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Vayan por delante mis disculpas, si es que al publicar este escrito estuviera infringiendo las reglas del foro.
Si así fuera y los administradores consideraran eliminar el contenido del hilo (o el post completo), agradecería que al menos, dejaran este comentario y enlace que lo encabeza, para que quien lo deseara, pudiera leerlo en otro lugar.
Gracias:
Hawyer
Ya llevamos casi media temporada, y comparando donde estábamos la pasada a estas alturas, con donde en esta, veo que, llegado el mes de diciembre, la evolución o mejora continua que siempre prometen desde las altas instancias, es inexistente, estamos estancados o hemos ido a peor. Vamos, el timo habitual de unas décadas a esta parte.
Recuerdo que al menos, el año pasado, nos habíamos coronado como supercampeones de Europa. Acreditación de renombre continental que nos daba una nueva alegría, con la guinda a la ilusión que provocó el anterior título, el que nos había permitido poder disputarla cuando llevábamos tantos años sin ganar ni el trofeo de la galleta, el de la Europa League. Con ello, de paso, por fin podíamos volver a sacar pechito, a presumir de colores y darle de vacile en los morros a tanto vecino prepotente y cansino, que últimamente no gana, o al menos, no gana tanto como lo que con su presupuesto, el espacio en los medios y pretensiones querrían. Pero eso suena ya tan lejano, que parece hubieran pasado lustros, porque desgraciadamente, cada vez que nos enfrentamos a ellos, nos vuelven a recordar la miseria en la que nos encontramos inmersos.
En fin, que de aquel equipo ganador, aún no siendo un megaequipazo, sí era algo meridianamente apañadejo, que con implicación y un par de retoques en condiciones, podría haber seguido creciendo y haciendo cositas… en el aspecto deportivo, pues en el de réditos y dinero desviado, vaya si lo consiguió.
Empezamos la temporada con más de medio equipo desmantelado, aparte de los que fueron saliendo durante el transcurso del año pasado. Nos desprendimos de la que tal vez había sido la mejor pareja delantera de nuestra historia y seguramente una de las mejores del fútbol mundial, para sustituirlos por un prometedor sub-veintiuno, y un fichaje estrella, contratado a precio de oro, que comenzó en el palco, porque las “gestiones” no consiguieron que llegara el transfer a tiempo para que jugara desde el primer partido. Además, se trajeron para ilusionar y vender la burra de todos los años, una serie de jugadores “interesantes” (incluidos los que entraron de clavo, como ingresos “extras” para las sanguijuelas de siempre, y que la prensa “amiga” se encargaba de vender como excelencias para tranquilizar al personal), de forma tal que, la diferencia entre lo que se había ido y lo que había llegado, no me terminaba de convencer deportivamente. De todos modos, aunque el tiempo diría si “habíamos mejorado”, lo que no me cuadraba, según las cuentas que se dieron, (o sí, porque ya sabemos de qué pie cojea cada uno) fue que ingresando bastante más de lo que se gastó, se podría haber traído más, o se podría haber cogido algo mejor. Sin embargo, el bagaje a favor del mejor gestor del mundo y del artista que maneja el cotarro del cluz, conocido en los bajos fondos como el Atlético de Mendezdrid, fue de unos treinta millones para la buchaca de los saqueadores.
El caso es que mantuve mi abono, porque sí, pues nadie me obligaba a ello, y por ahora sigo en esa situación, porque soy del atleti, porque me gusta el fútbol, me apetece ir al campo a departir con compañeros de sentimiento y grada, a animar o criticar, a vivirlo con pasión, a intentar disfrutar de este deporte y mi equipo (o al menos, de lo más parecido a lo que recuerdo era mi equipo, que hoy simplemente es el color de la camiseta) en ese ambiente. A gritar, a veces hasta quedarme ronco por un gol, una jugada, una entrada, una cacicada… y por supuesto, a rebelarme y manifestarme contra los golfos dirigentes a la mínima ocasión que se de, acompañándome para ello como atuendo de asistencia, la bufanda verde y oro reivindicativa, solidaria con quien en ella ve un símbolo de lucha contra los usurpadores, y esperanzadora en la creencia de que llegará del día en el que podamos recuperar los valores en los que creo y que son ese Atleti que añoro, el que jugaba siempre para ganar cualquier partido, el del equipo competitivo del que sentirme orgulloso. Y como quiero que mi dinero vaya a temas deportivos, que para eso me lo gasto, ante la opción de no dar un duro y abandonar a la espera de que lleguen momentos mejores, o darlo e intentar disfrutar del fútbol en la medida de lo posible, pero plantando cara a los gestores día tras día… me quedo con lo segundo.
