Hace un par de meses me reenganché al Atleti, porque por muchas veces que lo intente con esta droga no puedo. Tengo todo lo que necesito en la vida, y cumplo todos los requisitos para convertirme en alguien "de provecho" y dejar de lado "esfuerzos vacíos", "tiempos perdidos" y alguna que otra desilusión gratuita. Pero con esto no puedo. No sé por qué, la verdad, yo no lo heredé de padres, ni de abuelos, ni tenía otros antepasados cuando nació el Club Athletic de Madrid, así que dudo mucho que me venga por herencia genética. Tampoco había allá donde nací compañeros en esta pasión, ni medios de comunicación evangelizadores, por no haber ni siquiera había luz cada dos por tres y acababámos viendo en lugar del "Un, Dos, Tres" el fulgor del pitillo de mi abuelo en un salón oscuro, hasta que volvía la corriente. Así que tampoco creo que me llegase esta pasión por factores epigenéticos.

Tampoco me vino la adicción del dulce frenesí que provoca en los neófitos la gloria del mejor -equipo, jugador, solista- de todos los tiempos, y sin embargo deseaba con pasión que esos melenudos de rojo y blanco ganaran todos los partidos. Y lo cierto es que con cierta frecuencia lo hacían. Y llegaban a una final, y la ganaban. Ni siquiera era capaz de recordar los nombres de todos, siempre fui muy malo para los datos, pero daban mejor que ninguno en la tele de nuestra casera, daban mejor que ninguno en las cartas de 1a, 2b, 6c, 8d (Fournier?), con la edad, la altura y otros datos y una foto en pleno juego; y daban mejor en las tablas, por supuesto, que aquella marabunta de equipos sin clase y aquellos que la habían comprado.

Nunca pude viajar a ver al equipo y, cuando mi familia se trasladó a Madrid, coincidí con la escandalosa subida de precios de Gil, y me resultaban prohibitivos los picos que se metían otros compañeros de clase cada quince días. No pude pisar el campo con una entrada comprada hasta un partido contra el Valencia, para el que me gasté 3.000 pesetas, y aquello fue el único y mayor lujo de mi adolescencia (que a mí aún me dura), pero no se me van de la retina el color del humo de los cigarros a contrasol, el verde oscuro que tomaba el verdín a la sombra del alón que aún hoy cubre la tribuna este, y el lleno espectacular, festivo, que había, gracias al buen tiempo y el ánimo de una afición que era por entonces ejemplo y envidia. Hay pocas cosas en mi vida que recuerde con tanta viveza.

A partir de ahí me acerqué demasiado a estas cosas. Estaba tan fascinado que acabé metiendo a mi padre en el lío, como ocurre con tantos otros drogodependientes, que tiran de la cartera, los ánimos y las voluntades de los suyos. Fue una época convulsa, pero estábamos fascinados, o tan fascinado estaba yo que acabé convenciéndole para comprar dos abonos. Y fue entrar y besar el doblete. Aquella droga era la mejor, definitivamente, y comencé a desear que todas las noches fueran esa fiesta continua. Quizá por eso todo lo que vino después fue aún más doloso. Mi primera gran desilusión (grande, porque antes ya había tenido alguna) fue cuando, tras un doblete histórico, ficharon a un vikingo de los malos, para que tirase un penalti maldito que fue para mí el punto de inflexión que inició la infinita caída posterior. Pero la entrada de la Guardia Civil en mi casa fue algo imperdonable y doloroso. Sobre todo porque me cogió lejos de mi casa y lejos de mi hogar, y en Florida por aquél entonces había internet, pero desde España la información salía con cuentagotas. Y toda muy confusa. Descendimos, la vida volvió a llevarme lejos y en aquello se durmió mi rabia hasta que por pura casualidad entré en un foro de network donde la gente no sólo coincidía en mis amores, sino también mayoritariamente en mi desvelo. De esto hace ocho años.

Continuará...

Aquel foro de network era fantástico. Para entrar tuve que demostrar que era del Atleti, que vivía a 2.000 kms. del Calderón y que dominaba el idioma de mi lugar de exilio (menudo cabrón el que me hizo las pruebas, jajaja). Pero así pudimos dejar muchos desde el principio claro que éramos de ley. Por si aún sólo lo intuíamos, fuimos descubriendo que el Atleti tenía un cáncer, que se habían apropiado indebidamente de él, que había robado el club y al club, que le seguían estafando cotidianamente, y nuestra rabia fue tomando forma y, sin darnos cuenta, convirtiéndose con razón en razón. Así nos fuimos conociendo, formando distintos grupos, intentando y llevando a cabo distintas manifestaciones, repartiendo panfletos, haciendo, colgando y peleando pancartas. Entretanto, desde ese foro de network se fraguó y se llevó a cabo el proyecto de la Caravana. Le dimos a la afición atlética su única alegría en el siglo XXI, y esto fue un mérito de todos, por entonces sin fisuras. La misma noche que dábamos un paso más en la gestión de ese gran día, visitábamos a Gil en persona para decirle que se fuera. La misma tarde que resolvíamos cómo llegaría la bandera, comprábamos sprays y tela para hacer nuevas pancartas contra los Gil. En esa dualidad seguimos luchando por recuperar el Atleti, seguimos repartiendo panfletos, poniendo pancartas: queríamos, queremos y querremos siempre lo mejor para el Atleti

Luego todo esto tomó forma de alternativa de poder, porque al fin y al cabo no se podía ofrecer sólo revolución y guillotina, pero nunca dejamos de hacer pancartas, repartir folletos, reírnos de nosotros mismos, menudos locos. La alternativa no salió adelante, todos cometimos errores, todos tuvimos nuestros aciertos, pero la "lucha" a lo largo del tiempo se siguió dando, y desde entonces ha ido tomando cada vez más forma y se ha ido organizando cada vez mejor. Sin embargo, por resumir, estos ocho años han sido una travesía por el desierto, un juego de frontón en que el aparato del poder (establishment, medios, etc.) nos devolvía incólume una y otra vez la pelota. 

