Hace un par de semanas, cuando iba camino al Calderón para ver el partido contra el Atletic, me encontré en los aledaños del estadio con un tipo que llevaba una pancarta en la que ponía “Egipto libre”. Iba sin compañía, en sentido contrario a toda la afición rojiblanca, camino de Pirámides y de aquel momento sólo recuerdo que pensé mientras me sonreía.-“Vaya Friki. ¿Qué pintará aquí este tipo?”. Y seguí hacia el campo junto al resto de aficionados, sin prestarle mayor atención y dando por hecho que no estaría tan perdido como para confundir esa glorieta con las Keops, Kefren y Micerinos que hicieron construir los faraones.
Luego, ya del encuentro, me vienen otras imágenes. El partido como un quiero y no puedo habitual. Un arbitraje, similar a los acostumbrados en la presente temporada (la peculiaridad en esta ocasión fue la expulsión de un jugador por falta inexistente en la primera parte), una nueva derrota que nos aleja más y más de los objetivos principales e incluso de los mínimos y la peculiaridad del día, lo que lo hizo distinto de los anteriores: los brotes verdes, unos brotes en forma de gritos contra la directiva, que volvieron a sonar, renaciendo mediada la segunda parte, en unas gradas que se quedaron semi vacías a causa del chaparrón de agua y del resultado.
Y lo llamo brote verde, porque creo que sin lugar a dudas, el gran problema de este club tiene un nombre propio, que se apellida Gil como principal y Cerezo como cooperador necesario. Esta directiva es a la que hay que volver a reclamar y protestar, pidiendo y exigiendo, hasta conseguir que se vayan, lo que en justicia nunca debimos perder, reverdeciendo con ello la gran manifestación de hace apenas un año y medio. Unos mandamases que se hicieron con las riendas de forma fraudulenta y/o heredada y que año tras año han demostrado lo poco que les importa el Atlético como fin, porque este club, ha sido utilizado por ellos sólo como un medio para hacerse más ricos. Riqueza que han amasado de manera mezquina, a costa del engaño y aprovechamiento de una afición que siendo rojiblanca, se ha negado a abandonar un sentimiento porque lo considera auténticamente suyo, cuando la realidad, es que lo que es suyo, es el sueño solamente, el sueño por ser un grande y disfrutar, porque el dinero que sale de los bolsillos del abonado o de su multitudinaria audiencia y que debería servir para mantenerlo, se convierte en pesadilla al ser dilapidado por estos gestores, con cuestiones que distan un abismo de lo que imaginaría cualquier colchonero de bien.
Poco a poco, la gente va viendo más claramente la realidad, algunos se negaron a sustentarlo y con todo el dolor de su corazón, tuvieron que dar la espalda a poder seguir viéndole, con tal de no financiar a quienes no hacían nada positivo por el club de sus amores, sino por el suyo propio. Otros, con los más diversos motivos, siguen dentro, haciendo frente común, negándose a abandonarlo a su suerte en la esperanza de ser cada día más, para que la multitud les obligue a ceder.
Pero todavía una inmensa mayoría se mantiene al margen de decisiones o acciones de confrontación o protesta. No es que el aficionado pueda aguantar y aguante, (bien por convicción, bien porque han sido adoctrinados con que ser del atleti es principalmente sufrir o bien porque no se preocupan más allá del partido), sino que casi todo el mundo es resultadista, y sólo se manifiesta en el momento puntual del cabreo, con el árbitro, por la derrota, o lo que se tercie en el momento dado, pero en el resto de ocasiones, simplemente se inhibe del tema, pues el atleti es un pasatiempo y en la vida, hay cosas más importantes por las que involucrarse.
No les falta razón, hay cosas mucho más importantes que el fútbol, de eso no cabe duda, y están en su perfecto derecho a permanecer inmóviles, pero, yo les diría a esa mayoría… si vas al campo siendo hincha de este equipo, supongo disfrutarás más si gana el equipo que si no lo hace, ¿verdad?. Y si no se consigue la victoria… te gustaría salir, al menos, con la satisfacción de ver que el equipo ha dado la cara, comprometido con cada aficionado que ha ido a verlos (algunos haciendo cientos de kilómetros) y ha estado animando para que así lo hagan, ¿no?. Y querrías que pusieran todo el empeño y la aptitud, que se hayan visto reconocidos en los jugadores y el juego los valores que deseamos, las ganas, el coraje… y que son los que antaño teníamos, esos por los que el Atleti llegó a ser lo que fue. ¿es así?.
Entonces, cuando ves que al Atleti no se le respeta en medios de comunicación ni en otras instancias, que se ha vendido un estadio propio para irse a las afueras sin ganar nada, (aunque no nos hemos ido… y a saber si nos iremos, pero los suelos ya no son del club), se traen jugadores que no dan el nivel, que viven, (muy bien remunerados, por cierto), de ponerse esa camiseta, pululando, en algunos casos, por el campo, sin aparentar tener ningún tipo de interés o compromiso por ganar y sin parecer les importe demasiado perder. Sin calidad en bastantes casos y con nulo criterio futbolístico en otros, haciendo de este “deporte espectáculo” un juego anodino año tras año, sin ganar títulos… salvo cuando suena la flauta, y que nadie de los que se suponen son sus jefes, haga lo más mínimo para poner remedio cierto, porque están a otras cosas. Y cuando de repente, su mala gestión y dejadez deportiva se pone de manifiesto con un nuevo fracaso y se hace evidente el cabreo del personal, vuelven de nuevo al mismo repertorio para salvar la cara, saliendo por todos los “medios de comunicación condescendientes” para vender otra vez humo de fichajes “ilusionantes”, de retenciones de las “estrellas”, de poner excusas que desvíen la atención, cortar cabezas si es menester… pero de subordinados, entrenadores o el títere de turno que toque una y otra vez o decir que esta vez no... pero que ya para el nuevo proyecto de la próxima temporada vamos a ser un superequipazo y bla, bla, bla… ¿no te parece que ha llegado el momento de decirles que no cuela, y que dejen de tomarte el pelo?. Pues como no te rebeles y digas ¡Basta ya!, nadie lo va a hacer por ti.