Cada vez que he asistido al Calderón, o cuando no he podido ir pero lo he visto por la televisión, he escuchado un cántico que empieza así: “¿Para qué venís aquí?”. Alguna vez me hice la pregunta y me intenté imaginar una respuesta distinta a la que continúa en dicho cántico. Yo ya he explicado para lo que voy, supongo que cada uno tendrá sus motivos, siendo el principal de cada individuo el siguiente: porque le da la gana, (no conozco a nadie que vaya coaccionado), a partir de ahí, pues porque les gusta ver al Atlético, se sienten atléticos y lo consideran una obligación o prioridad, porque les apetece ver el fútbol o ese tipo de espectáculos en ese ambiente o porque de cuando en cuando, teniendo el abono o sacando las entradas se tiene esa posibilidad de acudir a verlos. Porque es una excusa para salir de casa, porque es una tradición o costumbre, porque quieren criticar a los dirigentes desde cerquita, o animar al equipo, o salir en la tele, porque les gusta pasar un rato junto a otros amigos que disfrutan con lo mismo, porque es una excusa para juntarse y tomarse unas cervezas, porque no tienen nada mejor que hacer… bueno, razones hay, casi tantas como asistentes, siendo uno o varios los motivos y sin tener por qué ser excluyentes unos de otros, pues en cierto modo, todos son “respetables”. (lo entrecomillo, no vaya a haber algún día un exaltado que la líe, y luego salga algún listo de periodista de cámara, dispuesto a ganarse los favores de los mandamases, diciendo que desde los foros se protege, alienta y respeta todo tipo de motivos, y por ende, de actuaciones para asistir al campo. Que ya sabemos que algunos se la cogen con papel de fumar y moldean las palabras como quieren, para contarlo luego como les interesa. Así que, para que no haya dudas, el que aprovecha la muchedumbre para montar bulla o generar violencia o actos violentos y demás, no tiene ese beneplácito de “respetabilidad”).
La mayoría de los cánticos, por no decir todos, (al menos, los que se escuchan de manera meridiana), vienen siempre del mismo lugar y del mismo grupo. Ni que decir tiene que el sonido ambiente y casi la atmósfera que hace a este campo tan distinto, es generada por la implicación de la gente que forma esa peña y está en ese sector. En honor a la verdad, han conseguido que por extrapolación, se diga que la afición colchonera es tan animosa cuando son ellos casi en exclusiva los únicos que mueven el griterío. Principalmente, por la cantidad de miembros que lo ejecutan y que hacen que se pueda escuchar por todo el estadio. Luego, algunos del resto del campo se apuntan y anexionan su voz a cualquier canción, aunque la gran mayoría, los tienen como sonido de fondo o música ambiente. Lo mismo les da lo que canten o dejen de cantar, no participan con dicho coro y salvo que el árbitro nos la juegue y entonces haya un clamor general del: .-“Arbitro valiente, valiente hijo de ***”, alguna cosa puntual de ánimo, algún reproche al jugador de turno, algún “Atleeeeti” para el equipo o mismamente el estribillo del himno, y no siempre, no se les oye nada. La máxima expresión del autismo son los que apenas hacen comentarios y que más que en un campo de fútbol, parecen estar en una especie de celebración religiosa donde hay que guardar escrupuloso silencio. Será que lo consideran un templo, y en esos casos, por supuesto, también es respetable la actitud que muestran de “educación” y “saber estar”.
