Ozemaria: Pues no estoy de acuerdo, apreciado panadero. Porque, de tu punto de vista, sólo veo dos posibles salidas lógicas y complementarias, dado el estado de las cosas. En el estadio, cuales madres de plaza de mayo; en el foro, a rezar rosarios, cuyos misterios son lo más opuesto a lo misterioso: son bien conocidos y vienen en un orden claramente establecido.
Sobre el concepto y su falta, para concretar: expresión paradigmática de la segunda es justamente este caballero, el licenciado Aguirre. Cuando, por error, traheron a uno con concepto, nos duró dos misterios. Y cuando por necesidad apremiante nos devolvieron a otro con conceptos -no es error el plural-, le pusieron detrás a un tipo con careta, por si no se había dado cuenta de que esto era un carnaval, pero de esos de pueblo, de los que contaba Gila, en los que para gastarte una broma te dejan ciego o sordo.
Ya, pero mira... Un día me contaron una anécdota sobre la Real Sociedad, años 60/70. Traspasaron un jugador al Real Madrid, por una pasta, más jugadores. Ese año, la Real descendió, mientras que el Sanse (su filial) quedó en puestos de ascenso en 2ª. En una asamblea de socios en el frontón Anoeta, decidieron que eso no iba a volver a ocurrir, que si había que descender, que fuera con los suyos. Ese día decidieron qué querían ser.
Ni soy de la Real, ni vasco, ni talibán: pero los seguidores de la Real tienen una identificación con su equipo (últimamente perdida, por una serie de avatares de gestión). Yo, sobre todo desde la marcha de Torres, hay veces en las que me fuerzo a identificarme con el equipo por razones más cercanas a los misterios trinitarios que a la más mínima razón. ¿Qué equipo es éste? ¿A quién conozco? ¿De dónde vienen? ¿Es alguno del Atleti, lo ha sido de pequeño? ¿Por qué visten así? ¿Nadie les ha dicho que este equipo viste a rayas, y no como el Feyenoord? ¿Van a seguir alguno el año que viene? ¿Qué diferencia al otro equipo que no es el Atleti de ese que dice ser el Atleti? En resumen... ¿qué coño somos?
Y luego, podemos hablar de estilos de juego, de si defendemos bien a balón parado, de si Aguirre, o si Mourinho, o su *** madre. Y ahí, sí, lo digo: Aguirre no me gusta.
Pero ése, ahora, es el menor de mis problemas. Porque si mi equipo juega con canteranos, tiene una cultura, la grada la pide, y de repente viene un entrenador y no la sigue, ahí sí que me cago en la *** madre del entrenador. ¿Pero ahora? Tengo un cáncer, y me decís que me corte una uña.
Ya casi ni me queda coraje, ni me queda corazón.