PEDRO GONZÁLEZ - 13/07/2008 22:49
Las nuevas normas de contabilidad para las empresas que han entrado en vigor este año le han metido un gol por la escuadra a los clubes de fútbol. Estas reglas colocan a las Sociedades Anónimas Deportivas (todos los equipos, salvo Madrid, Barcelona, Athletic de Bilbao y Osasuna, que tienen una regulación distinta) en una situación económica complicada.
Desde el 1 de enero, las empresas tienen que utilizar un Plan General de Contabilidad nuevo, que sustituye al vigente desde 1991. El plan adopta las normas internacionales en la materia, que siguen diversos criterios muy diferentes de los de la contabilidad tradicional española.
Por eso, la transición a la nueva regulación está suponiendo serias complicaciones para las empresas españolas. Y ahora han alcanzado a las sociedades y federaciones deportivas.Uno de los cambios que afecta a los clubes de fútbol y baloncesto es la manera de valorar los ingresos a distribuir en diferentes ejercicios (por ejemplo, por los derechos de televisión).
Hasta ahora, las sociedades deportivas los incluían en el balance dentro sus fondos propios, esto es, una de las partidas que forman parte del patrimonio de la sociedad. Esta práctica estaba autorizada por la normativa contable de 1991.
Pero el nuevo plan ya no lo permite, y obliga a colocar estas cantidades en una cuenta del pasivo (donde se apuntan, entre otras cosas, las deudas de la sociedad).
Desequilibrio
Al sacar estos ingresos de los fondos propios, según explican los expertos consultados, las sociedades deportivas se sitúan en una situación de “desequilibrio patrimonial” que compromete su viabilidad. La ley de sociedades anónimas establece que, si el patrimonio se reduce por debajo de los dos tercios del capital social, los socios deben realizar aportaciones para restablecer el equilibrio; si es inferior a la mitad del capital social, se entra en causa de disolución.
Una situación parecida atraviesan las federaciones deportivas. Las anteriores normas contables permitían incluir en su activo (la parte del balance donde se incluyen los bienes y el patrimonio de la sociedad) los gastos asociados a la organización de competiciones internacionales (por ejemplo, los actos previos de promoción), que permitirían obtener sus derechos y, por tanto, unos ingresos por su explotación.
Existen dudas entre algunos responsables de las federaciones de que el nuevo plan contable siga permitiendo este tratamiento, lo que supondría un revés patrimonial.
Por eso, se han dirigido al ICAC, el regulador contable, que depende del Ministerio de Economía, para conocer su posición oficial.
Nuevo ejercicio
Las sociedades deportivas comienzan su ejercicio económico en julio, por lo que es ahora cuándo se enfrentan por primera vez al nuevo plan. Según las fuentes consultadas, los clubes se movilizarán para buscar una solución.
Esta solución podría venir con la correspondiente adaptación sectorial del plan contable. La norma de 1991 se complementó con una docena larga de versiones que recogían las peculiaridades de otros tantos sectores, como aseguradoras, inmobiliarias, cooperativas, eléctricas, autopistas... y también los clubes y federaciones. El ICAC todavía no ha empezado la elaboración de estas adaptaciones.