Absurda, efectivamente.
Aquello es una sociedad mercantil, pero seria, por lo que quien la posee sabe el terreno que pisa.
Esto no es ni una sociedad mercantil; es, simplemente, un trincadero. Y en los trincaderos, trincas y, después, le das una patada en el culo al trincado y te descojonas de él por pardillo.