1.- Empecé viendo al Liverpool contra el Sunderland. Lamentables, los reds. Su temporada está siendo lastimosa, con el equipo literalmente deshecho como tal, pero si encima le quitas a Gerrard y Torres, se convierte en un once patético. A Benítez, me da que se le acaba el crédito. Como entrenador, es un gran estratega, pero me pega que también un fatal administrador de recursos humanos, amén de un horrendo 'fichador'. La lista de incompetentes que se ha llevado a Anfield desde que está allí, es ya gigantesca y dice poco bueno de él como manager. Ver ayer deambular por el campo a Leiva, Babel y, para colmo, al retornado Voronin, es irritante. Y como a perro flco todo son pulgas, lo del gol; gol provocado por un objeto lanzado al campo por un hincha del propio Liverpool (¿sería el nieto de Gillette el rubicundo infante?) y por la incompetencia de uno de los muchos nefastos árbitro que hay en Inglaterra, y que aquí vemos con tan buenos ojos sin reparar en que sus supuestas bondades tienen más que ver con la forma en que se entiende aún el fútbol por aquellos pagos.
2.- Seguí viendo al Sevilla y al Deportivo. A pesar de que como equipo respeto al Sevilla, por lo muy bien que lo están haciendo, para envidia mía, no soporto ni a su afición ni, menos, a su presidente. Justo castigo a la soberbia de ambos, la derrota sufrida ayer, con la que se demuestra, en mi opinión, que no son la alternativa. Y un bravo para Lotina. Tipo honrado y sensato, que demuestra saber de su oficio, habiendo cumplido con algo más que decencia allá por donde ha pasado. Se me da un aire a Irureta.
3.- Muy interesante partido en Valencia. Magníficos los locales. Sólo les faltó el gol, o sea, Villa. Al Barça, lo veo más flojito, y parece como que le han ido cogiendo el truco cada vez más equipos. Tiene poco fondo de banquillo arriba y puede acabar pagándolo caro cuando llegue la hora de la verdad. Y tienen un peligroso enemigo, que comparten con nosotros: El Pelusa Maradona. Estupendo partido, por cierto, de Banega, quien definitivamente ha decidido convertirse en profesional de esto. Qué pena que su primer sanatorio fuera este Aleti, en el que los que llegan con un resfriado salen con una neumonía. Si otro gallo cantara por nuestro corral, por cuatro perras (según está el mercado) hubiéramos podido tener un más que aprovechable futbolista, de esos que no abundan en su demarcación.