Hemos crecido con los cuentos que nos contaban nuestras madres, abuelos, hermanos... en ellos conociamos a leyendas y a héroes, titanes que conseguian grandes hitos, que llenaban de esperanza a los mortales, que nos hacían soñar...
Mi héroe no es un hombre musculoso, al menos ya no, pero su fortaleza es capaz de hacer frente a cualquier situación, su figura impone, su pelo cano es mudo testigo de sus 1000 batallas, en las que como todos los héroes ha solido salir victorioso...
Mi héroe saca un pañuelo, limpia sus gafas, mira en muchas ocasiones por encima de ellas, parece ausente, no se muestra nervioso, pero controla todo y a todos, es un lider, una persona cuya personalidad arrasa con todos y con todos, capaz de hacer latir cuarenta y seis millones de corazones a la vez en busca de un sueño, un sueño que el ha construido y que nos quiere regalar.
Sienta cátedra, su palabra es ley, no tiene nada que demostrar, pero ahí sigue, construyendo sueños... estoy seguro de que a mi héroe le gustaría estar en el campo de batalla donde tantas veces salió victorioso...pero no puede. No le importa, su trabajo está hecho, y su confianza está depositada en sus pupilos, sabe que no le van a faltar unas manos salvadoras o un certero disparo para salir victorioso, como los héroes de nuestros cuentos volverá a triunfar.
Mi héroe cuenta en sus filas con otro mito para mi, un chico espigado y tímido, ejemplo de buena educación. Es joven, pero ya ha vivido mucho... esta batalla ya la conoce, ya ha tenido que librar varias parecidas a esta hace no muchos años, y en todas ellas disparó de forma certera, y unió las esperanzas de futuro de todo un pueblo en forma de grito y celebración.
Mi héroe cuenta con el, sé que confia en el, porque les une un vinculo estrecho que une a muchas personas mas, un vinculo que tiene relación con el color de los glóbulos de la sangre que bombea nuestro corazón...
Como los héroes de los comics, al mio no le gusta salir en las fotos, no le gusta los reconocimientos populares y sobretodo populistas, el hace su trabajo de manera eficaz, y su medalla es el sentimiento del deber cumplido.
Mi héroe se llama Don Luis Aragonés, y por favor: regálenos un sueño...una vez más.