A colación de los cánticos y gritos animosos, abro un paréntesis para contar que alguna vez he comentado con algún miembro de dicha peña el tema cancionero en cuanto al repertorio cuantitativo de los que son antidirectiva y se entonan. Por supuesto, no a decirles lo que tienen o no que cantar y cuando, que ellos sabrán, pero sí a preguntarles por qué motivo no se mostraban más beligerantes con los prescritos en más ocasiones, o por qué no se les oye más veces, apelando al tema comentado de ser “la voz que más se escucha en el Calderón”. La respuesta que he obtenido, es que ellos, por encima de todo, van a animar al equipo, que esa es la principal función, tema, por otra parte, completamente lógico. Dejado esto claro, me han dicho que cuando han cantado contra los delincuentes, sobre todo en épocas pretéritas, el resto del estadio no los ha seguido ni entendido, y que desde algún lugar, incluso se les ha silbado, y que yo no conocía como es el grupo por dentro ni las reglas internas que tienen. Efectivamente, no lo conozco y no es tema de discusión, porque como he dicho, cada cual canta, o baila, lo que quiere. Aunque si para unas canciones, que el resto del estadio no les siga, no es óbice para dejar de cantarlas, no entiendo pues el argumento de que para otras sí sea un impedimento. En fin, que lo relevante, y lo que pretendía comentarles, era que con dicho poder de llamada, los muchos contrarios que aún quedan en el campo a este régimen gilista, podríamos aunar fuerzas (voces), ya que por propia iniciativa no conseguimos hacernos sentir apenas, por estar dispersos o en pequeños corpúsculos por el graderío. De todos modos, como he dicho, es una opinión subjetiva, yo también canto lo que quiero y cuando quiero, y si en mi sector, empezamos un cántico anti-gil y somos pocos, ni se nos escucha como querríamos, ni tenemos la repercusión que desearíamos, lo que si está claro es que hacemos porque nos da la gana y punto, al igual que animar o hacer cualquier chascarrillo.
El caso es que tras el: “¿Para qué venís aquí?”… le sigue es un “A reírnos del Madrid”. Posiblemente nunca nadie se pare a pensar en el significado de las letras de las canciones. Se cantan y punto. Pero en esos momentos, cada vez que lo oigo, teniendo constancia de nuestra historia reciente contra ellos, de lo que somos, de lo que está pasando en la liga, que yendo a Barcelona nos pintan la cara y nos meten cinco, de que no hemos ganado a ninguno de nuestros rivales “directos”, que incluso hace sólo un par de semanas el colista nos dio la vuelta a un partido jugando con uno menos o de que los ínclitos a los que se refiere la cantinela, la jornada anterior nos metieron cuatro y encima, para más sorna, desde el fondo de los fuleros más descerebrados en la cuadra, sacaron una pancarta en la que se burlaban con este titular “SE BUSCA RIVAL DIGNO PARA DERBY”, (que eso si es reírse) no puedo por menos que repetirme: .-“Venga y otra vez, como todas las temporadas, como todos y cada uno de los partidos que jugamos en casa, independientemente de si vamos ganando o perdiendo, jugando bien o jugando mal, el mismo cansino y ridículo soniquete”, acordándome con ello, una vez más, del chiste de la hiena.
Supongo alguno lo conocerá, pero para los que no lo hayan oído nunca, no les dejaré con la intriga, aún a riesgo de estropear la gracia al redactarlo:
Un profesor estaba en el colegio dando a sus alumnos una clase de Ciencias Naturales… perdón, me remontaba a mi época de la EGB, ahora creo que se llama Conocimiento del Medio, o conocimiento de medio, o medio conocimiento o conocemos la mitad o algo así, creo que entre los chavales lo llaman “Cono” a secas, recorte acorde a la media educacional de la LOGSE. “¿Logsabíais?”, que preguntaría el último presidente Bono (el del congreso de los diputados, no el de U2, por si lo está leyendo algún logseariano repetitivo que no sabe de qué hablo), pues ya log sabéis. Bueno, después de esta derrapada cerebral, retomo el “chiste”. Estaba preparando a los alumnos para una visita del director y algunos padres, de forma que cuando les preguntara por, en este caso, la hiena, el niño que fuera, diera una respuesta brillante dejando en buen lugar tanto al alumnado como al docente. De esa manera, el profesor les decía y hacía repetir: .