El Atlético de Madrid ha llegado al último parón del año por los compromisos de las selecciones en una situación que recuerda demasiado a crisis anteriores. Aunque, quizá por la repetición de los acontecimientos, en esta ocasión hay ciertas posibilidades de que un terremoto termine sacudiendo las oficinas del Vicente Calderón.
En
la tregua que le han dado estos días sin actualidad deportiva (con el
equipo haciendo caja con un partido en Egipto), el Consejero Delegado y
máximo accionista del club, Miguel Ángel Gil Marín,
medita sobre el futuro de su proyecto, tanto en el césped como en el
palco. Y ha decidido no actuar de momento, poniéndose de margen para
tomar decisiones el próximo Consejo de Administración del Atlético, que tendrá lugar en diciembre.
En
esa cita es más que probable que el organigrama de la Sociedad Anónima
Deportiva sufra cambios, y además en lo más alto. Y es que es más que
probable que Enrique Cerezo deje de ser el presidente de la misma. Desde este verano, la idea de Gil Marín es reunir cada vez más control en la entidad,
y ya tiene pensado desde hace semanas que la bicefalia debe terminar.
Serán las intenciones que tenga Cerezo las que determinen si el ahora poseedor del 22% del accionariado sigue vinculado al club (dando un obligado paso atrás) o si sale definitivamente por la puerta de salida.
Manzano, seis partidos de margen contando con el derbi
También en ese crucial Consejo se hablará y decidirá, llegado el caso, sobre el proyecto deportivo que dirige Gregorio Manzano. Tras el desastre de Getafe, donde los rojiblancos volvieron a dar una imagen muy pobre siendo remontados por un equipo azulón
que jugó con uno menos durante más de 60 minutos, la posibilidad de un
cambio de entrenador cobró fuerza de nuevo. El director deportivo, José Luis Pérez Caminero, al fin abrió la boca, y lo hizo pidiendo tranquilidad y confianza a la afición. Pero para valorar con perspectiva el constante sube y baja que sufre la credibilidad de Manzano
(en paralelo a los cambiantes resultados obtenidos), Gil Marín le dará
de margen hasta el Consejo para que demuestre que ha conseguido
enderezar definitivamente el rumbo.
La cita de los directivos
rojiblancos tendrá lugar en la primera quincena del mes que viene,
probablemente tras la semana donde hay dos festividades con sus
correspondientes puentes. En ese supuesto, el actual técnico colchonero
tendría un margen de seis partidos (cuatro de Liga, uno
de Copa y otro de Europa League) para demostrar la mejoría del equipo.
Entre ellos, debe visitar el Santiago Bernabéu la jornada del 27 de
noviembre, y ya se sabe que un derbi puede precipitar cualquier
acontecimiento, para mal o para bien.
Aun así, Gil Marín no desea
más sobresaltos en el caminar deportivo, de lo contrario, será
imposible que Manzano se coma el turrón en el banquillo rojiblanco. Y
a la espera de acontecimientos, el nombre de Luis Aragonés no deja de escucharse por el Manzanares.