¿Cómo es posible que a mis 67 tacos, tras muchísimas batallas vividas y experiencias miles, una insignificante persona de por sí, sea mi obsesión continua?.
¿Cuánto de malo me está haciendo, o cuanto de bueno por hacer, para que me afecte tanto?.
Pues este individuo es el Presidente de mi Atleti.
Extrañamente a lo que sucede con otras presidentes, nunca habla de la actividad de otras personas dentro del organigrama del equipo, en cuanto a fichajes, a reuniones mantenidas con la Asociación de Veteranos, con grupos representativos de aficionados… conversaciones serias con las Peñas, con entrenadores de las Casa…
O, ¿es que los que únicamente hacen y deshacen son él, el Gil y el Pitarch?.
¿Es que estos tres están capacitados para dirigir un equipo como el ATLETICO DE MADRID?.
Un Gil cobarde, máximo accionista que no acude al campo a vivir en directo los partidos, y se queda en casita para evitar críticas directas de los aficionados. ¿Si todo fuera bien asistiría?.
Volviendo al centro de mis males, Cerezo. Si le escuchamos atentamente, nos daremos cuentas que no termina una frase. Se defiende con “El equipo eh, tiene de todo eh, es equipo comprador eh, tenemos los mejores jugadores eh, cantera eh…”.
¡Que caradura cuando el día de del Racing, se presenta en el Palco (quién le iba a decir a él en tiempos de D. Vicente, que ahora ocuparía su sitio) mascando chicle y abanicándose con un papel, cuando las críticas arreciaban…!.
Es una de las personas que mas negativamente han influido en mi vida. Para muchos, puede ser injustificable, cuando el fútbol se reduce a unos tíos en slip corriendo tras un balón… Pero es que aquí hay mucho más contenido.
Están unidos sentimientos de muchas personas, familiares, instituciones… que en el caso del Atleti son más hondas que en otros casos, por la idiosincrasia de los atléticos. En mi caso y junto a mí, estaba mi padre; están mi hijo y mi nieto; mi vecina de noventa años; mis sobrinitos de Burgos y Extremadura…
Regreso de Europa y ya no he visto (como antes) ni una sola persona con nuestra camiseta, ni en alguna de las tiendas deportivas como sucedía antes.
Yo no existe incorporación de nuevos aficionados atléticos. ¿Cómo va alguien a sentirse atraído, aunque solo fuera por una sola hazaña deportiva?.
La masa aficionada se rellena con los que somos, hasta que nos vayamos al Tercer Anfiteatro, y por nuestros pobrecitos hijos o nietos, a los que “metemos” a la fuerza en el mundo rojiblanco para que, con el paso del tiempo nos pregunten: ¿Y por qué somos del Atleti?. Y yo sin poder contestarles…
Mientas el Cerezo comiendo el chicle en el Palco Sagrado, y engañándose y queriendo engañar a tontos diciendo que tenemos un gran equipo.
¡Como me lo encuentre en la calle, lo rajo!, (como dicen en mi pueblo).
Ahora, sobre el partido de ayer:
En primer lugar: ¿es que hay que esperar a ir a jugar contra el Barcelona, para dar “el do de pecho”, mientras contra el Málaga, Racing y los griegos, han arrastrado nuestra camiseta por esos campos?.
¿Imaginan, que aunque fuera el grueso del equipo el mismo que el pobre Abel sacó, imaginan, repito, que en lugar de Maxi y Simao, hubieran ocupado sus puestos dos centrocampistas normalitos, pero que supieran “meter” de alguna manera constantes balones al Kun y Forláns?.
Pues es lo que yo repito desde hace tiempo, jugar con ellos haciendo la guerra por su cuenta, es jugar con dos menos.
Pobre y rico Maxi!. Pobre porque está en franca decadencia como jugador, pero rico porque ha encontrado un salvoconducto para seguir siendo titular.
Termino con una pregunta al aire de mi Valle del Jerte que sabe mucho de cerezos: ¿Este Cerezo, estará hasta el fin de sus días, siendo por decreto, presidente de mi ATLETICO DE MADRID?.