-“Cuando os pregunte por este animal: la hiena, me tenéis que responder: La hiena es un mamífero animal que vive en África, que se alimenta de carroña, que copula una vez al año y que tiene una risa muy particular por la cual es reconocida en toda la sabana”. Así se pasaron durante toda la clase, repitiéndolo hasta que se lo aprendieran todos... .-“La hiena es un mamífero animal que vive en África, que se alimenta de carroña, que copula una vez al año y que tiene una risa muy particular por la cual es reconocida en toda la sabana”… Cuando el director y padres entraron en el aula a ver el estado y progresos de la clase, el maestro les invitó a que preguntaran a cualquiera de los críos por un animal y les sugirió que lo hicieran por la hiena. Entonces el Director, tomó la palabra, y señalando a Jaimito (ahora sería a Kevin, Josua, Máverik, Marat… o cualquier otro nombre de esos de moda), le pregunta: .-“A ver Jaimito, ¿qué me puedes contar de… la hiena?”. El niño se levanta, mira al profesor, al director, a los demás… y le contesta: .-“la hiena es un animal… desconcertante, o directamente gilipollas”. Las carcajadas se escuchan por todo el aula y los ojos del profesor se ponen como platos palideciendo ante la mirada estupefacta de los progenitores y del director que mientras tanto le pregunta bajando el tono.-“¿Qué se supone que estás enseñando a los chavales?”. El profesor reacciona y le pide una explicación de dicho comentario, pues repitiendo toda la mañana las mismas cualidades, no entiende nada. A lo que Jaimito retoma la palabra y dice: .-“Vamos a ver, si la hiena es un animal mamón, que vive en el culo del mundo, que come mierda y que además sólo folla una vez al año: ¿De qué cojones se ríe tanto?”.
Es factible que yo desconozca la jerga, y pudiera ser que el significado sea algo distinto que desconozco, pero si en el Calderón escucho que los que lo cantan van allí para… “reírse del Madrid”, pues oír esa respuesta me deja, cuando menos… anonadado. Dejando a un lado el debate de si un atlético es o debe ser antimadridista, para mí un atlético tiene que ser… Atlético, y a priori, pasar del resto. Entiendo que es prácticamente imposible, porque tener que soportar a tanto vikingay y tanto idiota día tras día, siendo conscientes de los atracos que nos han hecho durante toda la vida, saturados de sufrirlos y verlos hasta en la sopa de aquella manera… es hasta lógico que no se le desee lo mejor o incluso que se le desee vaya mal, por vecino prepotente. Pero bueno, si antes fuera antimadridista que atlético, o lo pusiera en el mismo nivel, el día que ellos no existieran, yo no tendría razón de ser, y yo quiero ser y pretendo tener razón de ser, independientemente de lo que a ellos les pase, sólo así se es grande, cuando son otros los que te tienen presentes, y no tú a ellos “ladran, luego cabalgamos”.
Siguiendo con el cántico: hombre, si en lugar de “reirnos” dijera, “insultar”, pues no daría el cante. No iría en la línea esa de animar al equipo, que dicen es la que siguen principalmente, pero al menos, no resultaría ridículo y absurdo, porque, por más vueltas que le de: .-“¿A reírse?” cuando los únicos motivos de risa que podamos tener es que precisamente otro club que no despierta precisamente simpatías por aquí, les moje la oreja y les impida hacer alarde total de bravuconería, soberbia y chulería (que este año, a lo peor… ni eso). ¿Porque nosotros?, ¿reírnos de ellos?, ¿de qué?, si nos llevan ganando años y años y años, a veces jugando bien, a veces contando con la suerte y otras tantas veces, encima, sirviéndose de los “imparciales” árbitros para robarnos con clamorosos errores cobrados siempre hacia el mismo lado, teniendo esto pinta de no cambiar en un futuro y si acaso, continuar y crecer. O lo que es peor, siendo el culmen del ridículo, que sean ellos los que sí se rían de nuestra situación, se mofen de la cruz que tenemos encima y den lugar a chanzas porque no podemos o sabemos cambiarla. O la lástima de los que no quieran hacer sangre y sin embargo, directamente nos miran con cara de pena compadeciéndose de nosotros por nuestra situación, cosa que tampoco me agrada, porque eso de dar pena, en absoluto va conmigo.
Insisto en que yo no soy quien para decirle a nadie lo que tiene que hacer o no, pero vaya, que un poco de vergüenza torera y un tuneado de la letra, no vendría mal dada la situación. Puede que la canción se remonte a épocas en las cuales sí tenía sentido, o incluso que en un partido directo contra ellos les estemos dando un repaso, o que en los videomarcadores salga que vayan perdiendo… ¿pero si no?, como el chiste de la hiena, estupefacto.
