Supongo que será lo que han hecho al lado del Museo; si es así, cené una vez y nada del otro mundo. Lo cierto es que tampoco me pareció muy caro.
Durante toda una vida un hombre puede cambiar de gustos, de mujeres, de religión, de ideología política e incluso de sexo, lo que nunca podrá cambiar es su pasión por el Atleti.