Mariano
Pernía acuñó el apodo, recién salido de la ducha, tras derrotar el
domingo (2-0) al Betis. "Es importante mantener la puerta a cero...
porque, en algún momento, esos bestias de delante van a rematar
el partido", dijo el zurdo rojiblanco sobre los delanteros del
Atlético. El centrocampista Maniche acompañó los elogios de su
compañero elevándolos a la categoría de superhéroes. "Buena parte de
nuestro despegue se lo debemos a los cuatro magníficos", dijo ayer el luso.
Los
cuatro estiletes del Atlético, Forlán, Simão, Maxi y Agüero, están
desbocados este curso. Han anotado 26 de los 35 tantos rojiblancos en
la Liga, una fertilidad realizadora que no alcanzaba el Atlético a
estas alturas de campeonato desde la temporada 1957-1958, cuando
anotaron 44. Los últimos 17 aciertos, además, han llevado la firma de
alguno de los cuatro atacantes. "Ahora que el equipo funciona, somos la
mejor delantera de Europa, pero cuando se tuerzan los resultados
seremos una mala delantera, un mal mediocampo y una mala defensa",
arguyó Agüero para aliviar los piropos al potencial realizador del
Atlético, el tercero de Europa (2,33 goles por partido) tras el
Barcelona (3,06) y el Hoffenheim (2,47). "Llevamos el juego de ataque
en la sangre", dice Simão, autor de cuatro goles, y líder en pases al
área con 127.
El Atlético de Javier Aguirre parece decidido a
delegar su destino a la contundencia de su delantera. "El equipo está
pensado para atacar y ganar por nuestra mayor pegada", explica Pernía
sobre el planteamiento ofensivo del equipo que, en ocasiones, se cobra
en los laterales su primera víctima: "Procuramos que las transiciones
de balón a los delanteros sean rápidas, y eso a veces implica que no
podamos subir tanto la banda".
La capacidad anotadora del Atlético le ha llevado ya a los octavos de Champions
y de Copa. Y a acercarse a dos puntos de los puestos de Liga de
Campeones, cuando parecía desahuciado el 18 de octubre, tras cosechar
ante el Madrid, en el Calderón, su tercera derrota consecutiva. El
calcetín, sin embargo, se ha dado la vuelta. Desde aquella derrota
(1-2) ante los madridistas, el Atlético ha encadenado 14 partidos
invicto -siete triunfos y siete empates- en las tres competiciones.
"Ahora vamos a por el pleno al 15. Queremos que siga la racha", afirma
Agüero, que localiza el punto de inflexión en la jornada posterior al derby.
El empate a cuatro goles en Vila-real supuso un punto de inflexión.
"Allí nos mentalizamos de que debíamos jugar como sabíamos, y que pocos
equipos tienen nuestra calidad arriba", reconoció el Kun.
El
despegue rojiblanco también se ha acompañado de un mayor rigor
defensivo (12 tantos recibidos en los últimos 14 duelos, 0,85 de
media). "Los del centro del campo mantenemos el tipo cuando al equipo
le sale su vena ofensiva", dice Maniche. "¡Hasta Ujfalusi y Heitinga
suben a rematar en los córners! Eso nos obliga a estar atentos en
defensa. Y no olvidemos la labor sucia que realizamos Assunção o un
servidor", abunda el medio portugués.
La guinda del pastel
ofensivo rojiblanco es que, por primera vez desde el curso 1998-99, el
Atlético supera al Madrid en la tabla a estas alturas de campeonato.
Entonces eran sextos, con 23 puntos, cuatro menos que ahora, y uno
sobre el eterno rival. "Da gusto estar por encima del Madrid", aseguró
sin complejos Agüero, segundo goleador del equipo con ocho tantos por
los 10 de Forlán.
El reto ahora es adivinar la intención final
del Atlético. "Somos capaces de cualquier cosa", arguye Simão,
consciente de las "dos caras" del club. Mientras la directiva se
contenta "con el tercer puesto", el Kun no se anda con miramientos. "Se
puede pelear por la Liga", puntualizó. "Sabemos que el Barcelona está
jugando muy bien, pero también pueden tener una racha mala que podamos
aprovechar".
Inconformista, el Kun apunta al título. Un objetivo
al que Aguirre -ante el Betis anotó 100 triunfos desde el banquillo en
Primera-, nunca se ha referido en los tres años que lleva al frente de
la escuadra del Manzanares. Tampoco los mandatarios del Atlético, que
reconocen que el técnico azteca siempre fue cumplidor con los mínimos marcados en los despachos rojiblancos. Primer año: Europa. Segundo año: la clasificación para Champions.
¿Para el tercero? "Si la temporada pasada fuimos cuartos, en ésta nos
hemos puesto el objetivo de quedar terceros", zanja Aguirre.