Por todos es sabida la diferente vara de medir que tienen los clubes de fútbol con las sociedades anónimas deportivas. Pero ésto no debe servirle a Miguel Ángel Gil como su gran excusa para limar las carencias latentes en su S.A.D.

Y es que no es el Atlético de Madrid quien no tiene capacidad económica y profesional para competir con Real Madrid y Barcelona. Los que no tienen esa capacidad económica ni profesional a nivel de gestión son Gil Marín y Cerezo. Y a un club con la historia y grandeza del Atlético se le debe exigir esa competencia (además del bien que se le haría a la Liga). Grandeza como era hasta el 1 de julio de 1992, año en que Jesús Gil transforma de forma ilegítima el club en S.A.D. (sólo teníamos dos Ligas menos que el Barcelona).

 Así que señores Gil Marín y Cerezo, si ustedes no tienen esa facultad económica ni profesional, para ser una alternativa real y constante, dejen paso a alguien que pueda aportar esa profesionalidad gestora que demanda el verdadero activo de este equipo, su afición.

p.d: Si lo que ustedes buscan es dirigir un club de segunda fila y convertirlo en una agencia de compra-venta de futbolistas, háganse con su (con todos mis respetos) Atlético de Marbella.