La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil investiga si bandas de narcos blanquearon dinero en los seis partidos benéficos denominados Los amigos de Messi vs. resto del mundo, celebrados en junio de 2012 en distintos países americanos. En ellos participó el astro argentino y sus colegas del Barcelona Mascherano, Pinto y Alves. La investigación, que desarrolla la UCO bajo la supervisión del Juzgado de Instrucción 51 de Madrid, cuenta con cuatro detenidos y abarca también eventos musicales.
Los citados jugadores del Barcelona fueron interrogados por la UCO el pasado 29 de noviembre, pero no porque los agentes crean que están implicados en ese lavado de dinero, sino para preguntarles qué sabían de esos partidos benéficos y si cobraron dinero de ellos. Messi señaló que bajo ese epígrafe se celebraron encuentros en Bogotá (Colombia), Perú, Cancún (México) y Miami y Chicago, en Estados Unidos. Y señaló que la sociedad Imagen Deportiva, que representa su compatriota Guillermo Marín, es la que se encargó de vender el espectáculo a sociedades de los países en los que este se celebró. Una de las sociedades investigadas se llama Total Conciertos, regentada por dos de los investigados, Andrés Barco y Harrigson González.
Los agentes interrogarán al padre de La Pulga a su regreso de Argentina
¿Cómo cree la UCO que se blanqueaba el dinero? En estos partidos, al margen de la taquilla, existe la llamada fila cero, que permite aportaciones anónimas. Los agentes sospechan que pudo haber aportaciones de narcos colombianos en connivencia con los organizadores. Las otras sociedades que se indagan son Multiservicios Sara, SL, y Multiservicios La Suegra, SL.
Messi indicó a los agentes que ignoraba si algún miembro de su familia se reunió o conoció a Andrés Barco en el viaje que este efectuó a España para preparar estos eventos. Y que Guillermo Marín es quien organiza los partidos benéficos que hace su fundación, la Lionel Messi, pero que no había vinculación entre ambos. Admitió que su fundación sí percibió dinero del partido de Bogotá, pero que no recuerda la cantidad, y que ese dinero se destina a ONGs. El jugador barcelonista añadió que quien mantiene los contactos de su fundación con Guillermo Marín es su padre, Jorge Messi. “Quien contacta con Guillermo Marín es mi padre”, dijo Messi a los agentes. Su padre se halla en la actualidad en Argentina. Cuando regrese a España tras las vacaciones, los agentes de la UCO tienen previsto interrogarle. Sus compañeros del Barcelona señalaron que tampoco cobraron dinero de ese partido, salvo los gatos de viaje y hotel.
La UCO ha centrado su mirada en los partidos del 21 y 23 de junio de 2012 en Bogotá y Miami. El de Bogotá fue organizado por Total Conciertos con el objetivo de recaudar fondos para distintas fundaciones. La UCO duda que el dinero de ese evento llegara a su destino. Y se basa en que las propias fundaciones han denunciado a Total Conciertos.
Uno de los investigados en la supuesta trama de blanqueo, Jairo Alberto C., ha declarado que lo de los partidos benéficos era una farsa. Solo era “un gancho”, dice. Según las pesquisas de la UCO, que dispone de grabaciones, del partido de Bogotá salieron al menos tres millones de euros para la Fundación Lionel Messi y otro montante para diversas fundaciones. Para conseguir dinero de estos partidos (que tuvieron una cena de gala previa cuya asistencia costó hasta 640 euros), las fundaciones aspirantes debían inscribirse como peticionarias en una web. De entre todas ellas, la organización elegía a dos, que debían indicar qué equipo sería el ganador. La fundación que apostó por el equipo ganador debería cobrar 85 millones de pesos colombianos (casi 32 millones de euros) y la que apostó por el equipo que luego resultó perdedor, 15 millones (5,6), aparte del dinero que se llevó la de Messi. Hay una fotografía de ese partido en el que se ve a Messi con Andrés Barco exhibiendo en medio del campo un enorme talón con ambas cantidades. Una de las fundaciones que resultó agraciada, aunque luego denunció que no recibió el dinero, es la española Benposta Interval, radicada en Ourense y que es una especie de Ciudad de los Muchachos. En el equipo de Messi jugaron, además, Pinto, Godín, Alves, Robinho y Ariel Ortega, entre otros. En el rival estaba como entrenador Fabio Capello y, como jugadores, Forlán, Cannavaro, Guillermo Ochoa y Zuculini, entre otros.
En contra de los manifestado por los jugadores del Barcelona, el dirigente de Total Conciertos Andrés Barco señaló, en una entrevista tras el partido, que parte del dinero de la recaudación sirvió para pagar a los futbolistas. Y más tarde confirmó que se adeudaba el dinero de la Ciudad de los Muchachos.
Las entradas para el partido de Bogotá fueron las más caras de la historia de Colombia (oscilaron entre 38 y 490 euros). Al de Miami asistieron unos 48.000 aficionados. Los investigadores hacen hincapié en la desorganización y descontrol económico que reinó en el partido de Bogotá, y sospechan que ello pudo ser buscado a propósito por los organizadores como forma de camuflar el dinero del narcotráfico.
La UCO dispone de varias conversaciones telefónicas entre personas vinculadas con la organización que indican que algunos jugadores cobraron; y que Messi pudo percibir tres millones de euros (él lo niega en su declaración). Las conversaciones son entre Juan Carlos Palacio y Lina María Rodríguez, relacionados con actos de las citadas sociedades en España. Hay una conversación en la que Palacios muestra su interés en que Perea, exjugador del Atlético de Madrid, acuda al partido de Bogotá. La UCO sostiene que la persona que está detrás de todo es Barco, que es quien decide cuánto hay que pagar a los jugadores y a quiénes hay que contratar, y que da las instrucciones para ello a Guillermo Marín, el responsable de Imagen Deportiva, que es la que gestiona los partidos benéficos de Messi.
Es la segunda vez que la estrella del Barça tropieza con la justicia. Messi está imputado por tres delitos de fraude fiscal, ha pagado cinco millones correspondientes a los ejercicios investigados y aún negocia con las acusaciones para poner fin al asunto.