Porque queremos recuperar el Atlético de Madrid para los que somos atléticos, volver a ser grandes y quitarnos las cadenas que un día nos pusieron con este falso cuento de las SAD. Donde, ¡vaya paradoja! la democracia y la libertad de poder elegir a los gestores (de entrada, con cierta antigüedad y reconocido sentimiento rojiblanco) que mejor lo hicieran y nos representaran, fue sustituida, (para evitar las deudas decían), por una dictadura impuesta, y así, una dirección manirrota nos ha sumido en una deuda cifrada en los 500 millones de euros, con apenas alegrías en el casi cuarto de siglo que llevan dirigiéndolo puesto que estos tipos culpables, ni son atléticos, ni les importa el Atlético como institución deportiva, (pues realmente el fútbol lo ven sólo como negocio particular), ni por ende, le importamos los que sí gustamos de este deporte, este club, su historia, su escudo y su camiseta.
El símbolo de esta revolución tiene unos colores que empiezan a ser moda por Europa: verde y amarillo, colores origen de la pretensión de recuperación del Manchester para sus aficionados y que hemos adoptado los siguientes que comulgamos con esa idea de la devolución. Sus llamativos verde y amarillo son nuestro verde y oro, nuestra esperanza dorada, estandartes con los que a partir de ahora nos reconoceremos los atléticos contrarios a tanto mangoneo, a tanta mediocridad, a tanta degeneración y a tanta miseria en la cual nos han convertido.
No es cuestión de modificar incómodamente hábitos, emplear más tiempo o dedicarse a otras labores, simplemente es asistir al estadio como siempre y lucir tanto la camiseta o bufanda rojiblanca que lleves habitualmente como la de la esperanza dorada, dejándola ver y reclamando con ello en el estadio, tu descontento con la situación y tu solidaridad para con el cambio por un Atleti digno, por un Atlético para los atléticos.
La actualidad y la noticia en estos días, fuera del deporte y de nuestras fronteras, está en Egipto, allí el pueblo se ha levantado en pie de guerra para exigir la democracia, llevan semanas manifestándose porque el tal Mubarak no es un gobernante que precisamente se haya estado preocupando de su pueblo, y éste, ha dicho basta ya, también tras 30 años de aguante y sometido.
Lo que me llama la atención de ese hecho y tiene que ver con este escrito, aparte del hombre del principio que se manifestaba sólo junto al campo, es que aparentemente, nada pasaba en aquel país, nadie hablaba de ninguna tiranía, el turismo funcionaba bien, etc, etc. Pero ahora que la gente se ha revelado, poniéndose de acuerdo por ellos mismos, con el boca a boca y los foros como germen propagandístico del desencanto, (pues seguramente, los medios de comunicación, como en todos los países con este tipo de regímenes, están al servicio del poder), hartos ya de la situación de opresión en Egipto, se han movilizado, siendo foco de atención y haciendo con ello que dicha movilización haya empezado a surgir efecto más allá de las fronteras, de forma tal que, el resto de países se empiezan a hacer eco, a reflejar la “otra” realidad y comiencen a mostrar su apoyo por la “democracia”, intentando presionar y dar salida a quien hasta ahora manejaba los intereses de ese país.
Evidentemente, aquí no vamos a protestar de la misma manera, ni tendría sentido, ni pretendo haya heridos o muertos, huelgas de hambre, ni manifestaciones tan siquiera similares. Allí luchan por sus vidas, lo nuestro es otra cosa. Pero el paralelismo está en que la fuerza emana del pueblo, y si el pueblo quiere, puede cambiar lo que desee, incluso enfrentándose a un poder fáctico con ejército y todo, porque ahí radica el poder del individuo, en ser un grupo, y si empezamos juntos, seguramente se irán uniendo más, porque la causa es justa, y porque, como ya he dicho, nadie vendrá a hacerlo por nosotros, igual que ningún país denunció a los dirigentes egipcios ni les requirió o sugirió para que establecieran una democracia verdadera. Bueno, aquí querría introducir un matiz, pues en nuestro caso, aparte de los Uria de siempre, parece que gente como Agustín Castellote en estos días y en su programa de Punto Radio, se está postulando de forma nítida y favorable a la causa. Mi enhorabuena y agradecimiento.
Así, si vuelvo a ver a aquel manifestante pro Egipto, me solidarizaré con él en ese deseo de libertad, y si efectivamente, de salida del Calderón, va hacia Pirámides, hasta allí iré también, él con su pancarta, yo con mis bufandas, y una vez allí, él no lo sé, pero yo cojo la línea verde… y oro.
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"Podemos jugar mejor, ganar o perder, pero hay una idea que no se negocia, que es el trabajo y que nadie es más importante que el equipo" Cholo Simeone