Me permito una sugerencia, para que al menos, no me digan que critico sin aportar, aunque haya gente tan suya, que si les insinúas hagan algo, por muy evidente que parezca, como que le pongan un poco de coherencia a lo que hacen o dicen, es posible que no solo hagan lo contrario, sino que además repitan y se mosqueen recordándote que no eres quien para decirles nada… allá cada cual, pero si desearan evitar que muchos de los demás espectadores les puedan ver incongruentes y grotescos con dicha canción, les doy unas ideas.
La primera, para no cambiarle el sentido a la tonadilla, es que la cantaran con el verdadero motivo: -“¿Para qué venís aquí?”… “a insultar al real Madrid”, “a cargar contra el Madrid”, o “a cagarnos en su *** madre…” aunque no rime, pero vamos, a cualquier otra cosa que no suene surrealista y que desde luego, si lo escuchas en el campo o lo ve por la televisión quien sea, no sea motivo de sonrisa. Me imagino al cooperador necesario de la peluca oyéndolo desde el palco hilarante y pensando: .-“Mientras cantan y se divierten con eso, a mi me dejan tranquilo, porque yo que he posado con la de la alcantarilla, e incluso he llegado a tener el mal gusto de invitar al presidente merengue al palco, (Ramón Calderón, un delincuente como él), aquel día que a puerta cerrada ningún aficionado rojiblanco, incluidos los que cantan y animan, pudo ver al PSV, soy el que me río”.
Como ya me he posicionado, prefiero ignorar a los vikingos, por lo que las arengas contra ellos, no verían mi repertorio salvo las justas, imprescindibles y que vinieran a cuento. Antepondría el animar al equipo, tal como alguno dice llevar a gala y me ha dicho en alguna ocasión: .-“¿Para qué venís aquí?, a apoyar al Atletí, venimos para animar, y los partidos ganar. Atleti, Atleti Atleti… Atleti Atleti, Atleti… Atleti, Atleti, Atleti… Hasta la muerte ¡ATLETI!”. O cualquier variable relacionada con el asunto, en vez de nombrar tanto al trampas.
No sé si alguno ha caído en pensar cual es el nombre que se menciona en todos los partidos que se juegan en nuestro campo: ¿El de Luís Aragonés?, ¿el de Gárate?, ¿el de Torres?, ¿el de Vicente Calderón?, ¿el de Futre?, ¿el de Arteche en el minuto 4 o cualquier otro minuto?, ¿el de los delincuentes Gil o Cerezo para recriminarles?... pues no señores, el nombre que se menciona en todos los encuentros, gracias a la coletilla que se le pone a la cancioncita, es el de un adversario, el de un rival, el de un vikingo tan despreciable como Guti. Vale que Guti Maricón, pero… ¿todos los santos partidos hay que recordarle, antes que a cualquiera de los nuestros o de lo nuestro?... ¡hombre, no me jodas!.
Personalmente, también sería amigo de: “¿Para qué venís aquí?”, “a animar al Atleti”, “y si echamos a Gilmar”, “ganaremos mucho más” o cualquiera que compatibilice ambas cosas, ganar el equipo y librarnos de los delincuentes (que son los que han tejido y rediseñando este cluz para convertirnos en lo que somos). Alguno dice que por mucho que gritemos, estos no se van a ir… vale, y lo mucho que cantemos, tampoco es motivo sine quanon para que vayamos a ganar siempre, y sin embargo, se sigue cantando partido tras partido ¿no?. Así que, si la gente lo hace, al menos, no parecerá haber perdido la memoria y el orgullo, no la creeré que consiente lo impuesto a sabiendas de que es falso, porque no planta cara y no ayuda a evitar se pierdan las señas de identidad dejando de mantener la presión desde la grada con la boca cerrada a la denuncia mientras nos la están metiendo hasta donde pone Toledo. Es posible que no se consiga nada, pero desde luego, que si nada se hace, se conseguirá aún menos. Como mínimo, que uno sienta que ha hecho lo que podía por su equipo, por su club y por sus principios.
