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La Segunda Fase de la Exposición del Real Madrid, que se inaugurará próximamente, contará con un “tesoro” de excepción: Una raqueta de 1920, donada por Manolo Santana, declarado madridista y el único tenista español que ha ganado el más prestigioso de los torneos: Wimbledon. Fue en 1966 y lo hizo, además, luciendo en su camiseta el escudo del Real Madrid, Club al que pertenecía por entonces.
“Me la regaló un socio del Club donde comencé a jugar y la guardaba como un tesoro en mi casa”, recordaba Manolo Santana a Realmadrid.com. “Soy madridista desde que nací y apoyo cualquier iniciativa que ponga en marcha. Por eso he decidido donarla al Club, para que luzca en la Exposición. Para mí es un gran honor”.
La raqueta se exhibirá en un lugar privilegiado de esta nueva Fase de la Exposición, que cuenta con otros tesoros de indudable valor. Allí se podrá disfrutar de un mural que incluye la fotografía ampliada de Santana, elevando el trofeo de Wimbledon, con el escudo del Real Madrid en su camiseta. “Ese escudo ahora no lo permitirían”, admite el campeonísimo. “Yo estaba “esponsorizado” por Slazenger, y me permitieron llevar el escudo siempre que se pudiera ver el logotipo en la camiseta. Ya por entonces las marcas nos pagaban y nos daban ropa deportiva”.
Ahora, un pedazo de Santana estará en el corazón del Bernabéu, en su Exposición. Y él, encantado: “Siempre que estás en un Museo de estas características te produce unas sensaciones especiales. El Madrid es mi equipo de toda la vida y es un motivo de satisfacción y agradecimiento hacia el Club”.
El gesto de Santana es de agradecer. Su vida está vinculada a este Club, aunque no todo el mundo sabe que fue jugador del Real Madrid. “Sí, aquí estuve todos los años de mi carrera, hasta que desapareció el Pabellón Deportivo de la Ciudad Deportiva, eso era un club de tenis precioso. Estuve hasta el año 1970”. Ese año jugó su último torneo como jugador, el Conde Godó. Y se despidió a lo grande, venciendo en la final al por entonces número 1, el australiano Rod Laver. Todo ello en Barcelona, llevando el escudo del Madrid sobre el pecho: “Tuve mis problemas por ello –recuerda entre sonrisas-, pero yo estaba encantado”.
Santana tiene innumerables recuerdos de aquella mágica etapa en el Club blanco: “Nunca olvidaré cuando Don Santiago y Doña María se fueron a Australia para acompañarnos en la Final de la Copa David de 1965. Por aquel entonces se había suscitado una polémica muy grande. En Barcelona no entendieron que jugara en el Real Madrid –él había comenzado en el Tenis Barcelona, no en el F. C. Barcelona, y sólo jubaba un partido al año-. Por aquel entonces era uno de los personajes más importantes del país, el tenis tenía una gran trascendencia. Y ellos compararon aquello como la marcha de Di Stéfano, que también estuvo a punto de jugar en el Barcelona”.
Visto lo cual, creo que el apodo de "el Tenista" para el pobre Cléber debería retirarse de nuestro vocabulario. Vale que el chaval no sea Adelardo, pero tampoco es como para insultarle de esa manera, ¿no?