Hoy hemos sido testigos de un hito en la historia de las tertulias deportivas radiofónicas. Cinco tertulianos de reconocido prestigio profesional, avalado por sus respectivas trayectorias, con independencia de que podamos estar o no de acuerdo con algunos de sus postulados, han declarado al unísono y con rotunda unanimidad que los culpables de la actual situación del Atletico de Madrid, que se viene arrastrandoo desde hace casi 25 años, son sus propietarios ilegítimos.Incluso el conductor del programa, al que hay que agradecer que haya tenido el suficiente coraje para reunir tal elenco, durante poco menos de una hora, se ha tenido que plegar a la rotundidad de los argumentos. Y su partenaire, ha olvidado su lado "duro" (a la fuerza ahorcan) y sólo ha osado intervenir para desviar la atención mínimamente, porque su cinismo habitual al tratar los asuntos del Atleti, hoy, no daba para más.
Pero sin entrar en mayores profundidades sobre la tertulia y sin necesidad ni voluntad de dar nombres,sí quiero incidir en un argumento que se ha deslizado en un momento álgido, en el que se ha aludido a la escasez o nimiedad del número de los adeptos a las protestas contra esos propietarios ilegítimos, ya sea en la grada como en las manifestaciones fuera del estadio. Y sin dejar de lado que ha habido algunos que, con un criterio admirable y cargado de razón han culpabilizado a los medios de reforzar esa estrategia minimizadora de la repercusión de las protestas, haciendo público de forma falaz que donde hay dos mil se dice que hay doscientos, sí ha parecido que era un sentir general (inconsciente, quiero creer) entre los intervinientes que, un cinco por ciento de "indignados" (por no abjurar de la terminología tan de moda últimamente) de la masa social contra el gilifato, era un número demasiado pequeño, llegando incluso a declarar, alguno de ellos (y no es preciso dar nombres porque todos sabemos de quién se trata), con evidente desahogo, que tan ínfimas muestras de descontento entre las huestes atléticas suponen un espaldarazo a la gestión de los propietarios del Club, por parte de los que no se manifiestan.
Y yo discrepo oigan, disiento rabiosamente. Siguiendo tal tesis, pareciera que el movimiento del 15 de Mayo, tan aplaudido por la mayoría en su esencia o razón de ser, es un espaldarazo a la gestión del actual gobierno, toda vez que los manifestados por las plazas españolas no suponen, no ya el 5% de la población proactiva del país, sino ni tan siquiera el cero coma. Y si quiero ir más allá, he de preguntarme si los españoles somos un pueblo belicoso o, dicho en otros términos, que está a favor de la guerra, por cuanto que los manifestantes en las múltiples concentraciones que se dieron en contra del conflicto armado de Irak, nunca supusieron un 5% de la población. Por no hablar del de Afganistán, oigan. Pueden buscar ustedes el ejemplo que gusten al respecto de cualquier manifestación o concentración popular contra algo o alguien en este u otro país. LLegar al 5% de la masa de algo es un éxito que, posiblemente, está al alcance de muy pocos colectivos.
Es obvio, que las facturas se pasan en las urnas, pero es que, en el Atleti , lejos de poder hacer uso del voto democrático, sufrimos, como ya todos ustedes conocen, una dictadura bananera al uso, que ya no sólo restringe los derechos de los aficionados y socios al máximo (véase por ejemplo, el número de acciones que es necesario para asistir a las Juntas Generales de la SAD), sino que pisotea los más elementales derechos de libertad de expresión y crítica, en la grada. Pero ese, es otro cantar.
Volviendo al tema porcentual, ya para finalizar, resulta gracioso cómo cada lunes, el conductor del programa radiofónico en la franja matinal, de la misma emisora que ha posibilitado el disfrute de la tertulia en cuestión, hace alarde del número de espectadores que su cadena televisiva ha tenido durante la programación del fin de semana. No es necesario dar cifras para concluir que nunca llegarán al 5 % de "share", al igual que tampoco lo hará el programa radiofónico que él dirige, ni ningún otro de la emisora para la que trabaja. Y, sin embargo, como les decía, cada lunes es motivo de júbilo la exposición de los datos de audiencia de sus programas, de la misma forma que cuando se publica el consabido EGM. Esos escasos porcentajes nunca se minimizan, jamás se desprecian, ni suponen espaldarazo alguno en favor del resto de programas del resto de emisoras o televisiones de la competencia, muy al contrario, se celebran.
Déjennos entonces celebrar que seamos un cinco por ciento. Permitan que contradigamos sus desafortunadas tesis. Nosotros ya somos muy conscientes de lo que representamos y cada vez que nos manifestamos no hacemos gala de euforia alguna ni necesitamos que venga ningún Sr. Lobo a dejarnos las cosas claras. Muy al contrario, tiramos de autocrítica, esa que brilla por su ausencia cuando son tan autocondescendientes a la hora de exponer sus números.
Y nunca olviden que si pudiéramos utilizar las urnas, a esos delincuentes que se apropiaron indebidamente de nuestro Club, no les hubiera dado tiempo a comprar maguys, philipauskas o patos sosas, porque hubieran sido una anécdota desde hace ya muchos años en el devenir del Atleti y, que quede claro, sin necesidad de manifestaciones.
"El Atlético no se merece que le estén tratando como le están tratando. No se puede conformar con entrar en Europa, estoy en contra de anuncios como ese de 'Papá, ¿por qué somos del Atleti?'. ¡No! Cuando yo estaba siempre salíamos a competir a por la Liga, la Copa, todo. ¡Vuestros padres no nos permitían otra cosa! Somos el tercer equipo de España, pero nos hemos alejado de nuestra historia. Pero pensad que, cuando una puerta se cierra, se abre una ventana".
Luis Aragonés en su Gaudeamus
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