamente una ambición legítima permitiendo, al mismo tiempo, al perdedor esa salida digna que reclama el periodista.
Y soportemos la plaga sin desesperarnos, atendiendo a lo único importante, o sea, el fortalecimiento de la Alternativa Atlética, que esto acaba de empezar y, admitámoslo, está mejor que nunca. Animo, por tanto, a clamar en este u otros foros todo cuanto queramos, que las penas compartidas son menos, pero nunca en la calle, porque, además de por las razones muy sabiamente expuestas aquí por otros, si uno se manifiesta contra el que va a ser abatido, le empieza acaso a despertar ese leve reflejo de energía que en forma de rabia o desprecio siempre le acompaña. Y ahora eso no interesa. Ya veréis cómo, poco a poco, entre el ruido y la furia, a Jesús Gil le va a ir lánguidamente floreciendo en su mirada la dalia triste de la derrota.
Un saludo.