Para ver de quién hablamos, valga lo que sigue. Fue el día anterior al primer derbi del curso pasado, en el Bernabéu. Era un viernes soleado en la Ciudad Deportiva del Atlético y, a 24 horas del partido, había quien dudaba si Diego Costa iba a ser titular dejando a Forlán en el banquillo. El inicio de la entrevista fue así.
-¿Cree que va a jugar?
Diego Costa arquea los ojos, se ríe y responde: "No, ¿no?"
Así es el tipo nacido en una ciudad de Brasil llamada Lagarto, y al que Manzano lleva ya dos días esperando. No se presentó al entrenamiento del lunes, y el técnico, en una entrevista en Onda Cero, lo dijo a su manera: "Pues no, no han venido todos. Algún despistado queda por ahí, que esperemos que venga mañana". Mañana era este martes, y Diego Costa tampoco ha aparecido. ¿Habrá que tirarle de las orejas?, le preguntaron a Manzano. "Bueno, bueno, sí, algo habrá que hacer".
No le va a tocar hacer mucho a Manzano, pues la intención del club es vender al muchacho, sobre todo teniendo en cuenta que viene Adrián a ocupar ese 'presunto' sitio de tercer delantero. No salió bien la apuesta por "el mejor juvenil brasileño", como dijo un ejecutivo del club el primer día que entrenó en Majadahonda (verano de 2007). Excéntrico, con especial predilección por intentar atravesar a los defensas en lugar de regatearlos, Diego Costa pasó por tres cesiones (Celta, Albacete y Valladolid) antes de jugar el año pasado de rojiblanco, donde apenas sirvió para castigar a Forlán en el tramo final de la temporada. Firmó ocho goles en todo el curso.
¿Dónde está? Con alguien como él todo es posible. Puede que siga en la playa, habiendo perdido la noción del tiempo. Puede que se haya equivocado de avión y esté intentando volver de Hong Kong. Puede, en fin, que haya decidido cambiar el fútbol por el rap. Nadie en el club lo sabe realmente. La clásica excusa de los enlaces aéreos no vale para, de momento, dos días de retraso. En teoría, en el Calderón siguen esperando a un tipo que responde así cuando le preguntan qué tipo de música le gusta. "Eminem. Es en inglés y no entiendo nada, pero me gusta como suena".
Aficionado al póker, seguro que sus compañeros no lo echan de menos, pues en algunas partidas llegaba a 'levantarles' 600 euros. Puede que venga, o puede que no, todo se puede esperar de un tipo muy especial, por decirlo así, sin heridas.
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