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Copa del Rey, 1/4 de final, partido de ida. Atlético de Madrid 1 Celta 1

El Celta perdona la vida al Atlético

Trashorras, que hizo un sensacional partido, adelantó  a los vigueses a los tres minutos. Buena y única respuesta atlética de la mano de Tiago, poniendo las tablas a los once. Los celestes dominaron de principio a fin; el Atleti apenas cruzó el medio del campo.

Carlos Hierro

 

Efectivamente, y no son las letras del partido de vuelta. Anoche se vivió una de esas jornadas esperpénticas en el Calderón. Día laborable, hora intempestiva, caída de los termómetros casi a cero y televisado, pero eso sí, 45.000 almas en la grada. Era el partido, o el primero de ellos, del ‘creemos’. Así lo transmitió la afición, que tras la eliminatoria pasada confía, cree, ve posible el camino hacia la final de Copa. Era la ocasión perfecta para la reconciliación definitiva entre los jugadores y el pueblo; también, la oportunidad de citarse en Vigo en una semana con parte de los deberes hechos. Empate y gracias.

Daba la sensación de que los gallegos sufrirían, tendrían problemas para contener a un Atlético lanzado –siempre en cuanto a resultados- con excelentes sensaciones coperas, pero el guión trazado por Eusebio y sus chicos era tan bueno, como analizado, estudiado y, por supuesto, encarnado.

A los treinta segundos de partido ya sobrevoló un balón el área pequeña rojiblanca y, poco después, la sorpresa saltaba en el Manzanares. Saque de banda en campo propio del Atlético perdido y recogido en línea de tres cuartos por Aspas, que arrastró hacia el centro pero en el último momento ceder con un bonito taconazo a Trashorras, quien se plantó delante de De Gea –quizá debió achicar mucho más el espacio- y cruzó seguro al palo contrario. Sorpresa tempranera, que bien se pudo comprobar que no fue tanta viendo el global del partido.

Lo mejor del atleti, de ahí al empate. Es decir, ocho minutos, los que tardó en desperezarse para volver definitivamente a la cama. Arrancó Ujfalusi desde atrás como suele hacer un par de veces por partido, con furia y determinación, quedándose frente a Yoel, que repelió el cansado chut del checo.

Cuatro minutos después, enclaustrados en el 11’, final de partido para el Atlético; Reyes ejecutó desde la derecha el saque de esquina y Tiago saltó más que su oponente en el segundo palo para hacer subir las tablas. A partir de ahí, nada que narrar del Atlético, salvo un disparo de larga distancia del Kun al filo del descanso que atrapó sin problemas Yoel.

Creencia celeste

No se vino abajo el Celta a pesar del empate, sino al contrario, se hizo definitivamente con el control absoluto del partido. Jugaron al fútbol –con todas las connotaciones de la palabra-, tocaron, combinaron, asociaron, llegaron, remataron pero no culminaron. Unas veces la suerte y otras De Gea, impidieron a los gallegos no sólo marcar y ganar, sino prácticamente sentenciar la eliminatoria.

Fue un monólogo constante, parecían las mejores versiones del Real Madrid o el Barça, pero no. Era ese mismo equipo situado sólo tres puntos por encima del descenso en la Liga Adelante, ese histórico de nuestra liga que está  sufriendo el verdadero infierno de la segunda, pero que ayer recuperó el espíritu de San Siro –aquel Celta que enamoraba con su juego, y que en 2003 jugó la Champions y ganó 1-2 en Milán-.

El asedio fue constante y aunque parezca mentira, el Atlético nada, ni un solo acercamiento a las inmediaciones del arco celtiña. De hecho, le costó horrores durante toda la noche pasar del medio campo.

El primero en avisar tras el empate fue de nuevo Trashorras, con un libre directo que enmudeció a la grada y se marchó por poco.

El segundo tiempo tenía reservado una página en la historia del equipo gallego, que no terminaron de escribir.

Primero lo intentó Iago Aspas, pero se encontró con unas buenas manos a córner de De Gea, quien unos instantes después volvió a enviar a saque de esquina una falta lejana colgada que cogió veneno con el bote en área pequeña. Había entrado Forlán por Simão, vistos los problemas del equipo para abrirse espacios arriba y asociarse, pero en esta ocasión no consiguió el charrúa contagiar al resto de sus compañeros y sí él de ellos.

En la recta final, tuvieron los vigueses su ocasión más clara. Tras una buena combinación, Aspas se quedó sólo delante del arco atlético y, aunque la pegó mordida, de nuevo De Gea desvió con mérito a córner.

Queda, por tanto, abierto todo para la vuelta en Balaídos dentro de una semana, donde se supone, siempre a priori, que al menos el Atlético mostrará otra cara sino quiere que el Celta –si logra mantener un nivel similar al de ayer- se lleve el tren de las semifinales. Desde luego, se antoja un partido vibrante y de los que hacen ‘Copa’, a falta de interés en la mayoría de eliminatorias de esta devaluada competición.

El apunte

Si bien el partido de anoche no salva a ningún jugador rojiblanco con la excepcional excepción de De Gea, provoca silencio e indignación en el aficionado la constante ineptitud de algunos futbolistas, fundamentalmente en defensa. Evidentemente, algunos de ellos vivieron épocas mejores, pero están en fase de putrefacción total y eso, sólo perjudica al equipo en sus resultados.

¿No hay, de veras, un par de chavales en el filial para ocupar plazas defensivas? El otro día, ante esta misma pregunta, Sabas –segundo entrenador durante la época de Abel- contestó con argumentos insulsos y propios del fútbol mediático de hoy en día que ese planteamiento era muy complicado ya que sería exponer a jóvenes a una presión muy fuerte, y que eran los profesionales en este caso quienes debían revertir la situación. ¿Y cuándo no sirve ninguno de esos profesionales?

Esperemos que Quique lo vea de otra forma, porque sino el Atlético tirará constantemente por la borda cada pequeño atisbo de reacción. A pesar de sus bajones, ¿por qué Pablo ha sido condenado al ostracismo? ¿Es peor que alguno de los que juega en su posición?

El partido de ayer condenó, sino había sido así antes, a varios defensas sin categoría ninguna para jugar en este club. Empieza incluso a sonar como tomadura de pelo la entrada de estos jugadores, no sólo en el equipo, sino en los onces titulares.
 

Atlético de Madrid De Gea; Ujfalusi, Perea, Domínguez, Pernía (Valera, m. 52); Tiago, Raúl García (Camacho, m. 64); Reyes, Jurado, Simão (Forlán, m. 46); Agüero.

Celta de Vigo Joel; Vasco Fernandes, Noguerol, Túñez, Lago; Michu (López Garay,m. 67), Jonathan Vila (Bustos, m. 74), Trasshorras; Dani Abalo, Iago Aspas, Bhotelo (Joselu, m. 81).

Goles:

0-1, m. 2: Trashorras bate por bajo a De Gea tras un pase de tacón de Iago Aspas.
1-1, m. 11: Tiago, de cabeza tras un saque de esquina de Reyes.

Árbitro: Undiano Mallenco (C. Navarro). Amonestó a los locales Raúl García (m. 27), Reyes (m. 47), Perea (m. 52), Ujfalusi (m. 62) y Tiago (m. 85) y al visitante Jonathan Vila (m. 32).

Incidencias: partido de ida de los cuartos de final de la Copa del Rey, disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 45.000 espectadores.
Publicado ene 21 2010, 11:58 por SDHEditor
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