Desde Martín Cabral y Pepene, procedentes del Marino, en los alegres
años 20 hasta los contemporáneos Braulio Nóbrega o Pablo Sicilia, el
inventario de futbolistas canarios que han militado en el Atlético de
Madrid es casi inabarcable. Ningún otro club en España, lejos de las
Islas, ha acogido a tantos y tan buenos jugadores de las Islas a lo
largo de su historia. Los veteranos aficionados rescatan de la memoria
una retahíla de futbolistas que exportaron el toque isleño a los
estadios de todos los rincones del país antes, incluso, de que la Unión
Deportiva fuera aplaudida y admirada por ser el antecendente del
renombrado tiqui-taca.
Cuando estalló la Guerra Civil en
España, en el 36, el Atlético de Madrid ya tenía un nutrido grupo de
isleños en sus filas. El historiador Javier Domínguez apunta en uno de
sus múltiples trabajos sobre el pasado del fútbol canario que Angel
Arocha, Pepe Mesa, Jesús Navarro y Pancho Arencibia formaban parte de
los ídolos del Estadio Metropolitano.
Finalizada la
contienda, el conjunto de la capital, bajo la denominación de Atlético
Aviación, tuvo en sus filas a Paco Campos, hermano del exjugador de la
UD Carmelo Campos, legendario jugador del Sporting de San José y del
Marino, que logró 126 goles en Primera, todo un récord para el fútbol
canario. Con ayuda de su puntería y la dirección de Ricardo Zamora, los
colchoneros lograrían sus dos primeros títulos de Liga.
A
finales de los 40 del siglo pasado, Silva, Mujica, Durán, Farías, Núñez,
Rosendo Hernández Lobito Negro y Miguel el Palmero formaron parte del
denominado Atlético canario. Aquél fue un equipo que volvió a conquistar
por dos años consecutivos el campeonato nacional y que trajo a las
Islas la pasión más viva por los colores rojiblancos. De hecho, en
muchos puntos de Canarias aún existen peñas de aficionados que tienen su
origen en aquellos años de gloria.
A pesar de la vinculación
del legendario presidente Vicente Calderón con las Islas, pues mantenía
diversos negocios con empresarios canarios, en los años sesenta solo
figuraron como atléticos el tinerfeño Colo, que consiguió ganar la Liga
en la temporada 1965-66, y José Cristóbal Correa, que no llegó a
triunfar con los colchoneros.
Más próximos en el tiempo, con
la Unión Deportiva afianzada en Primera División, durante la década de
los 70 y 80, pocos jugadores dieron el salto al conjunto de la ribera
del Manzanares. Julio Durán y Román debutaron en Primera con los
rojiblancos. Años después emigraron Sergio Marrero, con escasa fortuna
en el terreno deportivo por su azarosa vida personal, y Juanito
Rodríguez, uno de los actuales componentes de la cúpula deportiva de la
Unión Deportiva, que brindó notables temporadas en conjunto del
Calderón, que le valieron la internacionalidad con la selección y las
apetencias de los mejores clubes europeos.
Juan Carlos
Valerón, icono de la afición de la UD, y Jorge Larena fueron los
penúltimos canarios en aterrizar a la casa rojiblanca, entonces
gobernada por el imprevisible Jesús Gil. Ambos futbolistas, a pesar de
su clase, tuvieron un paso desacertado por el Atlético, quien también
dio oportunidades de jugar con su primer equipo a Braulio, Sicilia y
Pollo. En un futuro no muy lejano, las puertas del Calderón se pueden
volver a abrir para otro canario: Héctor Hernández.
http://www.laprovincia.es/deportes/2013/08/06/toque-canario-atleti/549745.html