La organización del fútbol y sus directivos, sabíamos que no funcionaba y era corrupta. Algún día tenía que reventar y ha sido por el desparpajo y la suficiencia de Rubiales, que las ha hecho muy gordas, pero ha caído por lo que el no esperaba: manoseo a una jugadora, morreo sin permiso a otra y rascada de testiculos en un palco oficial y a mayor gloria de todos. Lo que pasa es que los tentáculos de la desvergüenza y la corrupción son muy grandes, y la caída se llevará por delante inocentes. Con lo que venía sucediendo y el remate final de Rubiales, sobra para que salga la estructura entera y sus ocupantes; por dignidad y algo de vergüenza. Pero no lo harán y acabará en tribunales
El fútbol es un sentimiento que se lleva muy adentro...y se concreta en el Atlético de Madrid.