Vaya por delante que la lejanía me hará probablemente desconocer cosas. Y que el no haberme afiliado nunca es motivo para la desconfianza de algún sector la Asociación, eso sí injusto (y legítimo). Curiosamente, dentro y fuera muchos me consideran afiliado a ella, y por tanto llevo igualmente su "estigma" (sin que me pese, por otro lado). Es lo que tiene ser independiente y pensar por ti mismo, los distintos polos te "colocan" en el opuesto. Como ventaja, pude golpear a los malos de esta película como un aficionado más, sin aparecer como "otro de los del humo" o con unas intenciones preconcebidas o prejuzgadas. Con ello pude desvincular a la Asociación de mis acciones, ante los medios, los distintos frentes, el delegado del gobierno, y viceversa. Como desventaja, algunos en esa desconfianza me apartaron de iniciativas más importantes, probablemente porque pensaron que cualquier Pizarro, por mediocre y braguetero que fuera, es un valor más seguro (o sumiso, o fiel, o lo que al poder le interese) que Gallardón, aunque éste aporte probablemente muchísimo más al éxito de cualquier iniciativa. He de añadir, por completar el análisis, que yo también cometí errores, y haber permanecido honesto, comprometido y activo no fue suficiente: debí además parecerlo, y al tiempo pasar más desapercibido. Cuando pienso en esos errores me duele no haber sabido o podido aportar más, y aquí mis disculpas para dentro y para fuera: los que de verdad queremos al Atleti nos merecemos más de "lo" que hemos tenido en los últimos años.
En cualquier caso, los que se apropiaron de la iniciativa desaparecieron con ella, quizá en un suicidio involuntario, quizá en un mutis previsto y ejecutado, los efectos son los mismos. Ventaja: consiguieron que el hundimiento me fuera relativamente ajeno y no me salpicara. Desventaja: tiraron los esfuerzos y las esperanzas de muchos a la basura. El devenir posterior de esta Asociación, despojada enseguida del bastión de la regeneración del club y gradualmente del estilete de los que no temen (tememos) que les (nos) "miren mal" en el cuerpo a cuerpo, ha alcanzado el desamparo, más evidente por desgracia cuando los ogros han contraatacado. Con los que han sido modelo de constancia y coraje como madder o Aviación sin mayor esperanza ni radio de acción, resulta algo iluso pedir como he leído en algún post hoy que aparezca algún Calaf que resuelva los acertijos de la princesa. Con los que han sido modelo de arrojo y acción incluso de fuera de la Asociación como Chinasky o (póngase aquí unos cuantos nombres, unos catorce) apartados de unos esfuerzos que, tras la decepción, suenan tan vanos como (póngase aquí el adjetivo que se quiera), parece imposible que surjan nuevas aves que se yergan sobre sus cenizas. Más aún cuando los más jóvenes aparecen ya corrompidos por los movimientos de sindicación, y se creen que los hechos sólo son opiniones, o se piensan que los que critican son unos amargados. Y más aún cuando algunos de aquellos a los que creímos se vendieron por un puesto, una foto o una comida.
Una muestra clara de este caminar por el desierto es que los viejos y no tan viejos seguimos enganchados en rememorar épocas pasadas, como si fuera lo único que nos ata a esto. Al principio molaba, ahora parece enfermizo, pero en el fondo es un fenómeno normal: cuando el presente es una mierda, el individuo tiende a refugiarse en un pasado lustroso o a recrear un futuro idealizado. No hay crítica por tanto en mi comentario, sino mucho respeto al ser humano, y un poquito de compasión bien entendida por lo pequeños que somos. Hay que tener en cuenta que en lo deportivo el club sigue repitiendo año tras año su película. Que se ha perdido, o parece, la guerra extradeportiva en todos sus frentes. Que la afición es mayoritariamente poco amante del Atleti. Que la prensa es mayoritariamente y con mucha más visibilidad propicia a los tiranos. Que el poder político tampoco nos ha escuchado, y peor aún ha hecho amistad con los criminales. Y que fuera de nuestras fronteras se nos toma por palmeros y panderetas de lo cutre, lo gilista, lo perdedor.
Para muchos seguro que la solución pasa por algo que no podemos decir ni siquiera en este rinconcito nuestro, porque está claro que nos leen y es buscarnos un problema legal o buscárselo a la asociación. Para los más antiguos, recordareis que madder le atribuía a lo que no puedo decir un carácter "terapéutico". A veces yo mismo creo que no queda otra solución, pero por desgracia sabemos que no es factible.
Así pues, lo que verdaderamente nos hace falta es creer. Y a falta de un Obama que nos devuelva la confianza y la ilusión perdida, a mí me gustaría creer en la Asociación, pero sinceramente, me parece que está dormida. Y pensaréis que no soy quién para cantarle el "nessum dorma", pero de verdad, hay alguna posibilidad, por pequeña que sea, de salvar "lo nuestro"?
Un abrazo para todos
Antonio
PS: por favor, entended que el post no está puesto para distribuir culpas o polemizar, sino para mostrar que soy consciente de las visicitudes vividas; mirad hacia el futuro pues en vuestras respuestas