"Para mí esta etapa ya es historia". Con estas declaraciones rubricó Federico Souza su comparecencia ante los medios de comunicación, donde oficialmente anunció su dimisión como consejero delegado del Xerez al mismo tiempo que hizo público su deseo de abandonar el club.
Acompañado de su vicepresidente y amigo, Martín Mattos, en medio de una gran expectación y con miembros de las fuerzas del orden, Nacional y Local, custodiando su llegada a Chapín, el empresario argentino fue desgranando paulatinamente y a cuentagotas las razones de su marcha. La primera, y por supuesto la más trascendental, fue la de la imposibilidad "de gestionar el club. Queríamos trabajar y desarrollar un proyecto deportivo pero en seis meses que llevamos aquí no hemos podido hacer nada, ni trabajar con el grupo de gente que hemos traído".
Souza explicó que la decisión está "pensada y repensada y creemos que es lo mejor para futuro del club. Es lo mejor porque llevamos dos meses parados y ya que nosotros no podemos dejaremos que la gente que está trabaje".
Además, el todavía máximo accionista matizó que "si no puedo tomar el control no voy a seguir poniendo plata. No sé si lo que hemos puesto es mucho o es poco, pero personalmente no pienso poner más dinero, ni para avales ni para los gastos corrientes del club".
"En esta situación no me interesa seguir. Vine acá para hacer negocio, y sabía que podía perder dinero, pero así no puedo seguir, porque no puedo gestionar. Continuar en un costado no me interesa", agregó.
A muchos les sorprendió el cambio de actitud de Souza, que el pasado martes pregonaba contra viento y marea que ayer iba a presentar los avales en la reunión con los administradores. Sin embargo, nada de eso, es más, se atrevió a reconocer que había mentido. "En realidad hoy no llevé los avales, sólo les dije que no iba a continuar. He intentado solucionar el tema, pero como no he podido le dejo la gestión a ellos. No quiero seguir invirtiendo en un club en el que no puedo hacer nada, por eso no le he presentado los avales. El día de mañana nadie me garantiza que voy a poder gestionar el club por eso no voy a poner más plata. El 18 de abril le presenté el primer informe a los administradores. Se pedía un informe de viabilidad y de costo, de cuánto me iba a salir los despidos. Así hemos ido cumpliendo requisitos hasta que llegó la última etapa. Hemos tenido ocho o nueve reuniones y todo el tiempo se iban cambiando las condiciones de los despidos, entonces, nadie me garantiza que poniendo los avales vaya a poder gestionar el club".
Souza fue aún más lejos diciendo que "tenemos un presupuesto limitado y si un porcentaje grande se lo llevan los empleados y los administradores, la verdad es que para una plantilla competitiva va a quedar poco presupuesto. No me interesa ser cómplice de esa gestión y que cada uno asuma su responsabilidad".
Y es que según el argentino, todo es "una cuestión de confianza, ellos no confían en nosotros ni nosotros en los que hemos hecho". No obstante, matizó que de los tres administradores sólo Jesús Rodríguez y Antonio del Puerto le han puesto impedimentos. "Quiero hacer una aclaración y digo que de los tres administradores, el señor Juan Luis Sierra nunca nos puso trabas y siempre intentó llegar a un punto intermedio".
Asimismo, criticó las manifestaciones públicas de Rodríguez y Del Puerto avalando la gestión de Monterrubio. "Creen que es una buena gestión, supongo que será por eso por lo que ponen tantas dificultades para que no se produzcan los cambios necesarios. Lo que espero es que dentro de una semana no se produzcan los despidos si no, se demostrará que lo que querían es que no siguiésemos nosotros".
Una vez anunciada la decisión de dimitir, Souza abrió la puerta al xerecismo, de ahí que su alternativa sea confeccionar un consejo de administración "con representantes de la afición, dos de la Federación de Peñas y dos de la Agrupación", además de Rafael Mateos, que dejó claro que seguirá en el consejo. Según él, "me gustaría que la afición conozcan lo que es el club desde dentro y cómo se gestiona. Desde dentro se ve de forma diferente a cómo se ve desde fuera".
