No puedo poner el link porque es para suscriptores. Aquí tenéis la columna que hoy publica LA RAZÓN.
Admirado Sr. García Sánchez:
Uy, qué gracioso es Vd. Lo que me gustan a mí los señores graciosos. Y condescendientes. Esos me pierden, oiga. Muy condescendientes ya, me encandilan.
Verá, le cuento. El pasado sábado, antes del derbi, se publicaba un suelto suyo en éste periódico sobre los equipos, y en concreto, sobre el Atleti. Estuvo Vd para comérselo. Qué chispa.
A éstas alturas, por cierto, le imagino al tanto del marcador. Ah, seguro que lo sabe, no me mienta, juguetón. Ea, pues ocupe la mañana en buscarlo, que ya verá qué bien y qué ruidosa es la prensa madridista.
Ésta es una respuesta colegiada. Sí, es una repuesta de gente que para en los pasos de cebra para no atropellar a ningún niño, que se preocupa por la gabardina del abonado vecino, y que se levanta en los partidos del Calderón, sí, pero no para amenazar de nada al contrario. No. Se levanta para dar fuego al de atrás. Y esa gente se ha divertido mucho con lo suyo, y ha quedado en una cafetería, se han mojado porras en su honor, y se ha brindado con Colacao y descafeinado, porque estos exabruptos madridistas nos hacen muchísimo de reír.
Déjeme decirle que me extrañan esas formas suyas tan propias del madridismo de hoy, maneras de promotor inmobiliario cincuentón, de esos que tienen un mercedes diesel y un rolex de oro, de esos que comen langosta masticando con la boca abierta. Le hacía yo más del estilo de los de viejo cuño. Y mire que me extraña.
Me temo que no tiene Vd mucha idea de lo que es el Atleti, ni de los magníficos enfrentamientos entre éste y su equipo. Busque y echará un ratito muy bueno. Y se le pasará el tiempo volando, ya verá. Hablar de lo que no se conoce con vehemencia es peligroso. Hacerlo, además, sin educación, es penoso. Y no se moleste en sentir lástima por los seguidores del Atleti, que éstas cosas y tanta atención nos hacen mucha gracia e imagino que no es su voluntad darnos vidilla. ¿Colchonero ideológico, Vd? ¿Eso existe? En cualquier caso parece claro que no entraría en el molde. Y no sabe lo que nos reconforta, oiga.
Le mando un saludo. Quédeselo.