Independientemente de si quisieran reprochar o no, creo que harían bien en retocar la letra, modernizarse un poco, y darle algo de sentido al hilo musical, para que esta cantinela pasase a ser una más de la colección en cada concierto que dan en el Calderón y no un himno a la sinrazón y estupidez. Porque los cánticos son la salsa de la grada, y los de ánimo están bien, pero si la lista está sesgada, no escuchándose ni una sola nota por los ídolos que han defendido la rojiblanca, ni tampoco haciendo mención ni intención de hacerla para manifestarse y revolverse contra esta mafia que está en el palco y que nos impiden crecer… pues como que, escuchar la de “la hiena”, es no tener sentido de la realidad o que a la peña se la pela y pasa de todo.
Y si esto es sólo un divertimento y una especie de verbena donde tiene sitio de honor el cachondeo, la broma y la chufla, el: .-“Hemos venido a emborracharnos… el resultado nos da igual”, cualquier día ya no me extrañaría que se pusieran a menear las caderas bailando el waka-waka de Shakira, (para homenajear a un culé, con la intención de herir sentimientos merengones) o a seguir de zombis de la realidad que vivimos, haciendo un remix del Thriller de Michael Jackson. Así, si este va a ser el caso, les dejo más ideas, sacadas de las canciones que han sido o tenido un cierto éxito en los últimos años por sus entonaciones pegadizas y por si no quieren ponerse a pensar, para que las incorporen al catálogo de la juerga cuando deseen.
A saber: “Los pajaritos” de María Jesús y su acordeón (en honor a como nos quedamos pelados de frío jugando a las tantas de la noche en ese estadio durante el invierno). Cualquiera de las canciones del verano del Georgie Dann: “El meneito” (que nos vienen dando año tras año los ciervos), “el veranito”, (que los delincuentes nos cuentan las mismas milongas), “la barbacoa” (para hacer grupo y donde realmente hacen piña los jugadores, pues en el campo, a veces, parecen la banda de Pancho Villa), “el chiringuito” (que tienen algunos montados a cuenta de los seguidores colchoneros), “El negro no puede…” (jugar aquí, alusión a los Perea, Costinha, Musampa, Sinama o los del caso negritos en general). “Mecagüentó” (número uno que de un tiempo a esta parte debería mandar en la lista de esta casa de putas en la que se ha convertido el Atlético de Madrid). “La Macarena” de los del Río (eeeeeee Marcaladelantera aaaains… porque se la regaló Godín o cualquier otro de la zaga, aunque ya sólo me faltaba escuchar esa canción en el campo). “Me colé en una fiesta” De Mecano (como argumento de las visitas al palco de Gonzalito Miró y demás ralea). “La Bomba” de King Africa (por cualquiera de los fichajes que nos venden como estelares en el mercado veraniego o invernal y que se publicitan en los panfletos defecaportivos). “El Aserejé” de las Ketchup (Si alguien consigue encontrarle coherencia a dicha letra… que se presente para traducir a Cerezo, que dice las mismas estulticias, se le entiende por el estilo y como el Kutchup, es una salsa más cuyas alocuciones condimentan con titulares a los periodistas que le ponen un micrófono delante). “Que la detengan” de David Civera (clara alusión a la pareja Gil-Cerezo, que es una mentirosa, malvada y peligrosa… que están aquí para robar). “Hay que venir al sur”, de Raffaela Carrá (esta empezaba así “para hacer bien el amor hay que venir al sur…”, hoy se podría traducir por… “Desde el sur, haz el amor… y no la guerra a los delincuentes”). “Un rayo de sol”, de Fórmula Diablos (por el partido de este fin de semana, con el rayito y al solecito de las 12 de la mañana). “Yo quiero bailar” de Sonia y Selena (mientras se canta el Pipi Langstrum). “María” de Ricky Martin (lo que se tiene que fumar más de uno para cantar ciertas canciones y no tener sentido del ridículo). “Aquí no hay playa” de los Refrescos (nunca la ha habido, pero de aquí a nada hay intención de que no haya ni río, porque nos largan a la otra punta de Madrid, ni jugadores porque no aguantan, ni títulos, porque no los disputamos, ni estadio porque lo venden, ni na de na). “A quien le importa” de Alaska y Dinarama (pues a mi me importa y como dice el nombre de la cantante, también a esa gente que parece somos extranjeros, extraños, raros, pesados y marginados, no sé si de Alaska, de “Dinamarca”, o condenados, apestados y exiliados en Siberia). “No rompas mi corazón” del Coyote dax (puesto que ya lo tenemos roto, esta, con la coreografía que jamás he llegado a aprender, quedaría de lujo en el fondo, eso sí, cuidadito con los pasos hacia delante o detrás, que con las diferencias de nivel en el graderío, lo mismo alguno se rompe algo más que el corazón). “Sólo se vive una vez” de las Azúcar Moreno (y en esta que vivimos, estamos desperdiciando tiempo si es que aspiramos a disfrutar del buen fútbol y a ser ganadores de algo, sino, pasarán los años y la vida seguirá siendo de la misma miseria deportiva… y ya van 24 años).
