El pasado fin de semana lo pasé por la ciudad condal, allí en el corazón de Cataluña, donde el F.C. Barcelona es tomado como el estandarte de un pueblo, los colores blau-granas aparecen por casi todos lados, principalmente por todas las tiendas de souvenirs y recuerdos. En ellas, junto a los banderines, bufandas o escudos en todo tipo de utensilios, destacaban, por supuesto, las camisetas de los jugadores. La que más se veía era la del 10 de Messí, pero como tienen tantas figuras, también estaban la de Xavi, Iniesta, Ibrahimovic… y hasta la de Victor Valdés, que aunque suene extraño, debe tener salida. Además, compartían escaparate sin ningún rubor con las blancas de los Ronaldo y Kaká. Bueno, es normal, en estos establecimientos generalistas no entienden de sentimientos, sino de ventas y demandas de la clientela, así que… si hay que poner una blanca para vender… se pone, la pela es la pela, y la opinión de algún radical, al dueño del local, también se la pela.
No había muchas más, al menos, cara al público, así que… si ni la de los pericos asomaba… tampoco sería normal que aparecieran de otros equipos de la liga. No engaño a nadie si digo que no me llevé ninguna sorpresa al no encontrar ninguna rojiblanca atlética, ya que, si ni en nuestra propia ciudad pintamos, a veces, todo lo que querríamos, allí, a 600 kilómetros, ¿quién va a querer compra una camiseta de un tal Atlético de Madrid?. Incluso, de haber habido alguna tras el cristal, seguro que las rayas rojas tendrían un color rosaceo ya por los años expuesta a un sol que la destiñera en el escaparate sin nadie con interés en su compra… y otra cosa no sé, pero en negocios, aquella gente sabe un rato y para perder dinero, no están. Business is business.
Con lo que sí que me llevé una grata sorpresa, en forma de indumentaria, fue viendo, junto a las de los dos grandes de nuestro fútbol, una tercera pujando por un hueco en muchos sitios, la roja de la selección de España, y para ser exactos, con el 9 y el nombre de Torres en la espalda expuesta. Sí, la de Messí del barça, que es la que marca la moda, la de Ronaldo del Madrid y la de la Torres de la selección eran las reinas de tan particular “Pararela Gaudí” en los escaparates de estos establecimientos.
En fin, algo es algo, porque entendiendo que, efectivamente, allí no iba a encontrar atisbo rojiblanco alguno, ver el nombre de Torres, siempre te reconforta y te hace sentir el orgullo como de algo propio.
Pero lo que ya no me esperaba, es que en un periódico deportivo de la ciudad, cuando lo cogí en el hotel para ojearlo, no encontrara tampoco referencia alguna a mi equipo. ¡Coño!, que en 54 páginas debería de tener un mínimo de información, ¿no?, pues nada. No recuerdo el periódico deportivo que cogí, creo que fue el Sport. Nos reímos aquí de los Marca y As como panfletos merengones al servicio del tito Floren (o más bien, a su propio servicio, que en los madriles también se hacen negocios y el blanco nuclear vende de maravilla por su mayoritaria clientela), pero lo de allí, qué lamentable, 18 páginas de insustanciales pseudos-noticias alrededor de cualquier tema relacionado con el Barça, que si menganito ha entrenado regular o se deja querer como fichaje o si a zutanito el entrenador o la gente no le entiende, o con su selección de tal jugó bien … y los menganitos eran casi cualquiera y zutanitos eran el Messí y Argentina… que vale, el Ibrahimovic y su Suecia… bueno, Alves y su Brasil… está bien, Marques y su Méjico… en fin, pero hasta un tipo que no sé siquiera si está en la primera plantilla, y de un país que ni recuerdo… pues ése, también tenía sus líneas de gloria con su corresponsal informando.- ¿Pero esto que es?... así que empecé a pasar páginas hasta que cambiara el color del “encabezonamiento”. –“Anda, toda una página para anunciar un cazo de la colección de cubertería del barça… mira qué bonito”, y en la 18 aparecía el tobillo del figuritas blanco portugués, su historia y los palos de rigor, marcando estilo editorial a todo lo que olía a merengue.