Así las cosas, el propio Souza no descartaba ayer una posible venta de sus acciones "a la propia afición, habrá que valorarlo".
Siempre con la sombra de Morales sobre su cabeza, el todavía presidente insistió en que "hasta ahora tengo el 52'99 por ciento de las acciones, que están transmitidas y a nombre de mi empresa. Todavía le debo un porcentaje de acciones al señor Morales, me sentaré con él y veremos de qué manera podemos arreglar esto".
Precisamente sobre Joaquín Morales discurrió su conversación. En primer lugar, avanzó que tiene pendiente dos plazos por la compra de las acciones. "Me queda uno en julio y otro en diciembre", al tiempo que advirtió acerca de un posible impago en el próximo vencimiento. "Tengo que pagar un millón de euros en julio, pero no pienso poner más plata en esta situación de incertidumbre y sin poder gestionar".
Preguntado sobre si Morales le había podido 'dar coba' en todo este asunto, Souza dejó entrever su disconformidad con el nazareno centrándose en los contratos de sus empleados. "No conocía bien el entorno que tenía el club. Sabía que la gente no quería a Morales por lo que había visto en los medios pero después no estábamos enterados de los contratos. La gente se quejaba de una gestión similar que había pasado anteriormente y hoy se ha producido algo parecido, es decir, firmar dos meses antes de la venta nuevos contratos con dos años de interinidad cuando anteriormente habían tenido contratos valorados en un tercio de lo actual. Los contratos se hicieron en el momento que supieron que se iba a vender. Con el ascenso a Primera se hicieron unos más elevados de los que históricamente habían tenido esos empleados como remuneración".
Siguiendo con su discurso, Souza habló del dinero invertido en el club. "El Xerez me ha costado tres millones, que era el precio del 52'9 por ciento de las acciones más la pignoración de esos 18 años, que son dos millones y algo de euros. Ha sido un mal negocio porque hemos perdido una determinada cantidad de plata hasta el momento. Entre lo que he pagado de acciones y los demás gastos he puesto un millón y medio de euros".
De igual forma, admitió que en esta operación y al no tener la intención de pagar los próximos plazos perderá "ese millón y medio de euros que hemos puesto donde están incluidos gastos a Gorosito y plata que se puso para solucionar problemas el club". Según Souza, "el club no pagó" a los asistentes de Gorosito, reconociendo que "lo que dice Gorosito que pagó de su bolsillo se lo he dado yo".
El aún presidente descartó la llegada del técnico argentino, principalmente "porque no vamos a avalar su contrato, no vamos poner ningún dinero más".
Dentro de su comparencia se acordó también de la alcaldesa de la ciudad. "Me ha llamado esta tarde antes de dar la rueda de prensa y me dijo que me apoyaba. Por nuestra parte siempre hemos tenido su colaboración y una relación correcta y cordial. Cuando la hemos llamado siempre nos atendió".
Federico Souza subrayó que su dimisión afecta también a la Fundación Xerez CD, y al ser preguntado sobre una posible venta de sus acciones a otro empresario dijo que "hasta el día de hoy no había gestionado la venta, pero ante esta situación salgo y si a alguien le interesa entrar todos vamos a estar contentos".
Las últimas respuestas hicieron referencia a una posible intervención judicial en el club. "Los administradores nos plantearon eso, ojalá acepten el consejo nuevo y se pueda trabajar con los nuevos consejeros, veremos si los administradores quieren trabajar con los consejeros nuevos".
Para concluir, Federico Souza, que fue increpado por los aficionados al salir de Chapín, señaló que su estancia en Jerez será solamente pasajera y que pondrá rumbo a Argentina "en cuanto arregle todos los temas administrativos y del consejo".