Pues eso, pasado pasado está, después de una tarde-noche perra, ya estamos en nuestros estudios o trabajos, haciendo frente como siempre a la prepotencia vikinga. Sin miedo y a cara descubierta. Por desgracia, la hemos vuelto a hacer, los timoratos futbolistas que tenemos han visto unas camisetas blancas pululando por el Calderón y se han acojonado. Yo creo que no es cuestión de ser mejores o peores que el contrario, ni de preparar más o menos el partido, ya que el trampucias no hizo nada, sino es cuestión de jerarquia de los futbolistas. Salimos al campo a perder. Ni el Levante deja que los vikingos le pasen por la piedra con tanta facilidad. Si yo fuera entrenador del equipo contrario, en sus visitas al Calderon sacaría una equipación blanca y el partido medio ganado. Jugadores de la categoría de Agüero, Forlan o Maxi parecen niños futbolistas en un partido de prueba, que cuando llegan al area rival les tiemblan las piernas y la cabeza no les deja pensar. ¿Donde estaba ayer ese Kun que encara con valentía?¿O ese Diego Forlan con tanta clarividencia ante el gol?¿O ese Maxi que llega siempre aunque no lo parezca?. Que decir del traidor de Ibañez o de Fabiano Eller, que pena, a estos realmente les da igual un equipo que otro, son igual de calamitosos, la diferencia es que cualquier equipo de primera falla mientras el trampas -igual que el villarreal- acierta siempre contra nosotros. ¿ Y abiatti? Pues por algo está cedido por el Milan. Que no se dan duros por pesetas, oiga.
Definitivamente, uno o dos años sin ganar podrían hacer que nuestras culpas recayeran sobre los jugadores y entrenador pero tantos años ya da que pensar, para mi solo unos culpables de que el atleti sea incapaz de plantar cara a los vikingos: Nuestros expropiadores preferidos que ahora gastan, gastan y gastan en superificialidades -Vease Reyes, L. García,..- de cara a la galería o, mejor dicho, peinetay no en verdaderas necesidades.
Saludos y forza atleti.
Pd1. Lo del gominas es de vergüenza. Arbitraje sibilino siempre a favor del trampas. A Agúero le pitó tres faltas de absoluta vergüenza que indican si o si donde iba el pajaro.