- “Paso, que esto me lo conozco de los diarios de Madrid también… incluso no deportivos”. Páginas 20 y 21 el Espanyol…
- “Ya queda menos”. Y cuando aspiraba a ver qué me decían del Atleti... ¡Toma!, media 22 para el Valencia, la otra media para el Sevilla y en la 23 a repartir entre no sé qué del Villarreal, un tío del Granada que es modelo en sus ratos libres, otro no se qué de Hugo Sánchez y el Almería.- “joder… será que Cataluña está llena de “inmigrantes” andaluces de esos lares y tienen que atender su demanda”, me dije, .- “Así que, ¿será en la página siguiente, detrás de los mindundis?”.
Pero detrás estaba ya la selección española, y detrás otras selecciones nacionales, y detrás, fútbol catalán y baloncesto y balonmano y motos y fórmula uno… ¡joder! y hasta waterpolo y hockye patines. O sea, que si en un diario deportivo de tirada nacional, (nacional de toda España, porque por Madrid también lo he visto, poco, pero lo he visto. No de nacional de toda la región, comunidad, nación catalana) de 54 páginas, no tenemos ni una puñetera línea… ¿Qué es el Atlético de Madrid para los demás?.
Pues tristemente: ¡NADA!. Me quedan pocas dudas y a los hechos me remito, que no somos prácticamente nadie pasados los límites de Madrid. Podemos sentirnos orgullosos de ser de este equipo, sí, aunque de forma racional sería sólo por los recuerdos de un pasado glorioso principalmente. Pero dejemos de seguir mirándonos al ombligo y hablar de si el tercer equipo de España, porque deportivamente, ya no lo somos, y ni el ppv, ni que nos juntemos 45.000 en el Calderón, ni que si hay 2 millones de atléticos por el mundo, ni las 9 ligas y copas y… lo que queramos, porque saliendo de nuestra comunidad, y más según nos vamos alejando… no tenemos ninguna relevancia periodística habitual. Ya podemos tener al bota de oro del fútbol europeo, al querubín de la portería o al yerno de Maradona, (Maradona al que supongo que la fábrica de chupa, chupa chups le hará una oferta por publicidad encubierta en la rueda de prensa pasada por su clasificación al mundial), que como no sea por temas extradeportivos, el lío de los franceses del Olimpic con el cierre del campo, que Forlán llega tarde, una manifestación multitudinaria. O temas deportivos de interés cierto: que haya partido de champions por esos días, o que en liga o copa juguemos contra los 2 grandes… las referencias en los medios son, nothing de nothing.
Todo este autobombo está muy bien para subirnos la moral y sirve para creernos en lo podríamos ser, pero, quitémonos la venda, lamentablemente, la realidad dice que hemos dejado de existir en el panorama mediático español (no digo ya nada del internacional), y que ni por aproximación, estamos a día de hoy, como para creernos tener un equipo y un club tan extraordinario. Somos lo que somos, no lo que éramos ni lo que querríamos ser.
Y esta pesarosa situación, sólo se soluciona de una manera, retomando el camino de victorias y títulos. El problema es que para ello, hay un requisito previo indispensable, la cesión del poder, (bien por imposición judicial, bien porque vendan las acciones, bien porque les de un ataque y las regalen o donen…), de los actuales dirigentes, que no han sido capaces de conseguir mantener este equipo, (en sus principios de dirección, ni devolverlo pasados los años), a la senda de grandeza que merece, siendo por ello los únicos artífices y responsables de las decisiones que han llevado al club hasta este punto mediocre de la actualidad, abocándonos con ello al ninguneo existencial. Cuando eso lo consigamos, podremos empezar realmente a pensar y creer en retornar nuestro puesto natural, y después, en aspirar a cotas mayores, pero sino, no sólo no saldremos de aquí, sino que terminaremos muriendo por ruina total, entre nuestros ilusos sueños y delirios de grandeza.
http://www.infiernorojiblanco.com/index.php/opinion/tirreinotorio-hawyer/493-la-triste-realidad.html
"Podemos jugar mejor, ganar o perder, pero hay una idea que no se negocia, que es el trabajo y que nadie es más importante que el equipo" Cholo Simeone