Ni tanto ni tan calvo (26-8-2004)
O sea, que una cabellera digna de peluquería
de unos nueve o diez euros.
Repaso mentalmente el partido del martes y sólo
recuerdo con agrado las dos cosas que hicieron Torres e Ibagaza, en cuanto a
calidad. Lo demás, una lucha y un sacrificio que, en principio, no me
reconfortan en exceso, pues se supone, o al menos yo supongo, que han de darse
por descontados, aunque aquí parecen sonar a gloria bendita. Cierto es que
también se vio cierto orden táctico en defensa y se intentó jugar el balón
con sentido, aunque esto pocas veces se logró.
En resumen, por lo que al panorama
general toca, me quedé con la sensación de haber visto un partido discreto
aunque interesante y emocionante, que con los tiempos que corren, para nosotros,
hasta deja buen sabor de boca.
¿La eliminación es injusta/justa? En el
deporte, salvo graves errores o parcialismo descarado de los jueces -y
yo no los he visto, la verdad, en esta ocasión-, la justicia la pone siempre el
resultado. Lo demás son monsergas. ¿Que los penalties son un azar? Falso.
El azar no existe, es una invención cognitiva humana. Además, ¿quién
creía ayer, cuando se hubo de recurrir a esta suerte decisoria, que el Aleti
podía decantarla de su lado? Creo que nadie con un mínimo de juicio. La
diferencia técnica entre unos lanzadores y otros, más la existente en este
lance entre los porteros, auguraban un resultado semejante al que se produjo.
Seamos serios, no como los amos, de cuya chapucería e imprevisión puede haber
dependido en gran medida este resultado. Si lo pagaran ellos solos, no me dolería,
pero lo malo es que, como es evidente, lo pagaremos todos; mejor ddicho, ellos
no lo pagarán -aumentarán la dueda-, y nosotros lo sufriremos -como
seguidores-.
Por lo que al futuro se refiere, el equipo
sigue produciéndome sensaciones no demasiado estimulantes. Dependemos
casi por entero de dos jugadores, lo que quedó más que patente en el penalty y
después de la salida de Ibagaza. Y, si bien es cierto que Luccin y quizá
Velasco pueden mejorar el equipo, sigo viendo poca seguridad por el centro de la
defensa y en la porteria, escasa calidad en los mediocentros defensivos, mas
sobre todo el vacío atacante más absoluto en las bandas.
¡Ah!, se me olvidaba. Jorge hizo lo que cabía
esperar. Por tanto, ninguna sensación especial, y ni tan siquiera algún
reproche al respecto (es un tema que ya me aburre, el de este chiquito). Y al
chaval, Arizmendi, no le carguemos muertos que no ha matado. Que lo manden donde
pueda jugar minutos suficientes para madurar, pues dejarlo aquí sería su
condena, muy probablemente.