‘Kikogol’ vuelve al Calderón
MATA-DOR. Columna publicada en Marca
Se
quedó con las ganas de hacerse una foto con su hija Aitana vestida de
rojiblanco en el césped del Calderón. Era uno de sus sueños. Se quedó
con las ganas de jugar con Fernando Torres. Se quedó con las ganas de
cumplir su contrato en el Atlético. Y no pudo ser. Nunca guardó rencor
a nadie por su salida por la puerta de atrás del estadio del Manzanares
(perdonando mil ‘kilos’ y con una dolorosa pancarta que rezaba aquella
barbaridad de ‘Kiko, cojo, muérete’) tras chamuscarse en aquel ‘añito
en el Infierno’. Nunca dejó de amar al Atleti y profesar y hacer
proselitismo del Sentimiento Atlético como un profeta impenitente de lo
colchonero. Hace unos años no hizo caso a la oferta para volver al club
porque eso de jefe de protocolo le sonaba a hacer de ‘Indy’, de
mascota, y prefirió seguir triunfando en los medios de comunicación
(Marca, TVE, antes y ahora en COPE, La Razón y La Sexta) y aumentado
hasta el infinito su carisma y cariño popular por toda la piel de toro.
Pero cuando le llamó Enrique Cerezo el pasado lunes por la mañana no lo
dudó un segundo.
La loable iniciativa del presidente rojiblanco
de homenajear al Kun Agüero por su medalla de oro en Pekín 2008 con los
medallistas atléticos de Barcelona 92 le entusiasmó. Francisco Narváez,
Kiko, se emocionó con la posibilidad de volver a pisar el césped del
Calderón. Muchos querrían que se enfundará la rojiblanca con el 19 a la
espalda para que surta de balones al Kun (Pepe Reina se lo dijo en una
pachanga ibicenca de principios de julio, hace unas semanas, cuando
Kiko anotó su cuarto gol: “¡Estás para jugar tres años en la elite, en
la Champions, vaya!”). Pero sólo el hecho de escuchar el cántico de
‘Kikogol, Kikogol’ (que se ha echado en falta en las gradas del
Calderón en el último año, como el de Fernando Torres en el último año)
antes de empezar el partido servirá para recuperar el espíritu del
Doblete que encarna Kiko como nadie, al igual que Solozábal y López,
también invitados al homenaje por su medalla olímpica del 92, y como el
Cholo y Pantic y Caminero y Molina y Vizcaíno… Porque a todos esos
campeones deben emular esta noche el Kun compañía para cumplir con su
obligación moral e histórica de clasificarse para jugar la Champions de
verdad, para que en septiembre suene esa dulce musiquilla en el
Manzanares. Esta noche todo empezará con ese emocionante ‘Kikogo,
Kikogol, Kikogol…” Por eso, y 105 años de razones más, hoy el Atleti
solo puede ganar.