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Liga BBVA, jornada 8. Real Sociedad 0 Atlético de Madrid 1

Orgullo en la derrota

  • Un gol de falta de Falcao noqueó a una Real que hizo bastantes más méritos que su rival



22 de octubre de 2012

MIGUEL GONZÁLEZ | .-

Recuerdo en una visita al campo del Manchester City que en el túnel de salida al terreno de juego había un gran letrero en inglés que decía 'Pride in battle', algo así como 'orgullo en la batalla'. Javier Garrido, nuestro cicerone aquel día, nos explicó que ver a los jugadores darlo todo por la camiseta era lo que llenaba de gozo a aquella afición. El resultado debía ser la consecuencia de ese trabajo. Cuando vi a los seguidores de la Real despedir en pie a sus futbolistas después de encajar una de las derrotas más crueles e injustas de los últimos tiempos me vino a la cabeza aquel capítulo para ilustrar el sentimiento de impotencia que embargó la salida del estadio de Anoeta anoche. La Real fue mejor que el Atlético pero no supo traducir esa superioridad al marcador y se fue de vacío en el aspecto matemático, aunque futbolísticamente uno cree que dio un paso adelante que debe reflejarse más pronto que tarde en una regularidad en los resultados.

Salió al campo con un planteamiento valiente en el que los papeles del guión parecían invertidos. Los blanquiazules se asemejaban más a ese equipo que colidera la tabla y el Atlético a un conjunto típico de la zona media al que le cuesta arrancar. A Montanier no le tembló el pulso a la hora de presentar a toda su artillería, con Griezmann en la mediapunta en el puesto del lesionado Zurutuza, y Xabi Prieto, Agirretxe y Vela en la línea de ataque. Si a ello le unimos la creatividad de Illarramendi en la zona de máquinas y las subidas por las bandas de Estrada y De la Bella nos da como resultado un conjunto que en el primer acto jugó como hacía tiempo que no se veía, teniendo delante a uno de los conjuntos más en forma de Europa, como lo demuestra el hecho de que suma veinte encuentros oficiales sin perder y los títulos de la Europa League y la Supercopa continental tras golear al líder de la Premier League, el Chelsea, por 4-1 en Mónaco. Nada de ello amedrentó la entrada de los realistas al partido.

Como se presuponía entre dos equipos que dominan el contragolpe, la cuestión principal consistía en no dejarse sorprender por el adversario. Simeone lo sabía muy bien y por eso, en defensa, apostó por un repliegue con dos líneas de cuatro jugadores en campo propio para tratarde explotar la velocidad de Adrián y la potencia de Falcao tras alguna recuperación en la zona ancha. Así sucedió por ejemplo con la jugada en el minuto 23 en la que Markel vio la amarilla en una carga con Adrián al tratar de cortar su carrera. Fue la única opción que dio la Real a su oponente de montar una contra en ese periodo y sucedió en un centro avanzado de Estrada depejado por Godín de cabeza. Ya ven que cualquier pequeño detalle se podía pagar caro.

El Atlético, encerrado

Y si los realistas no daban tregua a su adversario era porque manejaron mejor y más rápido el balón de un lado a otro del campo. Aunque Simeone trató de hacer superioridad en el centro del campo colocando a Raúl García de falso interior derecho y asociando por dentro a Koke con Mario y Gabi; Illarramendi y Markel, con las ayudas de Griezmann y Prieto y Vela en las bandas, se les bastaron para hacerles frente en esa zona donde los partidos comienzan a desequilibrarse. Por eso no fue de extrañar que las ocasiones cayeran únicamente del lado local antes del descanso. El disparo de Griezmann cuando no se llevaban jugados ni diez segundos ya obligó a Courtois a mancharse los guantes. El francés fue el mejor blanquiazul en ataque, demostrando una vez más que cuando juega libre en tres cuartos de campo es capaz de desequilibrar con una facilidad pasmosa. Si en defensa la Real se mostraba solidaria para aguantar esa superioridad numérica rojiblanca, en ataque apostó por la versatilidad y movilidad de sus peones. Así, de la asociación de Vela y Griezmann en zonas interiores surgieron las mayores acciones de peligro. A los veinte minutos el galo cedió al mexicano para que éste rematara raso con su zurda un balón que Courtois desvió con la punta de la manopla. Anoeta ya cantaba el gol. Hasta el paso por los vestuarios las contienda se caracterizó por dos aspectos: un Ayza Gámez que desesperó a la parroquia por la falta de ecuanimidad de sus decisiones y la presión de una Real que encerró en su área al Atlético. De la Bella pudo marcar en un centro-chut que Courtois envió a córner con apuros y Griezmann probó fortuna en dos ocasiones, siendo ambas despejadas con polémica por futbolistas colchoneros dentro del área. En la segunda de ellas, la de Gabi, se ve que su brazo corta claramente el disparo pero el sibilino arbitraje del valenciano no contemplaba castigar con penalti esa acción.

En la segunda parte la cosa se equilibró más. Simeone debió arengar a los suyos en los vestuarios y éstos salieron con una intención más ofensiva, aunque no se tradujo en claras oportunidades ante Zubikarai. Era más una sensación que una realidad. Porque la única vez que tuvo que lucirse el ondarrutarra fue para desviar un balón peinado por Mikel González sobre su propia portería. Nada más.

Pero con el paso de los minutos se veía que el cansancio iba haciendo mella en Markel e Illarramendi, ambos pletóricos, por lo que Montanier decidió mover el banquillo dando entrada a Chory y Rubén Pardo. La cosa no fue mal, porque la Real se rehizo e inspirado en un Griezmann omnipresente volvió a lanzarse sobre la meta de Courtois. El francés le puso a prueba con un remate desde la frontal del área tras pase de Vela y poco después se cambiaron los papeles y fue el mexicano el que desperdició la mejor oportunidad solo ante el meta colchonero. Incluso se solicitó un penalti por caída de Xabi Prieto dentro del área. Pero el fútbol no consiste en amagar, sino en golpear, y fue el Atlético quien lo hizo en el último suspiro. Falcao aprovechó magistralmente un pecado de juventud de Illarramendi, al hacer una falta allí donde no se puede hacer en el minuto 90. Pero como reza el titular, incluso en la derrota, salimos orgullosos de nuestro equipo. Así, sí se puede perder.

Real Sociedad Zubikarai; Estrada, Mikel González, Íñigo Martínez, De la Bella; Markel, Illarramendi; Xabi Prieto (Chory Castro, m. 66), Vela, Griezmann (Ifrán, m. 84); Agirretxe (Rubén Pardo, m. 79). No utilizados: Royo; Ansotegi, José Ángel y Ros.

Atlético de Madrid Courtois; Juanfran, Miranda, Godin, Filipe Luis; Gabi, Mario Suárez; Gabi, Mario Suárez; Koke (Emre, m. 80), Raúl García (Rodríguez, m. 62), Adrián (Diego Costa, m. 86); Falcao. No utilizados: Asenjo, Tiago, Cata Díaz y Kader.

Gol:
0-1. M. 90. Falcao, de libre directo.

Árbitro: Ayza Gámez. Amonestó a Íñigo Martínez, De la Bella, Markel Bergara, Illarramendi, Godín y Filipe Luis.

Unos 24.000 espectadores en Anoeta en una tarde lluviosa.

URL de la noticia: http://real-sociedad.diariovasco.com/noticias/2012-10-22/orgullo-derrota-20121022.html

Publicado oct 22 2012, 05:19 por SDHEditor
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