Sigo, pero cambio de párrafo para no dejar cegato al personal. “Paquito el chocolatero” popular (que no falte en la fiesta de cualquier pueblo, y en el Calderón tampoco). “El tractor amarillo” de Zapato veloz, (Sin comentarios, un absurdo si se cantara en el campo, sólo a la altura de la de la hiena) “El tiburón” de Proyecto Uno, (Esta canción podrían coreársela al representante Quilón o a Méndez, cuyo proyecto uno, es forrarse, junto a los prescritos a costa de la afición y el erario atlético). “Qué difícil es hacer el amor en un Simca 1000” de los Inhumanos (esta es sencilla de modificar, qué difícil es ganar al fútbol con saqueadores 1000. Efectivamente, hecha por inhumanos). “Probe Miguel” de Triana Pura, (Pobre Atleti… tiranía pura). “Me pongo colorada” de Papá Levante (sí, me puse colorado… pa ver al Levante el año pasado allí en su estadio, que fue un ridículo espantoso, y pa ver al Getafe y cuando fuimos a Huelva, o a Santander, o contra los chipriotas o en tantas y tantas ocasiones en las que nos han hecho ponernos colorados por jugar de una manera horrorosa e infame). “Gloria” de Umberto Tozzi (esta es de los años ´70, evidente aquella etapa sí era una época de Gloria). “No me llames iluso” de la Cabra Mecánica (por pretender que el tercer club de España vuelva por sus fueros, exigir por ello y luchar por pretender recuperarlo… aunque los acomodados y voceros nos cuentaen que estamos como una cabra si realmente aspiramos a conseguirlo). “Quisiera ser” del Dúo dinámico (esta también es antigua de verdad, y lo que el dúo dinámico, pelucas-cara Picasso quisiera… ya lo sé, lo que yo espero, es que no lo consiga, porque yo sí quiero al Atlético y sí quisiera un Atlético grandioso de verdad). “Opá yo viacé un corrá" del Koala, (y llenarlo de borregos, pero el corral, son los baños del Calderón, y hacer hacer… no hacen nada para mejorarlos a pesar de la pasta que se paga a la empresa de limpieza y mantenimiento perteneciente a los dueños de todo, que debe ser que como un Koala, se agarran a la cartera y ni la sueltan ni invierten… salvo para transferir a sus bolsillos). “Una lágrima” de Peret (no una, muchas y ya me cansé de que mayoritariamente fueran por desilusiones). “Amigos para siempre” de los Manolos, (ojala esta fuera la última y principal, una unión y una amistad de atléticos, bajo una misma bandera y por la búsqueda de un atlético digno y libre).
En fin, que lo dicho, que puestos a echarse unas risas sin tener sentido ni coherencia, ahí dejo mi pincelada, que cada uno puede ir al campo a lo que le de la atlética gana mientras se mantenga dentro de la ley, que aunque dentro de dicho recinto, la libertad de expresión es un tanto sui géneris, así en general, esto es un país libre, por lo que, quienes quieran, pueden cantar lo que les salga de las… cuerdas vocales, al igual que yo por mi parte, también puedo escribir y expresar lo que se me ponga en la punta… de los dedos sobre el teclado. Pero que sería una agradable noticia que algunas personas recapacitan, sobre todo, si se dicen y sienten atléticas, se hicieran mirar sus actuaciones de una manera más lógica y racional, y dejaran de parecer abandonadas y ancladas en el sur, concretamente en el fondo, para volver a recuperar ese norte, que con dichas actuaciones, aparentan tener completamente perdido.
"Podemos jugar mejor, ganar o perder, pero hay una idea que no se negocia, que es el trabajo y que nadie es más importante que el equipo" Cholo Simeone