Yo también le he visto cada mañana desde hace dos domingos. Se pasa los días, de claro en oscuro, en las sucursales de todos los bancos del aeropuerto negociando las mejores condiciones para el cobro del boleto. Eso mientras no para de hacer llamadas desde su móvil "de un lado a otro" para mover todos los papeles que le piden desde aquéllos y poder hacer efectivo el dinero ganado en nombre de la Asociación, y que no haya un responsable único ante el Erario de aquí a dos años. Sí, es cierto que lleva camisa hawaiana, pero la misma desde el domingo de marras. Me da que con esto se le van a quitar las ganas de ir al Caribe. Más aún cuando tenga encima que encargarse de gestionar las 66 transferencias bancarias. Esto es, recavar los datos de cada uno de los agraciados y, sin tacha, remitírselos al banco correspondiente. Cosas que tiene el dichoso Caribe. ¡Ave, Txema!