Y de pronto llega esta semana, en que ese aparato de poder comete unos cuantos errores no forzados, quizá porque estaban tan seguros de sí mismos, tan relajados, habían llegado a tal nivel de desvergüenza, que esperaban seguir con la chanza y pasar desapercibidos. O quizá por una vez vieron que era tan vergonzoso lo que habían encadenado que se sintieron culpables. Picu tendió una trampa a Calam y éste cayó como un principiante. Y de pronto estalló todo con más fuerza de lo normal. Vale, esto ya lo hemos visto más veces: el lunes tras una derrota, mucho ruido. El miércoles, promesa de un fichaje. El jueves, peñistas, exjugadores y un notario de Pamplona que venía a la movida salen en los medios diciendo que hay que apoyar al equipo y ser optimistas, y que los críticos son cuatro gatos. El sábado todo se ha diluido. Pero esta vez ha habido algo distinto: los medios le han dado mayor dimensión que nunca. Y por eso mismo es la última oportunidad de que quede claro para la Historia: el Atleti está harto de los Gil y los suyos.

Por lo que podéis deducir de esta sábana (perdonádmela), yo soy de los que "estaban pero no están", y ya no tengo la vida, la cabeza ni el cuerpo como para cogerme un avión como el día del Burgos, o el finde en Segovia. Pero sé que muchos de vosotros acabáis de llegar o seguís ahí como si el tiempo no pasara por vuestros cuerpos, y también sé que la ilusión contagia mucho más que la rabia. Así que, como no puedo hacer más, desde este teclado, y dado que aún estamos a jueves y quedan 48 larguísimas horas, os sugiero, porque lo veo necesario, que le déis un giro a la convocatoria, a lo que vais a hacer, a lo que va a ocurrir. Porque igual que Kafka se inventó el futuro de una muñeca para hacer feliz a una niña, vosotros podéis decidir cómo queréis que sea el futuro: dadle un carácter festivo a todo esto. Haber llegado hasta aquí es un éxito, de todos. Una recompensa a tantos años de sinsabores. Disfrazaos de presos y policías, desnudaos ante la puerta 0, llevad música, jarana y una peluca de Lauren Postigo, lo que se os ocurra. Llevad silbatos, cantad el hare krishna, dad palmas, animad a los desconocidos a que canten con vosotros. Y anunciad ese carácter y un par de "actividades festivas" mañana viernes a los medios, porque quedan 48 larguísimas horas y, creedme, los tiempos son muy importantes en esto, y los medios necesitan algo que publicar, y algunos se estarán preguntando "y ahora, ¿qué?". Pues ahora, más y mejor.

El sábado será lo que sea, pero sobre todo, disfrutad, porque estáis haciendo algo bueno, algo en lo que podéis creer porque la justicia (la ideal, no la praxis) y la historia están de vuestro lado. Y no os vengáis abajo si no sois cincuenta mil, porque creedme, al final, ocurra lo que ocurra, el objetivo no es político: el objetivo es disfrutar del orgullo de ser del Atlético de Madrid, un club único con 106 años a sus espaldas. Que se enteren de lo que pensáis vosotros, seáis 14, 200 o tres millones (lo importante es cada uno, no la suma), que sepan que tienen gente íntegra enfrente, hombres y mujeres que valen por sí mismos cada uno de ellos mucho más que las basuras que puedan comprar con sus prebendas. De que tienen enfrente gente que ama al Atleti, y que disfruta reivindicándolo, que están muy por encima de marketings de perdedores y tarjetas de pago.

Como decía Sebas hace tiempo, hacedlo por vosotros, hacedlo por vuestros hijos, por vuestros nietos. Yo os digo, hacedlo por la integridad que habéis visto en Valentín, la constancia de madder, el talento de Chinasky, la humildad de Txema, hacedlo por vuestras mejores virtudes, llevadlas el sábado al campo y ponérselas en la cara, mostradles que Atleti somos nosotros, porque el Atleti, en verdad, nunca les ha pertenecido, porque nosotros sí tenemos VALORES.

Y sobre todo, disfrutad. Porque es un orgullo ser del Atleti. Del que todos deseamos.

Mucho ánimo, valor y...

Gracias, suki.

pro56:

Gracias, suki.

Me sumo a las gracias por el escrito.

Es un placer leer cosas como esta la verdad.

 Pienso que mehe quedao muy a gusto leyendo el escrito.

Y que, en cierto modo, me identifico con él.

Enhorabuena, gracias y un saludo.

Gracias por todo. De una recién llegada.

H

heleAletica69:

Gracias por todo. De una recién llegada.

H

uyyyy uyyyy, uyyyyy lo que has hecho... usurpando la firma del H. uyyyy como se entere...

El objetivo es puro, se ha perseverado sin mas instrumento que esa verdad, y disfrutar del Atleti implica eso, diversión, alegría de luchar por el.

 Gracias

Gracias por este magníifico escrito.

 Emotivo, brillante y fácil de identificarse con tu historia.