Pues yo estoy con Armengold, con el matiz de Chemiwy. Yo los defensas los quiero duros, no unas mariquitas, pero no los quiero como Juanfran, sino como el que tenía al lado el sábado en sus buenos tiempos, el argentino. Y claro que dan patadas, y tienen que darlas, otra cosa es presumir de ellos en público, que no se suele hacer, ni tampoco está bien visto, y hablo desde el punto de vista de los propios futbolistas. En cualquier caso hay que distinguir entre los defensas duros, de raza, pero con clase, que saben cuando hay que poner un codo, la cadera o pegar una patada y esta panda de desarrapados que anda hoy en día por los terrenos de juego que pegan sin venir a cuento, sin saber como pegar y con el riesgo de hacer mucho daño. Son auténticos picapedreros que juegan al fútbol porque prevalece el físico y cualquier paquete con buen físico vale, y al margen de no saber jugar, no saben ni pegar, porque hasta para pegar hay que saber.
Al margen, lo que es escandaloso, y ahí creo que estamos de acuerdo todos, es que los árbitros se hagan los ciegos ante esas situaciones y consientan todo. Si Juanfran cuando mete el achazo se va a su casa, y la próxima igual, a lo mejor a la tercera se lo piensa un poquito, pero de esta manera el próximos domingo, al Aguero del equipo contrario, que ni siquiera es tan listo y tan bueno como Aguero, porque sólo hay uno, le partirá el tobillo y tan ricamente, y a Aguero, algún día, por desgracia, le pillarán mal, y por mucho que salte y por muy fuerte que sea, le desgraciarán. Y lo que es ya del todo escandaloso, sobre todo para nosotros, es que esa persecución con Aguero ya sea desmedida, y los árbitros lejos de perseguirla, la incentiven. Y los periodilistos, la mayoría, pues más de lo mismo. Ayer el viejo chocho del Gozalo, que están para que le encierren ya en una casa de reposo, decía que eso eran tonterías, que cuántos partidos se había perdido Aguero por lesión, con las risitas y aprobación del resto de contertulios de la patochada ésa para vikingays que hace el opusino de Radio M-ierda del Caridad, personaje del que despotricamos poco para lo que se merece. Pero a todo cerdo le llega su San Martín.